Se investigan los asaltos de seguidores de Jair Bolsonaro a edificios gubernamentales el 8 de enero para derrocar a Lula Da Silva.
Júlio César de Arruda había llegado al alto cargo, tras ser designado de manera interina en diciembre por el ex presidente Jair Bosonaro.
El ataque al Planalto tuvo la "connivencia" de elementos de las Fuerzas Armadas, declaró Lula al analizar el intento del golpe de Estado.
Anderson Torres fue titular de la cartera de Justicia y Secretario de Seguridad del Distrito Federal, epicentro de la asonada golpista.
Aseguran que el borrador de decreto que desconoce el resultado de las elecciones es “la prueba que el intento de golpe” de Estado fue planeado.
Los sucesos que vienen desarrollándose desde el domingo 8 en el país vecino obligan a una profunda reflexión sobre las particulares características de las democracias actuales.
El mandatario señaló al personal de seguridad del palacio presidencial de Planalto por no impedir los actos de vandalismo del domingo.
La medida del Supremo Tribunal Federal se adoptó para evitar posibles ocupaciones y bloqueos de manifestaciones bolsonaristas.
El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, informó que identificaron a quienes trasladaron hasta Brasilia a los bolsonaristas.
"Ni amnistía ni perdón; queremos a Bolsonaro en la cárcel", fue uno de los cantos mientras la columna caminaba hacia la plaza Roosvelt.
"Hay que cerrarle el paso a quienes con violencia y discursos de odio pretenden debilitar a un gobierno elegido por el pueblo", dijo Yasky.
El embajador Daniel Scioli calificó como "un hecho inédito, sin precedentes" a los ataques de simpatizantes de Jair Bolsonaro.