Atico: una alternativa solidaria en la atención de la salud mental

La entidad se conformó primero en un centro de asistencia primaria, y organizado como cooperativa de trabajo en 1986 brinda hasta hoy atención ambulatoria a todos los grupos etarios.

Economía 11/06/2021 Mónica Hernández
Atico
Quince profesionales de la salud mental fueron los socios fundadores dirigidos por el doctor Alfredo Grande.

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ATICO – COOPERATIVA DE TRABAJO EN SALUD PSICOSOCIAL

Quince profesionales de la salud mental fueron los socios fundadores dirigidos por el doctor Alfredo Grande, quien es el presidente honorario y director médico del área asistencial de la institución cooperativista.

El médico psiquiatra y psicoanalista en entrevista con La Nueva Mañana agregó: “En 1997 se concretó el proyecto ‘Décimo aniversario-segunda fundación’ que consistió en la inclusión de nuevos profesionales y desarrollo de nuevas áreas de trabajo. Como cooperativa de trabajo promovemos el crecimiento de la entidad con el fin de asegurar ocupación continua a sus miembros, optimizar el nivel de las prestaciones en salud mental, contribuir al crecimiento personal y profesional de los asociados, además de promover cambios en la comunidad. Por otra parte, la tercera fundación se llevó a cabo en 2019”.

En tanto, como centro asistencial, los profesionales asociados de la cooperativa, cuidan la excelencia de los servicios que prestan y con su funcionamiento autogestivo facilitan la práctica interdisciplinaria, que a través del Sistema Nomencoop posibilita la asistencia de las personas que, por dificultades económicas transitorias, no puedan asumir los honorarios que establece la institución.

“Nosotros en forma remota, es decir a través de las diferentes redes, les brindamos la misma atención que antes de la cuarentena, inclusive mucho más porque instrumentamos un dispositivo llamado ‘Respiradores Vinculares’, campaña para brindar atención inmediata, que sigue funcionando muy bien y en ese sentido en ATICO el trabajo siguió y hasta aumentó”, comentó Grande.

Aislamiento social, vacunas y trabajo 

-Ustedes trabajan con limitaciones y a su vez con la posibilidad de hacerlo en forma remota, pero este aislamiento va a dejar muchas secuelas en todo sentido…

Lamentablemente eso es lo que no se ha previsto de la manera adecuada. Se ha insistido mucho en el aislamiento y nosotros realizamos el año pasado una actividad que se llamó “El daño de lo necesario” que justamente, si bien aceptamos que el aislamiento era necesario, no se tomó en cuenta el daño que generaba sobre todo en la manera de prevenirlo. Creo que ahora lo estamos padeciendo de una manera muy intensa, con todos los padecimientos subjetivos, tanto a nivel de cada persona como en las relaciones más cercanas, en algunos casos con mucho sufrimiento y en otros este #quedateencasa funciona, pero hay que tener casa y en este caso hay mucha gente que tiene la menor de las posibilidades de acatar este aislamiento. Como trabajadores todos son esenciales, todos los trabajos son esenciales; en este sentido todo se está descontrolando.

Con respecto a las vacunas, el psiquiatra sostuvo que “son necesarias aunque no suficientes, no es una política sanitaria apostar solo a las vacunas, porque son una parte del problema, pueden ser una parte de la solución pero no la única, pues, repito, no se puede reducir todo a las vacunas, porque es un resultado insuficiente”.
En tanto, para el especialista no existe una credibilidad, una conducción sanitaria y cree que la debacle comenzó después de la desvinculación de Ginés González García, momento en el cual se empezó a observar una menor aceptación social del aislamiento, a pesar de las cifras de contagios. Por ello, desde la cooperativa siguen trabajando en la prevención y la asistencia en lo que se podría llamar el daño subjetivo por el aislamiento, porque este “agrava todos los males, no inventa nada”.

Además, para todas las personas que viven de su trabajo, “este es esencial para ellas, pues si no trabajan, no viven, o sea que todo trabajador por su condición ya es esencial, nadie puede dejar de serlo, salvo aquellos que pueden seguir percibiendo su salario sin concurrir a sus puestos de trabajo y con la ayuda social no alcanza, pues lo que perciben no alcanza puesto que está por debajo de la canasta familiar”, finalizó. 

ATICO tiene sede en Teodoro García 2.578, barrio de Colegiales, Buenos Aires. WhatsApp: 549116527-2425, e-mail: [email protected] 


Acerca del cooperativismo

Alfredo Grande intervino en el último encuentro de Fecootra celebrado el mes pasado y dijo respecto de las cooperativas: “El enemigo de la cooperación no es la competencia sino la rivalidad. Pienso que competir es algo estimulante y que tiene que ver con la calidad del producto y de las acciones, rivalidad es exterminar al otro para quedarse con sus bienes, su mercado. Creo que en ATICO intentamos hacer cooperación, competencia, pero como dentro de un mismo registro, de colaboración, de emulación y lo de rivalidad se lo dejamos las empresas capitalistas, que saben mucho de eso”.

En tanto, se refirió a la Cooperativa Mondragón (N. de R.: grupo de cooperativas y empresas originado en 1959 en el País Vasco y extendido a todo el mundo, siendo el 2º grupo empresarial de la economía social de España) como algo “maravilloso para mí y por ello les pregunté a mis docentes de una beca de estudios que obtuve en 1986, cómo fue que surgió ese monstruo, entonces ellos me respondieron: ‘los fundadores son vascos y a los vascos se les mete la idea y lo hacen’. Fue a partir de allí que se me metió la idea del cooperativismo y pusimos un aforismo en la fundación de ATICO que dice: ‘No nos falta valor para emprender ciertas cosas porque son difíciles, sino porque nos falta valor para emprenderlas’”.

 

 

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