Piden crear una empresa de alimentos para combatir la suba de precios

 

 

Especial para La Nueva Mañana

El año comenzó con precios en alza. La inflación golpea la puerta de los hogares y arreció en las góndolas de los comercios. No importa cuándo leas esto. El último relevamiento de Indec dio cuenta que el aumento de enero fue el más alto de los últimos nueve meses. Se trata de subas impulsadas principalmente por Alimentos y Bebidas, que con incrementos en torno al 5% fue el rubro que más incidió en la inflación general de principio del 2022. Puntualmente, los alimentos frescos fueron los que mostraron alzas más pronunciadas.

En Córdoba, las subas de precios que mide el Centro de Almaceneros fueron apenas por debajo del registro de Indec. En los comercios “prácticamente” todos los precios se movieron, contó la gerenta del Centro de Almaceneros a La Nueva Mañana. Los incrementos más importantes fueron alrededor del siete por ciento y se dieron en aceites y farináceos, detalló Vanesa Ruiz. El sector vive con “incertidumbre” esta dispersión de los precios que “aparecen sin un patrón determinado, porque muchas veces una empresa que ya movió sus precios trae nuevas actualizaciones”.

“Mal acostumbrados”

Los supermercados tampoco escapan a esta realidad cuando “el 80%” de sus “proveedores movió las listas” de precios, explicaron a LNM desde la cámara. Si bien el sector no registra subas “de dos dígitos”, expresó el presidente de la Federación Argentina de Supermercados, las mayores subas se dieron en: “bebidas, fiambres, lácteos, pan y derivados”. Víctor Palpacelli enfatizó que los índices inflacionarios oficiales publicados recientemente “son parecidos a los de enero del año pasado”. Sin embargo, para el titular de la red Almacor, en los primeros dos meses del año venimos “mal acostumbrados a índices bastante importantes”. 

A todo esto, desde el entorno del ministro de Economía analizan que los 3,9 puntos de inflación general se explican, principalmente, por los precios de los productos estacionales. Así, destacan que, sacando del análisis las frutas, verduras y servicios asociados al turismo, la inflación núcleo cayó en relación a diciembre al volver a ubicarse en torno al 3%. En el mismo sentido, el secretario de Comercio Interior dijo en declaraciones radiales que tanto la entente con el FMI como los acuerdos de precios actuarán como “ancla antiinflacionaria”. Roberto Feletti remarcó que no hay una “aceleración” de la inflación y que este año puede terminar por debajo del acumulado del 2021 (50,9%).

No obstante, el alza de los precios genera incertidumbre y castiga al bolsillo de gran parte de la economía informal, especialmente. De este modo, frente a una inflación de los alimentos que acumula un 50% interanual y con verduras que aumentaron su valor un 80% solo en enero (caso del tomate), el debate sobre cómo debe intervenir el Estado para contrarrestar la dispersión toma centralidad. En la última semana, la propuesta de la creación de una empresa estatal de alimentos sonó fuertemente en diferentes medios y despachos oficiales, inclusive.

Creación de una empresa nacional de alimentos

Rafael Klejzer, dirigente social y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, propuso que el Estado intervenga en el mercado de alimentos generando competencia y previsibilidad. ¿De qué modo? “Una de las herramientas para controlar precios es la creación de una empresa nacional. Es un secreto a voces. Todo el mundo lo piensa”, aseveró Klejzer al ser consultado por LNM. Se trata de una empresa testigo que establezca “una alianza muy fuerte con los pequeños y medianos productores” protegiéndolos de quienes concentran y “dominan” el comercio minorista. Es decir, las multinacionales que compran barato y venden caro los alimentos para luego girar el excedente a sus casas matrices, explicó. 

Además, el Estado tiene la capacidad de desarrollar una estructura con cámaras de frío para stockear alimentos garantizando la oferta constante durante el año. De este modo se evitaría la escasez por estacionalidad que repercute en el precio. “En líneas generales”, explicó el referente del Movimiento Popular La Dignidad, “es recuperar la potestad del Estado en la planificación de la producción de alimentos; marcando sociedades, generando condiciones, siendo aliado del productor”. Ya hay experiencias que marcan el camino: “Sol Puntano”, la láctea municipal tucumana “La Overita”, “La Pampa Ceret” o el complejo de empresas públicas riojano son “casos exitosos” de iniciativas “público privadas”. Para Rafael Klejzer “hay un bloque de fuerzas muy importante” apoyando esta iniciativa, por tanto, no descarta que haya “novedades” “en muy poco tiempo”.

Una de las experiencias mencionadas por Klejzer había sido valorada por el presidente Alberto Fernández en más de un discurso. Se trata de la empresa láctea provincial Ceret que se destacó por duplicar su producción en un año, diversificando también sus productos. Así, la planta inaugurada en el 2018 en General Pico para hacer frente a la crisis tambera, hoy llega a más de 500 comercios pampeanos con un precio casi un 40% más bajo que los habituales. De este modo fija el precio de referencia y también otorga mejores condiciones a los tamberos de la cuenca lechera pampeana.

La inflación sorprende al mundo

En la región los precios también tomaron la curva alcista, inclusive en economías sin inflación. Hay preocupación en el principal socio comercial de la Argentina, ya que su política de tasas altas para desinflar los precios podría ahogar la economía. Brasil acumula una inflación interanual de 10,38% y en enero hubo subas por 0,54%, la más alta para ese mes desde el 2016. Al igual que acá, los alimentos explicaron el salto inflacionario. Según el Instituto Brasilero de Estadística (IBGE) hubo muchos alimentos que escalaron mensualmente entre un 10 y 15%, mientras que la zanahoria, el pepino y otras hortalizas lo hicieron entre un 20 y 28%.

El impacto de la energía en los costos, la mayor sequía en casi 100 años, el aumento de la demanda internacional de alimentos y la emisión monetaria para afrontar las consecuencias de la pandemia son algunas de las explicaciones más recurrentes frente a los aumentos. La realidad evidencia que la escalada de los precios es una de las consecuencias económicas de la coronacrisis. Según relevamientos del FMI, eran 17 las economías con dos dígitos de inflación en el 2019. Luego de la pandemia ese número se elevó a 26 economías, mientras que otras tantas duplicaron sus niveles de aumentos.

Los Estados Unidos, por caso, pasaron de 2,3% de subas acumuladas en 2019 a 7% el año pasado, tratándose de la inflación más alta desde 1982. Si bien las causas son múltiples y el Banco Central norteamericano sube la tasa de interés para absorber los miles de millones de dólares producto de la expansión fiscal durante la pandemia, reconocen que parte de los aumentos no tienen otra explicación que la especulación empresaria. Es el caso de la carne vacuna que acumula incrementos entorno al 20%. Frente a esto, la vocera de la Casa Blanca Jen Psaki reconoció que legisladores progresistas, el secretario de Agricultura y el mismo presidente Joe Biden adjudican estas subas a “la codicia empresarial de los conglomerados cárnicos”. Esto podría llamarse, según la secretaria de prensa del presidente Demócrata, “inflar los precios durante una pandemia”.

 

 

---

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana 
[ Todos los viernes en tu kiosco ]

---