Dólar: la devaluación al acecho, no importa cuando leas esto

Tras una brecha cambiaria récord, el Gobierno toma medidas para evitar devaluar el peso y defender el tipo de cambio actual. ¿Podrán capear la corrida?

Ed Impresa 29/07/2022 Facundo Piai
Batakis FMI
Batakis volvió de EE.UU. con la aprobación de 200 millones del Banco Mundial, pero con los fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) cada vez más trabados. 

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Especial para La Nueva Mañana

El Gobierno busca desarmar la corrida cambiaria desatada tras la disparada de los dólares paralelos. De ello depende: el ritmo de la actividad económica, que la inflación no llegue a los tres dígitos y las posibilidades electorales del Gobierno. Si bien disminuyeron las tensiones sobre el dólar, en relación a las presiones de la semana pasada, la devaluación del peso no se descarta aún. En los últimos días, el equipo económico anunció medidas para que ingresen dólares al Banco Central, a la par que viene endureciendo el acceso al dólar oficial para diferentes importaciones. 

En un contexto en el que el valor de la energía importada incrementó cerca de un 200% durante el primer semestre y la recuperación económica demanda los dólares de las reservas, el equipo económico habilitó un tipo de cambio diferencial para turistas. Con una mayor cotización para extranjeros, buscan desalentar que los dólares del turismo receptivo se canalicen hacia las cuevas que pagan más de cien pesos por dólar que el oficial. Además, en procura de fondear las reservas también anunciaron un régimen especial para que ingresen los dólares del sector agropecuario. Desde el Gobierno estiman en 23 millones las toneladas de soja aún sin vender. 

La expectativa devaluatoria existente lleva a los exportadores a esperar por un tipo de cambio más conveniente para luego vender. Esto priva al Central de los dólares provenientes de la cosecha, dejándolo efectivamente al borde de la devaluación. En aras de evitarla, para incentivar al campo a vender habilitaron dos operatorias, solo durante el mes de agosto. Una vez que el productor vende la cosecha, con el 70% de esos pesos podrá acceder a un bono que ajusta según el tipo de cambio oficial (dólar linked), así podría cubrirse de una eventual devaluación. Asimismo, con el 30% restante se les permitirá comprar dólares al precio oficial (dólar ahorro), el más barato del mercado. 

Al respecto, Juan Manuel Garzón, economista especializado en el sector agropecuario, dijo a La Nueva Mañana que el campo tiene el mismo problema que “todos los exportadores”: “la brecha” entre los dólares paralelos y el dólar oficial. Por tanto, quienes tienen “activos dolarizados no quieren desprenderse de ellos”. Además, los productores podrían vender por la necesidad de importar agroinsumos para las próximas siembras, pero al no poder acceder a las importaciones, no tienen necesidad de vender, razona. 

Garzón, quien se destaca en el staff de investigadores de la Fundación Mediterránea, señala que la “volatilidad macroeconómica” también desincentiva puesto que desalienta “decisiones de inversión y consumo en el sector”. Asimismo, al recibir el productor de soja “un dólar efectivo de aproximadamente $90, cuando hay cotizaciones que superan los $300”, muchos esperan una baja en la presión tributaria para liquidar. Para el economista y docente universitario, más temprano o más tarde, “los granos se van a vender. El productor produce para vender, no para guardar”. Es clave un cambio de expectativas, destacó. 

Un aliado de Macri en el BID obstruye el desembolso, denuncian fuentes del Gobierno

En este contexto, la ministra de Economía Silvina Batakis tuvo su bautismo de fuego con el Fondo Monetario y el establishment financiero en Washington. Pese a la inestabilidad cambiaria que atraviesa al país, el Fondo mantuvo las proyecciones de 4% de crecimiento para Argentina en el 2022. Se trata de las mismas cifras que proyectaban en abril. A la par, por la inestabilidad global, el organismo bajó las estimaciones para la economía mundial para este año. Asimismo, la ministra Batakis pudo avanzar en la negociación con parte de los otros organismos multilaterales en busca de dólares frescos para las estresadas reservas.

Como habíamos anticipado hace algunos meses, el Gobierno aguarda el giro de alrededor de mil millones de dólares de diferentes organismos multilaterales. Se trata de préstamos a baja tasa y extenso plazo de devolución, claves para estabilizar el dólar y cumplir con el nivel de reservas convenida con el FMI. En ese sentido, Batakis volvió de EE.UU. con la aprobación de 200 millones del Banco Mundial, pero con los fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) cada vez más trabados. 

El BID aprobó flujos por 1500 millones de dolares que aun no fueron girados. Acá entra en juego la política internacional y las alineaciones del país, además de la interna política norteamericana, al tratarse de un funcionario puesto en el cargo por el ex mandatario Donald Tump. Desde el Gobierno apuestan a su revocación, al tener la máxima autoridad del BID una causa por escándalo ético (y me refiero ahí abajo). De cualquier manera, se trata de divisas claves en la ecuación del Gobierno para despejar las dudas sobre el tipo de cambio que están estancando a la actividad económica.

Dólar agro, dólar turista, tipo de cambio multilateral, dólar Big Mac, y dólar influencer

En el equipo económico que conduce Batakis son optimistas respecto a las medidas anunciadas. Esperan que el campo venda y las exportadoras liquiden agrodólares por 4 mil millones, cifra que serviría para calmar las aguas y llegar más enteros a los meses en que se importa menos energía. De cualquier manera, las presiones por devaluar persisten y la brecha entre las cotizaciones se mantiene en niveles históricos. Frente a esto, José María Rinaldi, economista y docente universitario, aclaró a La Nueva Mañana que el tipo de cambio no está atrasado.

El consultor económico sostiene que tomando el modelo econométrico que utiliza el Banco Mundial, “el peso argentino está más devaluado que la moneda de nuestros principales socios comerciales”. Asimismo, basándonos en los indicadores del Banco Central, el tipo de cambio real multilateral está por arriba del 2015, post devaluación del 30% de Prat Gay. “No hay elementos técnicos para decir que hay un retraso cambiario. Lo que hay es una ambición desmedida por parte de los sectores dolarizados”, concluyó. 

Inclusive, si tomamos como indicador el valor del Big Mac, como lo hace el semanario ingles The Economist, vemos que el peso está “subvaluado”. Cuando la hamburguesa en EE.UU. está en u$s 5,15, acá promedia los 590 pesos; lo cual significa que, según el dólar oficial, el Big Mac tiene acá un valor de 4,33 dólares, estando “subvaluado” en un 11%. Si tomamos como referencia el dólar blue ($326), la hamburguesa insigne vale casi tres veces menos que en su país de origen.

Por si no se entendió, con los dólares con que un norteamericano compra una Big Mac allá, acá le rinden para adquirir tres, al tipo de cambio ilegal. Para más precisión, una influencer norteamericana vino a la Argentina, cambió 40 dólares en un arbolito y se sorprendió al poder comprar: pizza, pollo, papas fritas, carne, helado y demás. Muchos se ofendieron por considerar que se burlaba de los argentinos. En realidad, lo que esto demuestra es lo ridículamente barato que es el país en dólares a un tipo de cambio súper devaluado.

 

 

LNM - Edición Impresa 269

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