Los gremios, en pie de guerra en Córdoba

Consideran que se creó un escenario propicio para enfrentarlos a la opinión pública, que la clase política los usa para subir los índices de popularidad y que hay intenciones ocultas de controlar a los trabajadores.

Política07/06/2017 Gabriel Silva
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El nivel de enfrentamiento entre la clase política y las conducciones gremiales avanza y todas las semanas abre un nuevo capítulo. Un salto que no permite avizorar en qué puede llegar a terminar un enfrentamiento con acusaciones cruzadas, escraches de un lado y otro, y argumentos que reúnen a defensores y detractores.

En todos los gobiernos -nacional, provincial y municipal- la convivencia con los gremios empeora y hace cada vez más difícil encontrar los lazos o puentes que anticipen una salida a los distintos conflictos. Esta semana, en realidad desde hace casi 15 días, se subieron al ring el intendente Ramón Mestre y el líder del Suoem, Rubén Daniele.

Con la publicación de los datos de los empleados municipales como motivo de batalla, las tensiones terminaron con los pronósticos que indicaban que, tras el rápido acuerdo por la paritaria, el jefe comunal capitalino tendría un año tranquilo en este aspecto.

Intencionado o no; aprovechado de un lado y del otro; lo cierto es que la semana que pasó se lanzaron dardos en medio de una polarización que les sirve a ambos. A Mestre, porque le permite sumar unos puntos en la consideración de una clase media-alta que tiene una valoración negativa de los trabajadores municipales; al líder del gremio, para mantener su ascendencia en el resto de los afiliados, en medio de un año donde se renuevan autoridades y él se perfila como el único candidato.

Como sea, el Ejecutivo decidió avanzar con la publicación de los datos personales de los empleados -nombre, apellido, DNI, cargo y sueldo- lo que motivó: asambleas de dos horas en un primer momento; denuncia penal, luego; respuesta con la publicación de los datos personales del intendente -incluyeron el celular-; y asamblea general en la explanada del Palacio 6 de Julio con Daniele cargando contra Mestre.

Del lado del titular del municipio, envalentonados por la repercusión que la medida tuvo en medios y periodistas alineados con el Gobierno nacional y la coalición Cambiemos de la que él forma parte, respondieron, además de respaldando el accionar, con la publicación de los datos de Daniele.

En medio de ambos, hay de todo. Además de los vecinos de la ciudad, un Poder Judicial que hoy tiene denuncias de los dos sectores: una penal, en contra del intendente y del secretario General del municipio, Daniel Arzani; y otra, en el mismo ámbito, que encara de oficio el fiscal Guillermo González pero contra el líder sindical.

Si bien desde Tribunales insisten con que no hubo denuncia alguna contra el secretario general del Suoem, en el gremio desconfían. Como tampoco tienen muchas esperanzas en que avance la presentación contra Mestre y sus funcionarios, carpeta que fue a parar al fuero Anticorrupción, despachos donde las causas avanzan poco. Con suerte.

De todas maneras, un nuevo capítulo de esto, de lo que se vive en el clima interno de Tribunales ocurrió el pasado miércoles, cuando en Anticorrupción el fiscal Hugo Amayusco decidió no abocarse a la causa y se la “devolvió” al ámbito penal y al despacho de Gustavo Dalma, donde había arribado inicialmente la denuncia.


El capítulo Suárez


Más de uno vio similitudes entre lo que ocurrió el pasado martes y lo acontecido a fines del 2016 pero con otros protagonistas: el gobernador Juan Schiaretti y el líder de Luz y Fuerza, Gabriel Suárez. Con la polémica por la Ley 10.033 como eje, el lucifuercista dijo “si no tira abajo la ley, lo tiramos abajo a él”, en alusión al primer mandatario provincial a quien no nombró en ese fragmento del discurso.

