De cara a la elección nacional, la interna opositora escala en tensiones

La pelea de fondo por la candidatura provincial empieza a tener su eco en las provincias y preocupa al armado de JxC que, en Córdoba, alcanzó un acuerdo casi inédito.

Ed Impresa 24/03/2023 César Martín Pucheta César Martín Pucheta
bullrich larreta vidal macri © archivo
“Todos contra todos en la coalición que lidera Mauricio Macri”.

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El lunes, horas después de que el Gobierno de la Provincia de Córdoba oficializara que las elecciones para elegir al sucesor de Juan Schiaretti, Rodrigo De Loredo oficializó que dejaba a un lado sus intenciones de competir por la candidatura a la gobernación y cedía la cabeza de la fórmula de Juntos por el Cambio a Luis Juez. 

Esa misma tarde, Patricia Bullrich llegó a la capital provincial para lanzar la mesa partidaria que se hará cargo de su campaña en Córdoba y celebró la decisión del diputado. “Luis Juez, Rodrigo De Loredo y todo el radicalismo, los dirigentes del PRO, de la Coalición Cívica y el resto de las agrupaciones que se sumaron son un ejemplo de convivencia democrática, generosidad y ganas de ser protagonista de la provincia a partir de diciembre”, dijo luego de su intervención en la Bolsa de Comercio de Córdoba. 

“Los intereses de la gente al frente. Gran ejemplo de Rodrigo De Loredo demostrando que la base de JxC esté en la unidad. Todo mi apoyo a Luis Juez, estoy convencido que este es el camino que los cordobeses necesitan”, escribió Horacio Rodríguez Larreta en Twitter. “Sin importar títulos ni cargos, en equipo, vamos a recuperar Argentina” replicó María Eugenia Vidal, que acompañó la publicación con una bandera argentina y un emoji de corazón. 

Además de acrecentar las chances dentro para el espacio opositor en uno de los distritos más grandes del país, el acuerdo cordobés representa una de las novedades más importantes en el armado nacional de la coalición que tiene, en su pelea interna nacional, la explicación para todos conflictos. 

A tres meses de la oficialización de listas, nadie vislumbra con certeza una salida para la discusión entre Bullrich y Rodríguez Larreta, que la semana pasada se llevaron puesto el acuerdo opositor en Salta. A comienzos de mes, Juntos por el Cambio ya se había dividido formalmente en Tierra del Fuego y Tucumán, con radicales por un lado y amarillos por el otro, pero el de Salta amenaza con el quiebre más significativo desde que comenzó la descarnada batalla entre la ex ministra de Seguridad macrista y el Jefe de Gobierno porteño, que después de semanas de caras pálidas, parece haber ganado algunos apoyos internos que desde hace rato le estaban siendo esquivos. 

¿Qué pasó en Salta?

En Salta se vota el 14 de mayo, el PRO y la UCR ya habían firmado su participación en frentes políticos distintos. Pero en medio de la discusión por la conformación de las listas en el norte del país, Patricia Bullrich aprovechó su cargo de titular nacional del partido amarillo y expulsó a uno de los interventores del PRO en la provincia, acusándolo de haber sido el responsable de no haber firmado el acuerdo con el radicalismo. Esa decisión se había tomado en conjunto por la mayoría de los dirigentes amarillos en la provincia. 

La decisión de Bullrich provocó que, por primera vez, Macri, Vidal y Larreta unieran fuerzas para “ponerle los puntos” a la ex ministra de Seguridad. Según se cuenta detalladamente en una nota publicada en el portal Letra P, “el trío convocó de urgencia a una reunión del Consejo Nacional del partido para la noche del martes, donde las autoridades nacionales y provinciales del PRO determinaron tres cuestiones. 1) Que las decisiones respecto a las intervenciones se definen por consejo directivo; 2) Rechazar cambio de intervención en Tierra del Fuego; y 3) Rechazar sacar a uno de los interventores de Salta, que fue la jugada que motivó la reunión de emergencia”. Esa pelea, que busca limitar el juego de Bullrich acusándola internamente de hacer jugar al partido para los intereses de su propia candidatura, aparece como la génesis de un conflicto mucho más grande que preocupa a todas las partes en el armado opositor. 

Buenos Aires y la Ciudad Autónoma, las dos bombas 

Conducida por el PRO desde el nacimiento mismo del partido en el año 2007, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es cuna por estas horas de la batalla que enfrenta a Rodríguez Larreta con el máximo referente del partido, Mauricio Macri. La discusión es por el poder y se plasma en el debate por la herencia. El ex presidente quiere que su primo, Jorge Macri, se convierta en el próximo Jefe de Gobierno. El año pasado, el hombre que todavía preside el PRO bonaerense dejó la intendencia de Vicente López para hacerse cargo del ministerio de Gobierno de la Ciudad con el objetivo de comenzar a apuntalar su candidatura. Esa decisión casi intra familiar rompió los planes de Larreta que venía amasando un acuerdo con el radicalismo que supondría el apoyo a una virtual candidatura de Martín Lousteau, el líder de Evolución Radical que ya fue rival del actual alcalde porteño en la última elección. El dedo interno empezó a señalar a Rodríguez Larreta y a acusarlo de “entregar la Ciudad”. La primera que se subió a ese tren fue Bullrich, que en las últimas semanas se apoyó en el ala más liberal de la coalición y metió a jugar a Ricardo López Murphy. La intención, más allá de que todo parece indicar que la interna se definirá entre el primo del ex Presidente y el ex ministro de la 125, es contrarrestar el movimiento del intendente que activó las candidaturas de dos ministros suyos para levantar el perfil y evitar las acusaciones dentro de su propia fuerza: Fernán Quiroz y Soledad Acuña. 

Mucho más complejas parecen las cosas en la Provincia de Buenos Aires, donde el PRO tiene al menos cuatro candidatos y todo Juntos por el Cambio cuenta casi una decena. Diego Santilli; Cristian Ritono; el intendente de Lanus, Néstor Grindetti; y el de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, son los amarillos que buscan quedarse con la candidatura para enfrentar a Axel Kicillof en el distrito más importante del país. En ese listado hay que sumar a los radicales Maximiliano Abad; Martín Tetaz; y el intendendete de San Isidro, Gustavo Posse; y a al pichettista Joaquín De la Torre. 

La discusión allí resulta bien sencilla de comprender. Las elecciones en están pegadas a las nacionales, por lo que en el cuarto oscuro habrá boletas provinciales que contarán también con un tramo nacional. El mejor posicionado en esa interna es Santilli, el candidato puesto de Rodríguez Larreta. Bullrich no quiere que la tracción de “el Colo” termine beneficiando a su rival en una eventual interna presidencial de Juntos por el Cambio, entonces empuja la necesidad de internas provinciales apoyándose en el resto de los candidatos amarillos. 

Otra vez Carrió

Por si algo faltaba, Elisa Carrió pegó el portazo en el otro distrito que aparece en el ranking de prioridades estratégicas para cualquier elección en la Argentina: Santa Fe. En medio de un debate que pone a Rosario en el centro de la discusión nacional, la ex diputada decidió no avalar la construcción del Frente de Frentes que se arma para enfrentar al peronismo porque “hay muchas personas vinculadas al narcotráfico”. “Mantener la impunidad no creo que sea la salida”, dijo Carrió y detonó el que quizás era el proyecto de unidad más arriesgado del armado opositor en todo el país.

  

 

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