Rafael Bielsa: “Estamos en un desarrollo de cambio hacia una autocracia”

El ex canciller dialogó en exclusiva con La Nueva Mañana y se refirió a la situación política en nuestro país y la región. “La actual administración va a terminar con todo lo que alguna vez nos hizo sentirnos orgullosos de haber nacido en la Argentina”, aseguró.

Especiales 13/02/2024 Flavio Colazo
Rafael Bielsa by
Rafael Bielsa, ex canciller argentino y ex embajador en la República de Chile. Fotos: gentileza y NA

Abogado, diplomático y político, Rafael Bielsa es poseedor de una mirada siempre más que atendible a la hora de escuchar sus reflexiones en torno a la política –nacional e internacional- y los aspectos jurídicos presentes en la democracia. LNM accedió a una entrevista exclusiva con quien fue canciller nacional, embajador en Chile y síndico de la Nación Argentina -entre otros desempeños dentro de la función pública-.

Una visión de la política argentina

-En tanto hombre de la política con vastísima experiencia, ¿cómo evalúa el actual momento institucional de la democracia argentina? ¿Cuáles aspectos del estado situación lo alarman y cuáles lo tranquilizan? 

-La democracia es imperfecta, aunque no fraudulenta. Y la república pasa por aprietos; el sistema de controles y equilibrios no funciona bien. Es que las instituciones son como las orquestas: las filarmónicas tienen buenos y malos músicos, y los dispositivos institucionales buenos y malos intérpretes. El plano inclinado por el que se desliza Argentina también ha golpeado la calidad de sus actores políticos. Me alarma la falta de idoneidad del gobierno, responder a una crisis con mesianismo y delirios místicos es más una exhibición de debilidad que de fortaleza. Dudo de que cuando Perón hablaba de trasvasamiento generacional estuviera pensando en el bromista señor Ramiro Marra, el legislador de la Ciudad, o el gozador referente Agustín Laje. No hay nada que me tranquilice. Tenemos por delante un intento de lo que se llama “Democratic backsliding” –no creo que la expresión tenga un equivalente en español, o yo lo ignoro–, esto es, un desarrollo de cambio de régimen hacia la autocracia, con las consiguientes arbitrariedades y excesos policiales.

¿Puede afirmarse que la ley ómnibus, y/o el DNU, - concebidos por la actual administración gubernamental- están al margen de la Constitución nacional? 

-No soy un constitucionalista sino apenas un lector apasionado de derecho constitucional comparado. En cualquier caso, no es necesario ser constitucionalista para notar que tanto el DNU n°70 como el proyecto de ley “Ómnibus” enviado al Congreso son inconstitucionales por agraviar los artículos 1, 5, 14, 14 bis, 17, 19, 28, 29, 31, 36, 75, 99, 121 y concordantes de la Constitución Nacional, y el artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH). Alcanza con ser un alumno de tercer año de la carrera de Derecho. El DNU n° 70/2023 lesiona gravemente el federalismo, la institucionalidad de la República, y se coloca en un estado de vulnerabilidad al conjunto de la sociedad argentina protegida sus derechos laborales, sociales, económicos y culturales. La nulidad es absoluta e insanable. Si el Gobierno desea hacer un cambio de régimen constitucional la Constitución enseña la vía para proceder -que no es el decreto de necesidad y urgencia-. En cualquier caso, nunca hay que olvidar que para recibir justicia hay que tener razón, saberla pedir y que el juez quiera darla.

“Me alarma la falta de idoneidad del gobierno, responder a una crisis con mesianismo y delirios místicos es más una exhibición de debilidad que de fortaleza”.

 “La primera regla del sistema es la preservación del propio sistema, porque de lo contrario se empieza a jugar a otra cosa”

-En Perú –en el siglo pasado- el presidente Alberto Fujimori gobernó sin el Congreso. Y ya en estos tiempos ha sido destituido el presidente electo Pedro Castillo,  ¿Avizora algún tipo de desenlace similar en nuestro país? ¿Podrían darse en Argentina instancias como las que atravesaron algunos países de la región como Bolivia –con un golpe de Estado-, o como Brasil –con la destitución de Rousseff-, o tal como aconteció en Paraguay con Lugo?

