Icho Cruz y Tala Huasi, dos pueblos fusionados para el turismo

Especial para La Nueva Mañana

Llegar a Villa Río Icho Cruz –así es su nombre completo– requiere entre una hora, o un poco más si se va en colectivo desde la ciudad de Córdoba. A solo 47 kilómetros, transitando por la ruta provincial N°14, se encuentra esta localidad del Valle de Punilla que también da ingreso a Tala Huasi, es por eso que ambos pueblos comparten la vida social, cultural, comercial y funcionan sinérgicamente haciendo del turismo su carta fuerte.

De un lado, Icho Cruz

Icho Cruz, denominada “la capital del paisaje”, es parte de un área natural protegida declarada por la Provincia de Córdoba Reserva Recreativa Natural “Valle del Cóndor”. Con restaurantes, bares, ferias de artesanos y agenda de espectáculos –que funcionan en feriados y temporada alta–, amplia variedad de alojamientos y locales comerciales, esta localidad concentra el movimiento turístico. Pero, a diferencia de Tala Huasi, sus balnearios no cuentan con infraestructura como parrillas, baños, mesas, etc.

De todas formas, hay rincones que vale la pena conocer por su tranquilidad. Uno de mis preferidos para las tardes de otoño es el arroyo La Aguada. Al entrar por la avenida principal, se dobla a mano izquierda en la calle Concordia y a unas pocas cuadras se puede acceder a este pequeño curso de agua que con su recorrido entre las piedras y su sonido brinda un ambiente de relajación, ideal para tirarse a leer o tomar mates.

Además, este arroyo tiene una particularidad: está adaptado para ser un escenario natural donde se desarrollan recitales y obras de teatro, principalmente, durante la temporada de verano. En una de sus márgenes hay un escenario de piedra y cemento, y en la orilla de enfrente, hay unas gradas donde se ubica el público.

Por esa misma calle, llegando al final, hay un caminito que desemboca en una pequeña playita desde donde se ve la vecina localidad de Cuesta Blanca. En esa parte del río San Antonio hay algunas ollas y también zonas poco profundas con fondo de arena, para los gustos de todos los bañistas.

El área del puente que une a Icho Cruz con Tala Huasi es la de más fácil acceso y, por eso, concentra la mayor cantidad de turistas. Allí, el río va tomando forma de herradura y su curso tiene partes con fondo de piedras de tamaño pequeño, y en otras solo arena, pero conserva su poca profundidad en toda esta zona.

Del otro lado, Tala Huasi

Apenas se cruza el puente, se puede ver una hilera de mesas, bancos y asadores dispuestos a la orilla del río. Además, hay baños, área de estacionamiento y venta de agua caliente. Por estos servicios se cobra una tarifa que es fijada por la Comuna de la localidad.

Tala Huasi está formado, principalmente, por casas de descanso, por lo que es muy común que sus calles estén poco transitadas y casi no haya negocios. Todo lo que se quiera comprar se consigue a unos pocos metros, en Icho Cruz.

Este pueblo cuenta con uno de los balnearios más lindos de la zona: Piedras Negras que, como su nombre lo dice, se destaca por sus enormes piedras oscuras que resaltan sobre una arena clara.  Para llegar hasta allí hay que estar atentos a los carteles ubicados en los postes, pero no es difícil encontrar el camino. En esta parte, el río tiene áreas profundas, característica que no se repite a lo largo del San Antonio que pasa por la zona.

Para los más chicos, hay una hermosa plaza de montaña que tiene una gran variedad de juegos. Pero, lo que la hace más linda es su espacio natural: pendientes, piedras, árboles y arbustos crean un sitio ideal para esconderse, correr y divertirse en un lugar completamente distinto a las plazas de cemento de las grandes ciudades.

Desde ambos pueblos hay caminos ideales para los amantes del senderismo como el Camino al Milagro, y otros que desembocan en localidades como Cuesta Blanca o Cabalango.

Icho Cruz y Tala Huasi son, naturalmente, complementarios. Las particularidades de cada una se potencian para ofrecerle al turista una experiencia completa, ya sea que quiera pasar unas vacaciones o solo hacer una escapada por un día.

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