Con las importantes falencias que muestran los colectivos en la ciudad, la oposición sugiere el uso de bicicletas y traslados “puerta a puerta”.
Ed Impresa 30/04/2020
Ignacio Martín
PROPUESTAS PARA LA CAPITAL
Con las nuevas actividades exceptuadas de la cuarentena por coronavirus y el aumento de vecinos que deciden salir de sus casas durante la pandemia, el primero de los sistemas que mostró claras falencias en la ciudad de Córdoba fue el transporte urbano.
En un principio gracias a una problemática casi eterna de los colectivos en la segunda ciudad más importante de Argentina: la falta de frecuencias fijas y las largas esperas en horas pico. Esta dificultad, asimilada por defecto entre los usuarios, se vio maximizada cuando empezaron las restricciones lógicas para evitar el contagio de Covid-19 arriba de las unidades.
Se limitó al 50% de los asientos y al día siguiente los pasajeros o esperaban una hora y media para subirse a una unidad o filmaban cómo los colectivos viajaban llenos, violando la normativa hasta que un control policial bajaba a todos los que estaban “de más”.
Se volvieron a habilitar todos los asientos y luego, marcha atrás por orden de la Provincia. Si a esto se le suman medidas de fuerza de UTA ante incumplimientos en plus salariales, la situación se agrava. ¿Y las frecuencias? Sin muchos cambios.
Ante esto y con nuevas flexibilizaciones a la vista desde el Gobierno nacional, desde la oposición en el Concejo Deliberante se presentaron dos proyectos que buscan disminuir el número de personas que viajan en el urbano y también abrir oportunidades a sectores en caída libre desde el comienzo de la cuarentena, como son los fabricantes de bicicletas y el transporte escolar: el uso de bicis y el traslado de trabajadores “puerta a puerta”. Esta necesidad de discutir también a los actores sociales que sufren del parate económico es una constante entre los opositores en Córdoba.
Rodrigo De Loredo, de la bancada Evolución en el Concejo, presentó un proyecto para entregar unas 1.000 bicicletas en comodato a trabajadores enmarcados en actividades esenciales dentro del aislamiento. La iniciativa, además, propone la utilización de ciclovías temporales y la adecuación de la red existente.
El Plan de Movilidad en Bicicleta implicaría la entrega de las bicis, de forma gratuita, junto con cascos, tapabocas y cadenas para el estacionamiento. La Municipalidad realizaría una campaña de difusión para promover su uso y los interesados completarían una solicitud presentando un certificado que conste su condición de trabajador esencial. Luego el sistema quedaría disponible para el resto de la población.
De Loredo explicó a La Nueva Mañana que, para evitar un largo periodo entre su votación y su implementación, se propone una licitación online con preferencia a empresas de origen local o provincial, buscando generar un impacto positivo en la actividad productiva de la Ciudad. La medida tendría un costo aproximado de $20 millones, algo que para el edil no significaría un costo alto en las arcas del municipio.
“Desde hace tiempo venimos sosteniendo la necesidad de que Córdoba concrete un cambio de paradigma hacia una movilidad multimodal y más sustentable. En ese marco, el contexto de crisis hoy se transforma en una oportunidad, nos obliga a adoptar medidas urgentes pero debemos pensar que ellas puedan quedar como un capital para siempre. La bici debe tener un alto protagonismo”, explicó.
El concejal además dejó en claro que no se trata de un proyecto con tintes esnobistas, ya que no solo “el 50% de los hogares cordobeses tiene al menos una bicicleta” sino que también se persigue la gratuidad del traslado en comparación al colectivo, al taxi o al remis.
El plan también debe incluir otras dos etapas: “Poner en condiciones las trazas ya existentes y avanzar en la concreción de los proyectos que quedaron inconclusos, como la finalización de ambos carriles de la Cañada. A su vez se debe disponer la delimitación de ciclovías temporales y rutas hacia los centros de salud”.
Respecto de los carriles temporales, de Loredo plantea tomar en cuenta sugerencias ya existentes como la de la organización BiciUrbanos, que en base a estudios propios proponen trazas concretas en avenidas como Monseñor Pablo Cabrera, Alem, Roca, Fuerza Aérea y Sabattini.
“La bici ofrece una mayor protección frente al riesgo de contagio y propagación del coronavirus. Es un medio de movilidad individual que asegura el distanciamiento y por lo tanto ello implica una ventaja sanitaria. Estamos viendo largas colas en las paradas de colectivos y ello se incrementará a medida que la cuarentena se flexibilice”, agregó.
Sin quitar la mirada a las nuevas actividades que se irán habilitando mientras avancen las etapas del aislamiento obligatorio, el bloque UCR presentó por su parte un proyecto para implementar traslados directos entre los domicilios de los empleados y sus lugares de trabajo. Se trata del Sistema de Transporte Empresario (Sitem).
El texto de la norma especifica la creación de un marco regulatorio que permita a transportistas escolares ofrecer el servicio a través de una app para celulares directamente a las empresas, que se encargarían del costo total del traslado en vehículos tipo “Van” o “Trafic”, con la debida separación entre los pasajeros (hasta tres por viaje) y el conductor.
El mismo tendrá que contar con carnet de conducir categoría “Servicio Público” y un seguro total que cubra a los usuarios durante todo el viaje. A su vez, el proyecto no establece montos mínimos o máximos para el Sitem, pero aclara que la Secretaría de Movilidad Urbana podría fijar un costo de referencia. Esa cartera municipal sería la encargada de controlar el sistema dejando registro de las empresas que brinden el servicio y aquellas que lo contraten.
Finalmente, los ediles invitan a sumarse a permisionarios de taxis y agencias de remis, aunque estos deberían contar con los vehículos tipo “Van” en regla para brindar el servicio.
“El proyecto puede aportar soluciones temporales de traslado seguro de personal evitando la utilización masiva del transporte público de gran porte, minimizando los riesgos de contagio de la pandemia y generando reactivación económica de un sector con su actividad completamente paralizada”, fundamentaron.
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