“Tenemos una manera de trabajar que es cooperativista y feminista”

La semilla de lo que luego sería Diversas Editorial Feminista Cooperativa se plantó en un plenario feminista que se realizó en la ciudad de Córdoba en septiembre de 2018, en el que la ilustradora y escritora Adri Bollo se dio cuenta de que muchas de las mujeres que trabajaban en distintos territorios necesitan una forma alternativa de financiar sus actividades.

“Las mujeres del feminismo, para poder trabajar en el territorio –en comedores, en la red de ayuda por abortos, y muchas otras actividades– estamos desfinanciadas”, le contó Bollo a La Nueva Mañana. “La financiación suele venir de un sistema patriarcal y jerárquico y no tenemos que depender de poderes patriarcales como los partidos políticos, por ejemplo”, dijo.

Después de ese plenario que reunió a más de 200 personas, Bollo llamó a un grupo de mujeres y les propuso hacer un producto que sea una fuente de ingresos tanto para organizaciones como para personas. “Legalmente la conformación de la cooperativa está en trámite y a punto de salir, pero somos ocho compañeras que venimos trabajando de manera cooperativa desde hace un año”, contó Bollo.

–¿Qué están produciendo desde la cooperativa?

–El producto principal es la agenda feminista. Imprimimos 1.500 copias y se vendieron todas, lo que no es poco. Cumplimos el objetivo. Es un producto totalmente ilustrado, muy pensado y sentido. Hemos recibido audios y llamados de mujeres llorando, que se han sentido identificadas y acompañadas por la agenda. Lleva mucho trabajo de investigación y de creación hacerla. Tiene efemérides feministas, poemas, frases, ilustraciones, calendario lunar, calendario menstrual, información sobre qué hacer en caso de violencia de género. La agenda es una herramienta de comunicación, de discusión, de deconstrucción. Es una herramienta política y amorosa.

–¿Cómo venden las agendas?

–No las vendemos nosotras, tenemos una red de revendedoras. Nosotras no ganamos por la venta sino por nuestro trabajo, por hacerla y para cubrir los costos. La desarrollamos con una inversión inicial que se recauda a través de un sistema de venta previa. La ganancia va para quien la vende, para las organizaciones o las compañeras. El año pasado quedaron más de 300.000 mil pesos en el territorio.

–¿Qué objetivos se plantearon a la hora de crear la agenda?

–La idea es comunicar lo que es el feminismo, ayudar a la deconstrucción patriarcal, unirnos y, simbólicamente, que tengamos nuestra propia agenda, que nadie nos maneje la agenda, que nosotras hagamos nuestra agenda. Como fin económico las mujeres tenemos que tener independencia en nuestra lucha, no debemos depender de estructuras patriarcales. Para tener independencia de decisión debemos tener independencia financiera. Hicimos un producto que sirve para financiar a otras organizaciones o individuos feministas.

–¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de organizarse de manera cooperativista?

–La ventaja sobre otras maneras de trabajar es que es totalmente compatible con el pensamiento feminista en cuanto a la horizontalidad en la toma de decisiones, a la colaboración, a la no competencia hacia adentro, a la construcción pensando en todas, generando un trabajo más honesto que no tiene el fin de lucro que puede llevar a utilizar herramientas más agresivas entre nosotras o hacia afuera. Vamos fluyendo con la cooperativa aunque sí tenemos claro hacia dónde vamos: queremos crecer e incorporar más gente.

–Es decir que la decisión de organizarse como una cooperativa surge de una mirada política...

–Totalmente. Tiene que haber una coherencia entre nuestro pensamiento y el producto que hacemos, con la manera en la que nos tratamos entre nosotras, con la manera en la que tratamos a nuestras usuarias.

–¿Cómo conformaron esa red de vendedoras?

–Somos conocidas en el ámbito feminista y tenemos muchas amigas y contactos, entonces no nos faltan alternativas para colocar las agendas. La economía feminista se maneja mucho en ferias. A veces las dejamos en consignación y nunca hemos tenido ningún problema.

–¿De qué ámbitos laborales vienen el resto de las personas que conforman la cooperativa?

–Somos cocineras, capacitadoras, abogadas, diseñadoras gráficas, profesoras, veterinarias, ceramistas, comerciantes, médicas. Lo que nos une es la mirada feminista. Somos de todas las edades, desde los 28 hasta los 72 años. Y venimos de distintos lugares: de Río Cuarto, de Córdoba, de Capilla del Monte, usamos las herramientas tecnológicas para comunicarnos y para trabajar. Eso hace que la agenda tenga distintas miradas, distintos estilos, distintos diseños, distintas autoras, distintos intereses, eso le da un plus sobre otras agendas que hemos visto. Hay otras agendas feministas pero no competimos. Tenemos una manera de trabajar que es cooperativista y feminista.

Diversa Editorial Feminista Cooperativa:

-Adri Bollo: ilustradora, escritora, coach y capacitadora.
-Caro Tealdi: diseñadora gráfica, ilustradora y editora.
-Ale Frassati: cocinera y poeta.
-Flor Lavandera: artista plástica, docente y veterinaria.
-Nani Rondano: ilustradora y abogada.
-Mawida Ntu: ceramista y artista plástica.
-Haide Giri: médica y política.

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