Córdoba y el dilema del agua para consumo de su población

Caracterizada como un territorio mediterráneo y semiárido, la provincia de Córdoba debe extremar las acciones para proveer de agua de calidad a sus habitantes. La receta de otros tiempos ya no es tan viable y se necesita hacer nuevas obras.

Suplementos - Ed Impresa29/11/2019Miguel Angel PerinMiguel Angel Perin
obra los molinos cba
Obras durante la construcción del Canal Los Molinos-Córdoba.

Suple 15 - Vida Sustentable V - Bnr

El secretario de Recursos Hídricos de Córdoba, Edgar Casteló, analiza la situación general de la provincia en cuanto a la disponibilidad del vital elemento. El agua es un activo fundamental para la vida y el desarrollo de las comunidades. Para cuidarlo también se requiere una eficaz política de saneamiento que parece ir más lenta que el crecimiento de la demanda.

-¿Cuál es la situación de Córdoba en cuanto a la disponibilidad del recurso hídrico a partir de su situación geográfica y su climatología?

- Nosotros estamos enmarcados en una provincia semiárida. Y eso marca muchas diferencias estacionalmente, en lo que es el invierno y el verano. Y también tenemos muchas diferencias cíclicas. Hemos tenido ciclos de mucha sequía y ciclos de mucha abundancia de lluvias. Pero a su vez, también la distribución areal de la provincia es bastante atípica. Tenemos precipitaciones medias en el sur o sureste de la provincia de 850 a 900 mm anuales y en el noroeste de la provincia tenemos precipitaciones del orden de 500 a 600 mm anuales. Eso marca también dentro del territorio de la provincia cómo espacialmente se distribuyen los recursos. Otra cosa que es muy marcada en la necesidad de los acueductos es la calidad del agua. En realidad, la calidad del agua acota mucho la disponibilidad del recurso, de la fuente local que nosotros llamamos. Por eso nacen en el siglo pasado una gran cantidad de acueductos para cubrir todos los sectores con arsénico que tenemos en la provincia que están desde la cota 100 a 120 metros sobre el nivel del mar. Allí se empieza a tener problemas con el agua, que pueden ser por la presencia de sales, y el más complicado que es el arsénico, más hacia el este.

-¿Cómo se afrontó este inconveniente?

- Ahí nacen los acueductos en el siglo pasado. En las décadas del ’30 y del ’40 se empiezan a pensar los acueductos para la zona este de la provincia. A partir de ahí se proyectan una serie de obras para ir reforzando esos acueductos o llevar agua a otras regiones. El actual Plan de Acueductos tiene 12, 13 acueductos, de los cuales 6 están financiados por el Fondo de Kuwait. De esos 6 acueductos, hay dos en ejecución. El de Alta Gracia – Valle Alegre, que es en la zona metropolitana, fuera de la ciudad de Córdoba. Se trata del refuerzo de una planta y la construcción de un acueducto. El otro que está en ejecución es el acueducto entre Pichanas y El Chacho, bien en el arco noroeste de la provincia. Va desde el dique Pichanas hasta El Chacho, una localidad de 400 habitantes, que está bien en el límite con La Rioja. Esto está ubicado sobre las Salinas Grandes. Ahí el problema de calidad de agua no es por arsénico pero si por sales, el contenido es de 300 miligramos por litro. De las otras obras, está el llamado a licitación del acueducto de La Para a Altos de Chipión, con un ramal que baja de Balnearia a Miramar. Están también el acueducto de Traslasierra, el de Sierras Chicas Norte, también en la zona metropolitana fuera de la capital de Córdoba, para todo el cordón de Sierras Chicas. Estas serían las obras que se financiarán con el Fondo de Kuwait. Los otros fondos que se han explorado son los de Abu Dhabi, con un paquete de otros 6 acueductos. Y el acueducto más importante, que es una obra estratégica para cubrir los excesos de demanda por la estacionalidad que mencionaba para disponer del recurso hídrico local en la provincia de Córdoba, que es el acueducto desde el río Paraná a San Francisco, en una primera etapa.

- Respecto a la zona de Sierras Chicas que ha tenido problemas para la provisión del agua para sus habitantes, ¿este nuevo proyecto va a satisfacer esa demanda?

