“En Argentina existe un supra poder que condiciona la vida de todos”

El director de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, dialogó con La Nueva Mañana sobre la realidad política nacional y las perspectivas de cara a 2023.

Ed Impresa 16/12/2022 Flavio Colazo
Rossi Agustin © gentileza
Hoy “la derecha” argentina no sólo es un partido político, dijo Rossi. Foto: Gentileza

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Especial para La Nueva Mañana

El santafesino Agustín Rossi conversó con La Nueva Mañana para analizar la realidad política nacional y las perspectivas de cara a 2023. Una vuelta por los sótanos.

A los servicios de Inteligencia suele llamárselos “los sótanos de la democracia”. ¿En qué estado encontró a dichos “sótanos”?

-En buen estado, debido en gran parte a la gestión de la Interventora que me precedió, Cristina Caamaño, que fue muy eficiente; ella encontró una cantidad muy grande de irregularidades en la agencia, todas -algunas muy conocidas y otras no tanto-  son provenientes de la administración 02015-2019, fueron denunciadas y han sido elevadas a la Justicia; además la interventora trabajó fuertemente para evitar que eso pueda volver a suceder dentro del organismo, y ese objetivo ha sido cumplido. Hoy la AFI se ocupa únicamente de producir información para inteligencia estratégica nacional. 

En tanto director de la AFI, ¿cómo valora las filtraciones de Telegram -de un grupo de jueces, ministros y empresarios de medios- que convulsionaron a la sociedad? 

-No corresponde, como director de la AFI, que exprese ninguna valoración sobre el material filtrado. La Justicia ya está actuando en el tema en dos planos. Uno respecto a un espionaje ilegal posible, y otro en relación a los efectos que han generado este encuentro entre jueces, fiscales, directivos del Grupo Clarín, el ministro de Seguridad de CABA y otras personas expertas en comunicación e inteligencia. Ahora, en cuanto político sí me puedo expresar, y en tal sentido acuerdo con lo expuesto por la vicepresidenta en tanto a que ha quedado expuesto plenamente que este grupo conforma un poder paralelo, un supra poder, direccionado por el jefe máximo del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, que orienta y direcciona al partido judicial, partido que procesa a los dirigentes de nuestro espacio  y otorga impunidad para los de JxC. Alguna vez se le atribuyó a Magnetto la frase: “presidente, puesto menor”.  Yo creo que hoy la expresión debiera ampliarse a “la política, cosa menor”. Porque él sabe que le basta y le sobra con tener domesticado -y a su servicio- al Poder Judicial para condicionar la vida política y social de los argentinos. 

Desde ciertos sectores hacia el interior del FdT se emitieron críticas al desempeño de la AFI respecto del intento de magnicidio… ¿Cuál ha sido el rol de la AFI? 

-En primer lugar quiero dejar bien en claro que en ese momento no había ninguna función que la Agencia tuviera a su cargo respecto a la seguridad de la vicepresidenta, y dentro del marco de sus actividades;  no formaba parte de la custodia ni de ningún operativo especial alrededor de ella. En segundo lugar quiero destacar que  la AFI  actuó presentando la denuncia -en el fuero federal- a partir de un conversatorio público en el cual se lo puede escuchar a Jonathan Morel (líder de Revolución Federal) diciendo que quisiera infiltrarse para asesinar a CFK (“me infiltro 7 días y después paso a la historia”), o preguntándole a un soldado voluntario -que expresaba conocer a Máximo Kirchner– por qué no lo había matado, y también pronunciando amenazas contra el presidente Alberto Fernández. La AFI presentó una denuncia en dos sentidos, uno -que se desprendía del conversatorio- sobre delitos de amenazas, intimidación pública y del orden público, y otro en sentido a la vinculación entre Revolución Federal  y Los Copitos. La denuncia fue presentada en el marco de la causa que lleva adelante Capuchetti, pero ella entendió que no era de su competencia, y que se debían estudiar en causas separadas; y la Cámara confirmó la decisión de la jueza, de modo tal que la causa terminó en manos de Martínez de Giorgi, quien avanzó en la investigación y detuvo a cuatro integrantes de Revolución Federal, pero luego la Cámara ordenó liberarlos, aunque luego procesó a esos 4 integrantes, e hizo y llevó adelante un dictamen que merece ser leído atentamente, por lo que expresa “que los discursos de odio, pronunciándose sistemáticamente, pueden ser posible causa de un intento de asesinato”. 

La mirada del político

¿Qué reflexión le merece el veredicto de la causa Vialidad y las reacciones posteriores de Cristina Fernández, del arco político y de la gran parte de la sociedad que se referencia políticamente en la vicepresidenta? 

