Una playa, una cascada y una reserva escondidas en el valle de Punilla

El valle de Punilla es uno de los más ricos de la geografía cordobesa. Te mostramos tres rincones para descubrir y disfrutar en esta primavera que espera ansiosa las lluvias.

Ed Impresa06/10/2023 Vanina Boco
playa japoneses
Fotos: Vanina Boco

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Especial para La Nueva Mañana

El valle de Punilla es uno de los más ricos y diversos de la geografía cordobesa. Alberga cascadas gigantescas, balnearios a montones, lagos, diques, sierras, reservas naturales y un sinfín de lugares y propuestas para conocer y disfrutar.

Es también uno de los más visitados por turistas y locales, por eso elegí tres destinos no tan conocidos para salir del circuito habitual y descubrir algunos de sus tesoros mejor guardados.

Playa de los japoneses

Este primer rinconcito se puede decir que comparte jurisdicción con dos bellas localidades del valle de Punilla: Icho Cruz y Tala Huasi.

Para llegar se debe ir por la ruta N°14 en dirección a Altas Cumbres, y pasar las localidades de Carlos Paz, San Antonio de Arredondo y Mayu Sumaj. La siguiente entrada es la de Villa Río Icho Cruz, que es también el acceso para llegar a Tala Huasi, ya que no se encuentra sobre la ruta.

La avenida Argentina es la principal de Icho Cruz y es la que lleva al puente que divide a este pueblo de su vecino Tala Huasi. 

Para encontrar la Playa de los japoneses se puede optar por usar el Google Maps ya que figura en esta aplicación. O dirigirse por la avenida Chancaní de Tala Huasi hasta que topa con el río. Desde allí, hay que hacer unos 20 metros aproximadamente hacia la derecha y en la curva que toma el curso de agua, está la playa.
De márgenes extensos cubiertos por arena clara brinda grandes espacios para elegir el lugar predilecto y disfrutar del río San Antonio. En esa curva además, se acumulan piedras en el agua que forman como pequeños hidromasajes naturales.

Ingresando por Icho Cruz se puede ir por la calle Los Romerillos y doblar hacia la izquierda en Los Moradillos. Justo al final, hay unas piedras enormes que sirven de mirador y desde donde se tiene una perspectiva de arriba de la playa. También hay una bajada al río que divide/une a ambos pueblos.

Cuesta Blanca

Reserva natural de Cuesta Blanca

En el año 2021, la localidad de Cuesta Blanca incluyó dentro de su área protegida a la conocidísima Playa de los Hippies. Un lugar que vale la pena conocer por su paisaje y por la experiencia que implica llegar hasta allí. 
La siguiente localidad después de Icho Cruz es Cuesta Blanca, y para llegar a este segundo rincón hay que pasar el puente y dirigirse por la avenida Ángel Crosetto hasta el final. 

Allí se encuentra la zona de El Diquecito y el inicio de la subida al cerro que lleva hasta la Playa de los Hippies. Si no se desea o no se puede subir al cerro, es posible tomar desde allí unas canoas que en pocos minutos hacen un recorrido hermoso, rodeado de sierras, hasta llegar a la playa.

Pero, gracias al trabajo que realizan algunas ONG, vecinos y la comuna, ahora hay un área más alejada que se puede visitar.

Para llegar hay que seguir un sendero que sale de la Playa de los Hippies en dirección hacia la izquierda. Está perfectamente delimitado y va bordeando el río pero desde una zona más alta. 

Allí comienza a notarse el trabajo de los guardambientes que trabajan en la erradicación y el control de la vegetación exótica. 

En unos 20 minutos aproximadamente se llega a un alambrado que hay que cruzar, y a los pocos metros se encuentra una zona del río que cuenta con grandes formaciones rocosas, con sierras a la vuelta y una playita de arena para instalarse y quedarse todo el día.

Al estar alejado de la zona más concurrida de la Playa de los Hippies y de la zona urbana, es un oasis de silencio y naturaleza.

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(Foto: Vanina Boco)

Cascada del Indio Bamba

Este tercer lugar también está escondido entre las sierras del valle de Punilla, más precisamente en el pueblo de Casa Bamba.

Al que se puede llegar en el Tren de las Sierras, ya que es una de las primeras paradas del itinerario que termina en Valle Hermoso.

Luego de descender del tren, hay que continuar bordeando las vías en dirección hacia Cosquín, por unos 800 metros aproximadamente, para allí encontrar el ingreso a un sendero que lleva a la Cascada del Indio Bamba.
El camino se hace sumamente entretenido porque va acompañando el curso del agua y encontrando cascadas de todos los tamaños. Además, se genera como un microclima húmedo que ayuda a la proliferación de la vegetación.

La recompensa de esta caminata es la cascada de unos siete metros de altura que cae a una olla amplia y linda. Toda una postal.

  

Edición Impresa Nro.: 331

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