Lo que vino después fue una doble jugada en el ámbito de la Justicia cordobesa: una presentación judicial del fiscal de Estado, Jorge Córdoba; y una actuación de oficio del fiscal Rubén Caro. Tras sorteo. Ambas cayeron en el despacho de la fiscal Liliana Sánchez. De diciembre a la fecha, poco se supo de la causa.

El enfado de los afiliados al gremio lucifuercista tuvo un nuevo capítulo hace unas semanas cuando se publicaron los sueldos de Epec, en medio de la discusión por las boletas de la luz. En lo que fue una especie de anticipo de lo que luego se viviría con los municipales.


De Monserrat a Saillén

Las embestidas a los gremios también tuvieron a Juan Monserrat y a Mauricio Saillén en el blanco de las críticas de la opinión pública impulsada por distintos sectores de la clase política. Con el docente, la administración provincial se cruzó como ocurre cada año: en la previa al inicio del ciclo lectivo. Y con el líder de los recolectores de residuos, en plena discusión por los pliegos de la recolección en el Concejo. Ahí, una de las más férreas opositoras al gremio que lidera Saillén fue la edila Laura Sesma; de quien aún sospechan en el ámbito gremial que fue impulsada desde los despachos más importantes del Palacio 6 de Julio.

En contacto con LA NUEVA MAÑANA, Monserrat sostuvo que todo esto “no son más que los viejos métodos de la derecha que se han perfeccionado”. Y lo vincula a la economía como argumento fundamental: “Hay un contexto general para contener la inflación que apunta a la baja del salario. Y plantearon metas en la políticas laborales que, aún resistidas, están dispuestos a consolidarlas”.

En tanto, con respecto a los docentes, el líder de Uepc sostiene: “En nuestro caso se la agarraron más en Buenos Aires”. “Persecución, extorsión, apriete son y fueron siempre los diversos métodos de la derecha para presionar a los trabajadores. Lo que pasa que no nos acordábamos porque tuvimos 12 años de un gobierno más cerca de la clase obrera y con paritarias libres”, concluye.


La salud, otro de los focos

Los empleados de la salud estatal también están en permanente tensión y en todas las órbitas: Nación, Provincia y Municipio. En lo que respecta a la administración de Schiaretti, las asambleas en el Polo Sanitario son habituales, como los cruces entre UTS y el SEP. Desde el sindicato “naranja”, cuestionan constantemente a la cúpula del gremio que conduce José Pihen, a quien le endilgan constantemente su rol como legislador provincial oficialista.

A esto, se suma también el enfrentamiento entre el Gobierno y los anestesistas liderados por Fabián Francioni, exintendente de Leones y con pasado como diputado nacional por el Frente para la Victoria. Todos cruces, con intereses de un lado y otro. Con reclamos que algunos consideran válidos y otros extorsión. En el medio, los vecinos.

Polémico proyecto de  Soledad Carrizo

La diputada nacional Soledad Carrizo impulsa desde el año pasado un proyecto en el Congreso que pretende limitar la reelección indefinida en los sindicatos. El radicalismo, particularmente el sector que encabeza el intendente Ramón Mestre, salió a respaldarlo de manera categórica en su cruzada con el Suoem.

En las conducciones gremiales, empiezan a resistirlo cada vez que se lo preguntan. Hace unos meses, la propia Carrizo manifestó que no es un proyecto “antisindicalista” y sostuvo que “con la eternización se pierde la representación y empiezan a confundirse la institución con la persona, y aparecen cuestiones patrimoniales”.

Miden el impacto de la pelea con el Suoem

Sobre el final de la semana pasada, quienes siguen el minuto a minuto de la tensión de la disputa entre el gremio y el municipio hicieron correr un audio de una supuesta encuesta. ¿Qué se pregunta en la misma? El conmutador interroga sobre cómo ve el consultado el rol del líder del Suoem, Rubén Daniele; si respalda “la transparencia” de los datos públicos; y si el encuestado apoyaría que en las próximas elecciones se regule o controle o pongan límites a las asambleas.

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