El país europeo que se quedó sin basura y la importa

Te contamos la historia del país escandinavo que se ve obligado a importar basura para mantener sus plantas de producción de electricidad a base de residuos.

Mundo 19/12/2016
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En Suecia, menos de un 1% de la basura que los ciudadanos tiran acaba en un vertedero. Hace años que el gobierno comprendió que los residuos no son sólo una cifra de impacto medioambiental, sino que también pueden tener un impacto en la economía.

La clave es que el país nórdico utiliza sus residuos como combustible a través de una red nacional de 32 plantas WTE (acrónimo del inglés Waste To Energy, en español, De Basura a Energía) para producir electricidad y, por lo tanto, calor.

Suecia lleva incinerando sus basuras con este fin desde principios del siglo XX, pero ahora el reciclaje es tan efectivo que, desde hace al menos cinco años, el país se ve obligado a adquirir residuos de Reino Unido, Italia, Noruega e Irlanda para alimentar estas plantas.

La directiva europea sobre vertederos, que desde 2001 regula el uso de este tipo de instalaciones, ha impulsado en parte esta situación.

Según datos del Gobierno sueco, estas 32 plantas producen, a partir de la basura, calor para más de 800.000 hogares y electricidad para otras 250.000 casas.

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