-En 1908, el presidente Figueroa Alcorta, ante la hostilidad de las Cámaras, el 25 de enero, en acuerdo general de ministros, decretó la vigencia para el año 1908 del presupuesto general de gastos de la administración; la clausura de las sesiones extraordinarias del Congreso y el retiro de los asuntos sometidos a su deliberación. Firmaron el decreto, además del presidente Figueroa Alcorta, Marco Avellaneda, E. S. Zeballos, Manuel M. de Iriondo, R. M. Aguirre, Onofre Betbeder, Pedro Ezcurra y Ezequiel Ramos Mejía. Naturalmente, la oposición puso el grito en el cielo, aunque desde afuera del Congreso. El argumento fue que el Poder Ejecutivo en uso de las facultades que le acordaba el inciso 12 del art. 86 de la Constitución, al había convocado al Honorable Congreso a sesiones extraordinarias, para tratar asuntos de grave interés y de progreso público, y que dicho llamado no había sido considerado por ninguna de las Cámaras, ni puestos en la orden del día para su discusión. Allí estaban el proyecto de presupuesto, el cual, según el inciso 70 del art. 67 de la Constitución, está obligado el Congreso a sancionar anualmente y cuya falta perturba la marcha normal de la Nación, para el sostenimiento de instituciones como el ejército, la marina, la policía, el correo, los ferrocarriles, sin cuyo funcionamiento desaparecería el Gobierno de la Nación, así como para el servicio de la deuda pública cuya suspensión produciría la ruina del crédito nacional. Es un antecedente, que en nuestro país más adelante se brutalizó y se volvió salvaje. No sé si sirven las modalidades comparadas, pero no nos ha faltado ni temeridad -ni imaginación, ni crueldad-, para alterar dramáticamente el orden constitucional -y con él la vida de todos-.

¿Piensa que puede un presidente en Argentina gobernar exclusivamente mediante decretos?

-Intentarlo puede. Tiene a los juristas adecuados, judicializando la cuestión -en nuestro régimen inter alias- puede eternizar las decisiones, tal vez espere que algunas señales positivas hagan dudar a los diputados más dispuestos a ser donantes de gobernabilidad, y en eso consiste la política, en operar sobre la realidad en aras de obtener los objetivos planteados. Pero nunca hay que olvidarse de dos cosas, -primero- que las negras también mueven y que cuando se trata de audacia hay que pensar por lo menos las 20 primeras jugadas. Y –segundo- que la primera regla del sistema es la preservación del propio sistema, porque de lo contrario se empieza a jugar a otra cosa. Por eso digo que puede intentarlo -de hecho ya lo hizo con el decreto n°70-, pero el pronóstico es crítico en cuanto al éxito.             

El peronismo y su actualidad

-En tanto hombre del peronismo, ¿qué evaluación hace del actual estado del espacio y su comportamiento –tanto hacia el interior del mismo como hacia el exterior-? ¿Cuál es su opinión sobre el actual desempeño de los dirigentes y/o funcionarios peronistas en los turbulentos momentos que estamos atravesando? 

