La economía no despega y es amenazada por una reforma flexibilizadora

Desde Cambiemos ya analizan algunas modificaciones en el campo laboral para después de los comicios de octubre. En paralelo se necesita mostrar una recuperación. Interviene el Indec para favorecer la hipótesis del Gobierno.

País 25/08/2017 Facundo Piai
indec

Luego de la reforma laboral que implementó Michel Temer en Brasil, los trabajadores de nuestro país están preocupados de que el Gobierno de Macri vaya en la misma dirección que su primer socio comercial y competidor en la región. Todo indica que después de los comicios de octubre el oficialismo intentará establecer modificaciones en el campo laboral, así lo han sostenido distintos funcionarios de Cambiemos en diversos medios de comunicación. Lo que se desconoce es la profundidad de los mismos y las particularidades de la reforma laboral que se discute en las altas esferas del poder, entre Macri, Jorge Triaca (hijo) y los representantes de trasnacionales y multinacionales de origen local.

Es natural que un gobierno conformado por CEOs, representantes de bancos trasnacionales, empresas extranjeras y distintas cámaras empresariales, relacionados principalmente con el complejo exportador, vea como positiva la flexibilización brasilera. Puesto que quienes forman parte del gobierno tienen sus objetivos en el mercado externo, ya que el origen de sus riquezas proviene de ahí. En consecuencia, es lógico que consideren al salario como un costo no redituable. Sin ir más lejos, el mismo Mauricio Macri afirmó, en su rol de ejecutivo de Socma, que para ser competitivos cada uno debiera aceptar cobrar “lo mínimo por lo que hace”. “Lo que tenemos que hacer es bajar los costos, y los salarios son un costo más”, aseguró Macri en el programa televisivo Fuego Cruzado, emitido en 1999.

Sumado a estas presunciones dado a la composición política de la alianza de gobierno, hay declaraciones oficiales que adelantan los puntos de la reforma en ciernes. El diagnóstico de la administración pública titulado “El estado del Estado” da cuenta de que Cambiemos considera a los “aportes y contribuciones patronales” como una de las causas del estancamiento económico, dado a que “los costos laborales argentinos son más altos que en otros países de la región”. En este informe también critican al modelo sindical y al monopolio de la negociación que tiene cada sindicato por rama de actividad, modalidad que consideran “coercitiva para todos los empleadores”. Quien más adelantó sobre el contenido de la reforma fue el diario La Nación. Allí sostienen que el gobierno retocará la ley 26.940 –que promociona el trabajo registrado- y buscará bajar las contribuciones patronales. Según revela el diario, el gobierno planea que las multas para los empleadores que cometen infracciones “y, al mismo tiempo, las dobles indemnizaciones agravadas dejen de pagarse a los trabajadores y vayan a un Plan Nacional de Empleo y Formación Profesional o a compensar el sistema previsional”. 

Situación de la economía y medición del campo laboral

Hacer un análisis sobre la situación del campo laboral es un asunto complejo puesto que los indicadores no siempre se condicen con la realidad, las estadísticas tienen un margen de error considerable y, para mayor precisión, se requiere de un estudio que lo integre y relacione las diversas variables económicas e indicadores sociales. Es preciso alertar sobre los defectos de los distintos instrumentos de medición que, lejos de ser “errores no forzados”, su selección implica una decisión política de fondo, buscando subestimar los datos negativos y acentuar los aciertos.

Luego de realizar la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Indec considera desempleado a aquel que no tiene trabajo y está en busca de empleo. Quienes han trabajado al menos una hora en la semana son catalogados como ocupados y, por el contrario, aquellos que estando desempleados no buscan trabajo son inactivos. Si comparamos los datos de la UCA (Universidad Católica Argentina) con los del Indec , la población económicamente activa (abarca los ocupados, subocupados y desempleados que buscan trabajo, sin contar inactivos) bajó drásticamente en los últimos 3 años, pasó de ser de aproximadamente 18 millones de habitantes a 12.477.512 durante el primer trimestre del 2017, según el Informe Técnico Sobre el Mercado de Trabajo del Indec publicado en junio de este año. Este dato es llamativo, porque más allá de los trabajadores que se jubilan y dejan de considerarse económicamente activos, nuestra población crece anualmente, habiendo cada año más argentinos en posibilidades de trabajar que deben ser absorbidos por el mercado laboral. Esta disminución revela que ha aumentado durante los últimos años la categoría de los inactivos (argentinos que estando desempleados y sin encontrar un lugar en el mercado laboral se resignan y dejan de buscar). Otro modo de medir el trabajo registrado y, en contrapartida, también de revelar el universo de quienes son despedidos del trabajo formal es mediante los datos de Sipa (Sistema Integrado y Previsional Argentino). Esta medición es directa, consiste en contemplar el trabajo en blanco mediante los CUIL existentes durante un período de tiempo, analizando cuántos se registraron o dieron de baja. El Centro de Economía Política Argentina sostiene que el gobierno de Cambiemos ha modificado este instrumento de medición haciendo el cálculo por persona y no por trabajo registrado (como era anteriormente). Es decir, con la nueva medición si una persona tiene dos trabajos y pierde uno no es registrado como desempleado puesto que conserva un ingreso; no obstante se perdió una fuente de trabajo. Esta medición subestima la pérdida de empleo.

En este sentido, la aplicación de estos instrumentos de medición tendenciosos e ineficaces ponen en duda los dichos de aquellos que sostienen que la economía está creciendo y el empleo se está recuperando. De hecho, un dato certero sobre la caída del empleo durante este año viene de la mano de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) que da cuenta de la situación del campo laboral mediante la cantidad de trabajadores asegurados con ART. La estadística interanual publicada por este organismo dice que en mayo de 2017 se perdieron 0.09 trabajos formales en comparación a mayo de 2016. Podemos comparar este dato con el Estimador Mensual Industrial (EMI), sabiendo que el EMI contempla la situación de la industria en particular y la pérdida de empleo formal por trabajadores que dejan de tener ART es una estimación general de todas las actividades; no obstante arroja un vistazo de la situación económica actual. Dicha relación nos muestra que durante mayo de 2016 la actividad cayó 4,5% y en mayo de este año hubo un crecimiento de apenas dos puntos en la industria, sin embargo hubo pérdida de puestos de trabajo. Esto da cuenta de que está aumentando la tasa de explotación en el sentido de que hay menos trabajadores produciendo más ganancias y mercancías.

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