Justo en el momento en que la aeronave iba a tocar tierra, en Aeroparque, fue sacudida por vientos cruzados sobre la pista.
Al menos una docena de vuelos fueron cancelados en Buenos Aires por las medidas de fuerza dispuestas por ATE en reclamo de mejores salariales.
Al dejar de funcionar el sistema de anemómetros, al menos 14 vuelos fueron demorados, siete fueron desviados a Ezeiza y uno, con destino a Santa Fe, fue cancelado.
La medida busca fomentar el turismo receptivo. La decisión fue anunciada por los ministros de Transporte, Mario Meoni, y de Turismo y Deportes, Matías Lammens.
Si el clima, que incluye tormentas eléctricas, se mantiene, el panorama hacia el mediodía será bastante complicado para viajar desde Buenos Aires.
Se hará efectivo durante el fin de semana. La decisión se tomó en las asambleas que el lunes tuvieron lugar en Aeroparque y Ezeiza. Se cancelaron 70 vuelos.
Cerca de ocho mil pasajeros e Aerolíneas Argentinas y Austral fueron afectados por la cancelación, suspensión y retraso en los vuelos programados para el lunes.
La medida afectó también a las partidas y arribos a ese aeropuerto desde Córdoba. Se trató de una asamblea de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico.
Las aeronaves estuvieron apenas a 150 metros de distancia. El piloto discutió con una operadora de la torre de control de Aeroparque tras pasar por una peligrosa situación en el aire.
La aeronave salió de pista al aterrizar en medio de una fuerte tormenta. No hubo heridos. Comenzaron a operar nuevamente los vuelos con normalidad.
El conductor también embistió al abuelo de la chica, el cual resultó gravemente herido y sufrió un paro cardíaco. Fue este miércoles, poco antes de las 6 de la mañana.
Un bolsa obligó a activar el protocolo de seguridad, que incluye el desalojo del espacio ante la posibilidad de que se tratara de un artefacto explosivo.