Massa, optimista para renegociar con el Fondo y mantener la estabilidad

  

Especial para La Nueva Mañana

El crecimiento de la actividad económica cuesta dólares que el Banco Central hoy no tiene. Para que la economía se mantenga activa hay sectores que requieren importar insumos que permitan incrementar los volúmenes producidos en relación a los del año anterior. La pregunta que surge es de dónde sacará el gobierno los dólares para respaldar la expansión estando escasas las reservas del Banco Central. De lo contrario, de no obtenerlos, es inevitable que la economía cambie de signo y entre en fase recesiva. 

Con este panorama, es menester para el equipo económico conducido por Sergio Massa que la negociación que mantiene con el Fondo Monetario llegue a buen puerto. Llegarían buenas noticias desde Washington, sostienen en el espacio del tigrense, si el organismo acepta adelantar para julio todos los desembolsos previstos en lo que queda del año. Está en discusión un total de u$s10.600 millones y, también, cuánto de ese paquete podría usar Economía para intervenir en el mercado de cambio, ya que estos desembolsos del Fondo están atados a pagos de vencimientos con el propio organismo.

Massa contaría con apoyo del establishment financiero

Pese a que la reunión con el organismo multilateral de crédito se dilata (desde Hacienda preveían viajar a EEUU entre el 12 y 20 de este mes), Massa se muestra confiado. Inclusive, dicen que comentó ante empresarios que conseguirá más dólares de lo que la mayoría piensa para intervenir en el mercado y evitar una devaluación con efectos recesivos.  Si bien el círculo rojo valora el expertise político del ex presidente de la Cámara de Diputados, no falta quien recuerde el optimismo que el ministro de Economía también tenía con la desaceleración de la suba de precios. Los 42 puntos de inflación acumulada dejaron en ridículo esas expectativas del tigrense. 

Sobre la imagen que Massa genera en el establishment, un importante consultor económico que mantiene relaciones con el sector financiero norteamericano lo confirmó a La Nueva Mañana que inversores norteamericanos “hablaron maravillas de Massa”, también actores del “mundo financiero duro” que hoy respaldan a los candidatos de Cambiemos quisieran que siguiera Massa. Todos valoran la capacidad del tigrense porque “aquieta el conflicto político”.

Nuestra fuente comentó en off que la demora del acuerdo pasa porque el Fondo ofrece adelantar desembolsos por 5 mil millones, de los cuales el gobierno podría usar mil millones para intervenir en el mercado de cambios. Mientras que el equipo económico está pidiendo el doble y usar u$s6 mil millones de ese total para contener el tipo de cambio. Para este consultor, si se estabiliza el flanco cambiario la economía va a crecer porque “los números no reflejan recesión”. Pero, si la elección es adversa puede ocurrir lo que a Macri en el 2019, que “el mercado financiero va a ser muy severo respecto a las elecciones”, alertó. 

Los acuerdos con China, un alivio

Actualmente, con las exportaciones cayendo 22% en relación al acumulado del año pasado, una de las principales fuentes de divisas con que cuenta el Banco Central para defender el tipo de cambio deriva de los acuerdos con China. Específicamente de la ampliación del intercambio de monedas (swap) por el equivalente en yuanes a u$s10.000 millones celebrado en Beijing a principio de mes. Esto permite transaccionar con el gigante asiático por fuera de la divisa norteamericana. En efecto, genera un alivio contable en los flujos del Central al aliviar la demande de dólares para importar.

Un acuerdo relevante al ser la potencia asiática el segundo socio comercial, a quienes demandamos en lo que va del año importaciones por más de u$s5 mil millones. No pocos consultores advierten que de no ser por este mecanismo habría más regulaciones que desalienten a las importaciones. Por lo tanto, con repercusión en el nivel de actividad económica al disponer las industrias de menos insumos importados para producir. 

El balance que desde el gobierno hacen de la implementación de este acuerdo de monedas es positivo. Inclusive, la medida anunciada por el Banco Central asiático de bajar la tasa de interés china para que su economía no se enfríe es festejada acá, puesto que abarata los costos del swap. En lo que va del año, sostienen informes oficiales, hubo operaciones en yuanes por el equivalente a u$s2.321 millones. Estas transacciones en moneda china podrían superar los u$s3.000 millones en importaciones durante el primer semestre.

En mayo se abarataron las importaciones y aumentaron en cantidades

La caída de la importación de combustibles es otro factor que alivia la balanza entre ingreso y egreso de dólares. Este año, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado cuando la suba de la energía demandó más dólares de los previstos, los precios internacionales bajaron. Además, las obras de infraestructura realizadas para sacar el combustible fósil de los yacimientos (gasoductos y oleoductos), estimulan la producción de las petroleras. El resultado de este combo es una disminución del 25% de los dólares destinados a la compra de gas natural.  

Ingresó más maquinaria debido a la mejora en la actividad industrial

Por otro lado, el último informe de Indec sobre comercio exterior muestra que, en mayo, el valor de las importaciones cayó, pero aumentaron las cantidades. Se abarataron las compras al exterior y aumentaron las mercancías que arribaron a los puertos argentinos. ¿Pero qué se importó? Se destacan los insumos y maquinarias, que superan a las cantidades importadas hace exactamente un año atrás en un 10% y 6%, respectivamente. Incrementos compatibles con el nivel de actividad positivo que viene mostrando la industria. 
¿Por cuánto tiempo más podrán mantener en alza a las importaciones que son claves para la actividad económica? La pregunta toma espesura más aún cuando vemos que el equipo económico agotó prácticamente todos los instrumentos que están a su disposición. Por el lado de la demanda de los verdes, ya se aplicó torniquete para la dolarización de carteras, regulación de las importaciones y postergación de los pagos a los proveedores externos. 

De lo anterior se desprende que en la medida en que no ingresen verdes como resultado de las exportaciones o vía otros mecanismos alternativos la inestabilidad cambiaria continuará marcando el pulso de los acontecimientos. Desde luego, la principal amenaza a una economía que se mantiene a flote con una inflación proyectada de tres dígitos. 

  

---

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana 
[ Todos los viernes en tu kiosco ]

---