- Sí. La propuesta de este nuevo acueducto es desfragilizar el sistema del recurso hídrico superficial. El dique La Quebrada tiene la cuenca de aporte muy chica. Se han concretado todas las obras que se plantearon para este corredor. El problema es el progresivo crecimiento que tiene toda esa región, y el hecho de apoyarse en un recurso hídrico superficial como es el dique La Quebrada, que tiene una cuenca muy chica. Son 42 kilómetros cuadrados de aporte contra el San Roque que tiene 1.750 kilómetros cuadrados. Eso da una idea de la diferencia de las cuencas de aporte. El acueducto Sierras Chicas Norte se abastecería de una batería de perforaciones ubicadas al norte de Colonia Tirolesa, entre General Paz y Colonia Tirolesa. La propuesta de este acueducto es desfragilizar el sistema mediante la toma de agua subterránea de muy buena calidad y cantidad, por las recargas que reciben desde la zona de sierras, y bombearla hacia las zonas pobladas. La ventaja es complementar con la fuente superficial y utilizarla en el sentido de no secar el dique La Quebrada en caso de que no haya precipitaciones.

Castelo - Firma Convenio
Casteló (centro)durante la firma de un convenio con la Municipalidad de Toledo para la ejecución de obras destinadas a reforzar el sistema de abastecimiento de agua potable de la localidad.

- ¿El modelo de construir diques para tener el recurso hídrico se ha agotado?

- En general diría que sí. Los grandes diques no hay mucho más espacio para ejecutarlos, más allá que uno vea un lugar en que pueda disponer de un buen cierre, de un buen volumen de acumulación. Para tener una idea, el San Roque tiene un volumen de 200 hectómetros cúbicos. En el caso de Los Molinos es de 320  hectómetros cúbicos. El Embalse de Río Tercero tiene 560 hectómetros cúbicos. Lograr conseguir esos vasos, esos cierres con esa magnitud de embalsamiento, diría que no queda esa disponibilidad en la provincia. Lo cual es un problema pero también nos lleva a optimizar el uso de los embalses que tenemos disponibles. El caso de La Quebrada es distinto porque tiene un embalse de 3 hectómetros cúbicos, es muy chiquito, más allá de que la obra es prácticamente muy parecida a la del San Roque.

- En la zona de Sierras Chicas se anunciaron obras que tardaron varios años para atender la demanda de esa región…

- La primera crisis hídrica importante fue en el 2004-2005, que fue la que abrió la necesidad de la obra del acueducto para Unquillo y Río Ceballos. Se amplió la planta potabilizadora de La Calera y en el año 2007 se empezó a construir el acueducto. Se terminó en aquel momento pero lo que pasa es que es muy difícil poder acompañar el crecimiento poblacional de ese sector. El Departamento Colón es prácticamente el que más ha crecido poblacionalmente en la provincia. Todos los pronósticos y proyecciones que uno estima para la ejecución de una obra prácticamente no responden a la necesidad real una vez que está emplazada la gente para cubrir esa demanda de agua. Este verano planteamos una serie de obras de emergencia que ya se están ejecutando, que es la captación del Pozo Malvinas, que en la crecida del 2015 se rompió y en la crisis de este año definimos con todos los intendentes y las cooperativas ejecutar esa obra y el Pozo del Peñón en Río Ceballos. Las obras están en ejecución, están a punto de finalizar. Ante un nuevo período de escasez de lluvias el dique La Quebrada está a un metro del vertedero, con bastante agua para la época.

- ¿Qué influencia tienen sobre el manejo del recurso los eventuales problemas de contaminación en el Lago San Roque, la principal fuente de provisión de agua para la capital de la provincia?