-Como hombre del peronismo he escuchado infinidad de veces que la médula es el movimiento y que el justicialismo es sólo una herramienta electoral. Haciendo una síntesis extrema de algo tan proteico como el peronismo digo que si carece de proyecto de cambio inclusivo, si no tiene innovación convocante, y si no esperanza a las grandes mayorías desfavorecidas, entonces no es peronismo, que es la situación que vivimos en este momento. Venimos de un éxito electoral en 2019, pero no gobernamos con éxito. El secreto del liderazgo es saber procesar las derrotas, darles explicaciones plausibles y estar atento a la voz de las mayorías. No hemos hecho esto después del triunfo de Milei. Es como si estuviéramos esperando el pistoletazo de largada de la carrera hacia algo incierto que el peronismo, para hacerse entender enseguida, llama “poder”. Pero no se trata de las próximas elecciones sino de las generaciones venideras. Tampoco prestamos atención al mundo, no tomamos en cuenta la velocidad con la que se desplaza, y por lo tanto no tenemos política exterior ni posición nítida frente a los organismos multilaterales de crédito. Yo me siento el peor de todos, porque no cumplimos nuestro contrato electoral, por lo que no aconsejo nada a nadie. En lo particular, escribo y publico a repetición, que es lo que me sale, y confronto con las ideas y las palabras. La actual administración va a terminar con todo lo que alguna vez nos hizo sentirnos orgullosos de haber nacido en la Argentina. Y en ese contexto, me enfrento contra todo lo que vaya a dañar a la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.

“Si (el peronismo) carece de proyecto de cambio inclusivo, si no tiene innovación convocante, y si no esperanza a las grandes mayorías desfavorecidas, entonces no es peronismo”.

La política exterior en visión de un ex canciller

-Desde su experiencia como canciller, ¿qué puede expresar sobre el derrotero de la actual administración en materia de política internacional? 

-Este gobierno tiene ideas, pero no proyectos o programas. Corrige el rumbo, y las alianzas, los privilegios, los tonos, los énfasis, de acuerdo con cómo le va yendo. No soy amigo de actuar -o no hacerlo- por el riesgo que una acción pudiera acarrear. Pero sí de tener una conciencia acabada de qué peso puede soportar nuestra espalda como país, de nuestras mejores tradiciones, de con quiénes debemos ser altivos y circunspectos y a quiénes podemos considerar aliados en ciertos dominios. En fin, de saber dónde seré bien recibido y me sentiré cómodo y útil, y dónde estaré sobrando, y por lo tanto haciendo el ridículo. El respeto a nuestra Patria es esencial en el ejercicio de esa tarea.

Sobre Piñera: “Un neoliberal que vivió varias vidas en una y dedicó una a la política y todas las demás al dinero”

Piñera NA

-Usted ha sido embajador en Chile en tiempos de la presidencia de Sebastián Piñera. ¿Qué reflexión hace -en razón de su reciente fallecimiento- en cuanto a la trascendencia de su figura hacia adentro de su país y hacia Argentina y la región? 

-A ver, hay hechos y debería hacer conjeturas. Prefiero los hechos, porque es allí donde están las fracturas y continuidades. Sí, fue un demócrata. Un demócrata neoliberal, y como tal sus derechos eran más importantes que los de los demás, y sus tropelías menos imperdonables. En 1982, el juez Luis Correa Bulo lo imputó como presunto autor de infracciones a la Ley de Bancos y fraude en su gestión como gerente del Banco de Talca. Estuvo involucrado en la saga de las empresas zombis desde 1992 a 2004 para eludir el pago de impuestos. Fue activista de negocios siendo senador con Endesa España. Usó información privilegiada para hacer negocios. Se valió de sociedades en las Islas Vírgenes Británicas para escapar del control legal y moral de los ciudadanos de su país. Antes de su deceso estaba trabajando en un programa para la unión de la derecha chilena: un gran acuerdo sobre las bases esenciales de un proyecto de país que iniciaba con un compromiso claro y categórico con la democracia, el estado de derecho, los derechos humanos; un compromiso con la economía social de mercado libre, abierta, competitiva, y además con responsabilidad fiscal; un compromiso con la derrota a la pobreza y por una mayor igualdad de oportunidades; un compromiso con igualdades básicas, como la igualdad ante la ley entre hombres y mujeres, como la libertad de conciencia, de culto, de expresión, de reunión, de emprendimiento y de elección, y un compromiso también con algunos principios básicos como la protección del medio ambiente. En fin, un neoliberal que vivió varias vidas en una y dedicó una a la política y todas las demás al dinero. 

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