“En momentos de crisis la historieta entra en ebullición”

Especial para La Nueva Mañana

Alejandra Meriles es investigadora en historieta. Hace poco dictó en la universidad el curso “La historieta como medio, y los medios en las historietas” y La Nueva Mañana decidió entrevistarla para hablar de la historieta como lenguaje, la relevancia del género y sus posibles funciones, la situación actual sostenida por un gran desarrollo autogestivo, sus ámbitos de circulación, y la presencia femenina en el sector.

“Es increíble, en los momentos de crisis la historieta entra en ebullición”, explica Alejandra, “en los momentos de estabilidad socioeconómica hay otro tipo de tensión que no es la tensión de supervivencia. Ese deseo de supervivencia es muy joven, es muy difícil encontrar una persona de 40 o 50 diciendo ‘quiero hacer la mía’, pero en el mundo de la historieta te mantenés eternamente joven. No hay una industria mainstream argentina, entonces con flexibilidad podés estar laburando para empresas extranjeras con algún rol particular y además estar manteniendo tu voz propia y fortaleciendo la autogestión”.

Como arte, medio de comunicación, género literario, ¿cómo definirías vos a la Historieta?

- Incluso cada autor tiene una definición particular sobre “qué es la historieta y cómo debe funcionar”. Algunos privilegian la cuestión artística, expresiva, hacen historietas de autor; otros son muy flexibles trabajan en revistas, hacen humor, la tira... La historieta es todo eso.

Según Masotta, es un lenguaje simple, tiene pocos elementos y con la combinación de ellos se pueden lograr todas estas cosas.

¿Cómo ves que se articulan (o no) el ambiente más académico con el de producción y consumo cultural?

- Es parte de una discusión, pero a mí me gusta que el investigador sea fan. Muchos primero empezaron a investigar y después a producir, o al revés; desde su experiencia como guionista o dibujante empezaron a participar en reuniones académicas, con mucha teoría propia. Considero que cada autor tiene una teoría de la historieta, una teoría en acto, y enseña en sus talleres esa teoría. Se nota cuando sus alumnos desarrollan y mantienen cierta visión.

Durante algún tiempo tuve resistencia a “estudiar” la historieta porque no quería ‘desencantar’ el hobbie de mi infancia y adolescencia. Pero se puede seguir trabajando y esclareciendo la percepción que una tiene acerca del objeto que le gusta, más aún, comunicándole a otros. No es solamente escribir, también es hacer ponencias, ir a congresos, jornadas de artes visuales o de literatura. Ese tipo de posicionamientos te permiten ser fan, estudiar la historieta, comprarla, participar con los lectores, con los autores, hacer entrevistas, estar muy en contacto a través de las redes y tratar de llegar a los fans directamente.

Si bien la Historieta pisa cada vez más fuerte, en algunos ámbitos no es tan valorada como otros géneros, ¿por qué?

- Tal vez la respuesta tiene que ver con que la historieta nació en el periódico sensacionalista amarillista donde salieron las primeras tiras. Quizás hay cierta percepción de que la historieta es prescindible, o que se lee y se puede tirar como el diario. Es raro encontrar todas las tiras juntas en un mismo libro. Eso fue cambiando históricamente. Quien legitima este nuevo formato soporte es Will Eisner, quien era un dibujante de Estados Unidos que trabajaba en la industria. En algún momento empezó a compilar sus historietas, pasar del formato de revista semanal al libro con lomo, impresión más cuidada y eso fue lo que hizo que pueda estar en las librerías, y esto permitió que entrara en las categorías de literatura o de literatura para niños. También con distintos temas: historieta histórica o biográfica, cómic reportaje, novela gráfica, tomos que se preparan directamente para libro, con una intención distinta a la de solamente entretener.

Inclusive la noción de entretener está buena. En una entrevista, el guionista Carlos Sampayo supera el sentido de entretener como esta noción de sentido superficial banal, la risa fácil. Él dice ‘entre tener’ o sea ‘tenerse entre ambos’. En el diario, una sola viñeta que cumple una función editorial -como las de Rep en Página 12- parece que uno se ríe solo en la calle leyendo, ¿con quién se está entreteniendo? Primero con el autor que lo hizo y también a partir del diario con todas las personas que lo puedan haber visto, estás entretejiendo con esas personas porque hay un tipo de código compartido de lectura.

Leer historietas para aprender, para entretener, ¿cuál creés que es el ‘para qué’ de la historieta?

- Si me hubieses hecho esta pregunta el mes pasado habría dicho que la historieta comunica. Justo ahora estoy tratando de analizar algo que se llama ‘cómics abstractos’, son como cómics experimentales en los que no hay personajes, no hay acción ¿puede haber acción sin personajes? No hay algo para comunicar pero se interpretan muchas cosas.

Qué se comunica si es que solamente parecen trazos o un cubo que se va modificando y después se pierde en un punto... Hay un montón de categorías de la literatura que no se pueden aplicar y que sin embargo uno lee visualmente. Tal vez incluso la historieta es un tipo de lenguaje, un tipo de discurso, que puede tanto comunicar como no comunicar. Ser objeto estético en sí ya es suficiente. Otra función de la historieta es la de hacer historia, contar el paso del tiempo; construir comunidad y hacer red.

La historieta y la mujer, ¿cómo ves el ámbito de producción en la Argentina y en Córdoba?

- Nacha Vollenweider, Sukermercado, me gusta mucho el trabajo de ellas. Ahora, cada vez más, hay muchas chicas que se animan a empezar a contar sus historias en forma de historieta, a partir de un punto de vista subjetivo, con estilo propio que van desarrollando. Sol Otero, Gato Fernández. También hay muchas que están laburando en colectivos, Vamos las pibas… Hay mucho trabajo autogestivo de formación.

La historieta permite construir comunidad, para ellas, para el campo de la historieta y explicitar, hacerlo visible para todos los demás.

Para cerrar, ¿cómo ves el movimiento de la historieta en Córdoba?

- Voy a hacer política del gremio: ¡compren historietas!

Desde que falleció Diego Cortés (hace cinco años) él era el pulmón de Llanto de mudo, y Llanto de mudo era el pulmón de los distintos proyectos editoriales en historieta en Córdoba. Desde que él no está se nota su falta.

Es muy común que ciertos proyectos editoriales duren dos, tres o cinco años y terminan y después de un tiempo renacen con otro nombre. Es un campo muy dinámico. En esta situación económica y sociopolítica es muy difícil que alguna empresa cultural tenga continuidad y estabilidad. En el campo de la historieta estamos más acostumbrados o tenemos la resistencia posible para pasar todas las crisis. 

 

---

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana 
[ Todos los viernes en tu kiosco ]

---