- En general, uno percibe algunos episodios con problemas de olor y sabor en el agua, pero eso tiene que ver con un alga que no es perjudicial para la salud. Eso en primer lugar es lo que uno puede percibir. No hay inconveniente con eso y las plantas potabilizadoras están preparadas para poder abatir el resto de las algas que puedan generar algún inconveniente y no se trasladan al agua. En lo que hace a la necesidad de las obras de cloacas en la cuenca alta, es importante tener en cuenta que la jurisdicción sobre las cloacas y el agua potable es de cada uno de los titulares del servicio en las localidades. Hace algunos años se hicieron las plantas en Valle Hermoso, La Falda, y en la propia Villa Carlos Paz, pero no se ejecutaron las redes colectoras domiciliarias. Son obras por las que se firmó un convenio con la Provincia el año pasado y se empezó a ejecutar una primera etapa. Este año se firmó otro convenio con financiamiento de la Provincia y las obras las ejecuta la Municipalidad de Carlos Paz. También está el financiamiento, del que se hizo el primer desembolso, con el que se avanzaría en las cloacas de Cosquín y Bialet Massé, que es cuenca media, y el oeste, que es básicamente Tanti. Eso sería lo que llamamos cloaca máxima y planta de tratamiento. También queda en manos de los municipios la construcción de las redes colectoras que seguramente se definirá más adelante con algún aporte provincial.

“Hace algunos años se hicieron las plantas en Valle Hermoso, La Falda, y en la propia Villa Carlos Paz, pero no se ejecutaron las redes colectoras domiciliarias”.

- Otro punto caliente en cuanto a la contaminación del agua es la situación del río Suquía, derivada del mal funcionamiento de la planta de Bajo Grande…

- La Provincia está ejecutando una planta nueva, pero el problema de Bajo Grande le compete a la Municipalidad de Córdoba en cuanto al manejo de esa planta. Se tendría que trabajar de otra forma. Ahí quien está intimando a la Municipalidad es la Policía Ambiental. La planta tiene falencias desde hace algunos años. Con el aumento de los caudales que llegan se complica el tratamiento de ese efluente que genera inconvenientes en el río aguas abajo.

- En cuanto a la situación de las localidades que están aguas abajo, ¿qué impacto tiene este problema para la provisión del recurso hídrico?

- Las localidades que están aguas abajo el vínculo que tienen con el río es por una cuestión de recreación. Ninguna localidad toma agua del río, de ninguna captación superficial. Si hay una serie de perforaciones muy profundas que están desvinculadas del subvalle del río. No tienen que ver y no se registran indicios de contaminación en las perforaciones profundas. Pueden llegar a tener algún problema desde la pesca o la recreación pero en general es bastante poca y cada localidad tiene de alguna manera limitado todo eso.

Acueductos Troncales

Acueducto río Paraná-San Francisco

Se trata de una obra estratégica para el este y noreste de la provincia de Córdoba, ya que a la primera etapa que llegará hasta San Francisco se puede acoplar el sistema de acueductos que ya existe, asegurando el volumen y la calidad del agua para esa región. La segunda etapa del proyecto consiste en conectar San Francisco con la ciudad de Córdoba.

El proceso de licitación de la obra está concluido y se han hecho una serie de gestiones en busca de financiamiento. Si bien en la provincia de Santa Fe se produce un cambio en la conducción de la administración en el mes de diciembre, desde el Gobierno de Córdoba se entiende que esto no será un inconveniente para el avance del proyecto, ya que hay muy buena relación con las nuevas autoridades y ya se trabajó en conjunto sobre esta obra. Obviamente, lo que puede influir sobre la velocidad que tome la concreción del proyecto es el contexto nacional e internacional, particularmente para cerrar el financiamiento que se precisa.

La provisión de agua a Córdoba ciudad

La capacidad instalada que hoy tiene la capital de la provincia es de 7,5 m3 por segundo de agua potabilizada. La Provincia está trabajando en el proyecto ejecutivo para ampliar la planta de Bouwer y se está terminando la rehabilitación del Canal Los Molinos-Córdoba. En este último caso, se trata de una obra de entubamiento desde Despeñaderos hasta la zona sur de Córdoba. La última parte de los trabajos es la vinculación del ducto con la planta ya existente. Eso permitirá sumar 3 m3 adicionales, llevando el horizonte de tiempo útil de esa infraestructura a unos 15 años aproximadamente. En ese lapso de tiempo se estima que se podrá concretar la mencionada segunda etapa del proyecto de provisión desde el río Paraná.

 

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