- Existe un supra poder liderado por el Grupo Clarín y por su mayor accionista, Héctor Magnetto, y que tiene una fuerte vinculación en el ámbito del Poder Judicial, conformando lo que llamamos el “partido judicial”, que no es todo el Poder Judicial, sino el grupo de jueces y fiscales  que actúa en defensa de los intereses de los grande grupos económicos -principalmente Clarín- y atacando a los dirigentes de nuestro espacio (FdT y peronismo) y protegiendo a los dirigentes de JxC con una notoria doble vara. Lo que se ve en las filtraciones -los chats- es solo la punta del iceberg, ya que más allá de esta reunión se desprende de las filtraciones que claramente este tipo de encuentros son frecuentes y habituales, y de mayor intensidad. Lo que más me sorprendió es Jorge Rendo diciendo que si quieren confabular lo pueden hacer en cualquier lugar de Buenos Aires. El contenido de las supuestas filtraciones son una prueba flagrante del lawfare –y es lo que más ha incomodado a este supra poder- que condiciona la vida de todos los argentinos; y  digo que condiciona a toda la vida democrática argentina porque de hecho CFK, producto del veredicto de condena, decidió no ser candidata para las próximas elecciones, o también cuando, por ejemplo, ante una decisión del Presidente de la Nación de declarar servicio público esencial a la televisión por cable, a la Internet y a la telefonía celular, se la declaró inconstitucional, dejando sin efecto a esa decisión de proteger y cuidar los derechos de los usuarios de esos servicios. También cuando archivaron las denuncias que hizo el Estado argentino por la apropiación de papel Prensa; y vastos ejemplos más. Yo entiendo que lo que se debe hacer de aquí en adelante es lograr hacer entender a la ciudadanía que en las próximas elecciones no vamos a competir solamente con un candidato de JxC, sino que este va a ser un delegado de ese supra poder.  Y en caso de ganar las elecciones lo que debemos es poder desarmar ese poder fáctico que condiciona  a la democracia argentina y que no permite que esta sea lo transparente y lo genuina que nosotros pretendemos que sea.

¿Cómo definiría usted a “la derecha” argentina de hoy? 

- Hoy “la derecha” argentina no sólo es un partido político, sino que además tiene este supra poder, y también hay que remarcar que está expresando una protección, de alguna forma, a los grupos extremistas de derecha que están apareciendo en nuestro país. Es muy grave que la presidenta de PRO (Patricia Bullrich) no haya condenado el atentado contra Cristina Fernández, y es muy grave –también- que no aparezca todavía claramente la vinculación - y el fuerte involucramiento-  de un grupo empresarial, mayúsculamente relacionado al gobierno de Cambiemos, como lo es el grupo de la familia Caputo, financiando al grupo Revolución Federal. Quienes no condenan a los grupos de violencia de extrema derecha terminan legitimando su accionar.  

Hace pocos días atrás se descubrió que aquel misil extraviado en 2015 –un antitanques TOW A/2-, estando usted a cargo del Ministerio de Defensa, en verdad había sido robado por personal de la fuerza… ¿Cómo asume el tema de la resolución del tema del misil? 

-Cuando me enteré que había sido robado el misil antitanque TOW -de un Regimiento de La Plata- mi actitud inmediata como ministro de Defensa, allá por el año 2015, fue instruir al jefe del Ejército para que haga la denuncia correspondiente, y presenté al Ministerio de Defensa en la querella. Siempre estuve convencido que fue una maniobra para desacreditar al gobierno de Cristina Fernández y a mi desempeño profesional y personal. No había en ese hecho una intencionalidad de obtener un lucro económico por parte quienes lo robaron, ya que un misil no se vende en el mercado negro, y no  se robaron la totalidad de los elementos necesarios para utilizarlo. El episodio sucedió en enero, que es cuando se producen los recambios de los jefes de  regimientos, entonces estaba claro que había sido sustraído por personal militar. Ahora, después de 7 años, apareció el misil, y la Justicia dictaminó rápidamente, y encontró tres responsables militares -quienes fueron tan burdos que dejaron la caja abierta para que sepa que se lo habían robado. Estos tres hombres rápidamente se alejaron del Ejército y pasaron a las filas de la Policía de CABA. Ese tema, en su momento, se aprovechó para desacreditar mi accionar profesional, y algunos periodistas llegaron a decir que yo estaba denunciado… ¡cuando yo era el denunciante! Hoy esta determinación judicial, junto a la aparición del misil, ponen las cosas en su lugar respecto a ese episodio.  

  

 

La Nueva Mañana - Semanario de Edición Impresa 289

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