Desde enero viene creciendo a paso firme el proyecto #LIBERGIA, impulsado por el ilustrador cordobés Luis Paredes. Se trata de un juego-carrera-cadena de regalo de libros al que cualquiera se puede sumar.
Ed Impresa 16/03/2019 Barbi Couto
Especial para La Nueva Mañana
El proyecto es del ilustrador y animador cordobés Luis Paredes, que en enero armó una veintena de equipos, les asignó un/a capitán/a y les regaló a cada uno de ellos un libro de su biblioteca personal para iniciar el juego. A partir de allí, cada capitán/a debía nombrar a su equipo y empezar a sumar jugadores. El equipo que más gente sume, y por ende más libros regale y más lejos llegue geográficamente ganará, en una suerte de “cadena de libros” donde entre todos los equipos se tejerá una enorme red de lectura.
“Por lo general todos los eneros yo arranco un proyecto”, explica Luis “pero este año quería hacer algo diferente, que no tuviera tanto que ver con lo que yo hago sino con lo que se puede generar. Me jodió mucho el cierre de Cocina de Culturas y varios otros centros culturales así que me pregunté ¿cómo se puede resistir? y también pensé que la resistencia no siempre tiene que ser algo duro, solemne, combativo mal, también puede ser divertido.
Entonces se me ocurrió este juego, en equipos, con prendas. Le tengo mucho amor a los libros y a la vez no quería renegar de las tecnologías nuevas sino aprovecharlas. Utilizar las redes sociales como esqueleto o base de este proyecto, pero que tenga también que ver con lo físico, con conocer otra persona, verla, regalarle ese libro que sé que le puede gustar, eso lleva un conocimiento de la otra persona, y nos hace más humanos”.
Eligió entre los capitanes a personas de la cultura y la educación de Córdoba, de esas que tienen un motor imparable de energía. En esta nota comparten su entusiasmo algunos de los capitanes: docentes, cuentacuentos, clown, activistas de la cultura, que son ante todo amantes de los libros.
Magdalena Da Porta, capitana de Chimuelos
“Luis es un amigo querido y que admiro mucho porque está siempre en todos los frentes. Luchó conmigo en #niunamenos durante una época que coincidimos en el grupo, tiene una sensibilidad maravillosa, es un gran artista y una gran persona. En todos sus proyectos seguramente contará conmigo. Además amo leer, me pareció un proyecto maravilloso para sumarme”.
Florencia Mina, capitana de “Felicidad clandestina”
“Libergia es una apuesta fuerte a la cultura, que no solo busca fomentar la lectura a través de una super cadena de regalo de libros; sino que invita a la creación de lazos, puentes e incluso visibiliza otros proyectos hermosos de lxs integrantes de la red. El nombre de mi equipo ‘Felicidad clandestina’ es tomado de un cuento de Clarice Lispector, donde un libro aparece como el gran anhelo de la trama: un libro como un amor”.
Silvina Grezzi, capitana de “Malala”
“Creo que podemos sumar para lograr el desafío de llegar al final del juego con un mundo más lleno de cultura y con mucha gente comprometida con el derecho a educarse y leer. Mi equipo se llama ‘Malala’ que es el nombre de una joven pakistaní que, cuando tenía 15 años, los talibanes le dispararon mientras volvía de la escuela por reivindicar su derecho a la educación. Como ella, siempre creí que la educación es un derecho y ‘el arma más potente del mundo es un libro’. Si hay algo que nos pone orgullosos es que en nuestro equipo casi la mitad de los participantes son niños y adolescentes. Se entusiasman de una manera tan genuina y comparten con tanta alegría que estamos encantados”.
Naty Martínez es la Capitana Puré del equipo EscaloPez
“Mi equipo se llama EscaloPez porque en mi infancia mi abuela solía hacerme los escalopes con puré más ricos de esta tierra. Yo cortaba en pedacitos pequeños el escalope y los escondía bajo el puré. Luego peinaba con el tenedor la superficie del puré, de manera que desde la vista de un avión pareciera un campo recién arado. Entonces jugaba a encontrar los pedacitos de escalope y cual gigante me los comía. Una de las integrantes de mi equipo me mató de ternura cuando contó que quería empezar a jugar porque esto la conectó directamente con su infancia. Su mamá le regalaba libros que dejaba en su cama cuando ella era pequeñita. Amo los juegos y este juego de regalos y lectura que se esparce me encanta”.
María Vanina Vaquero, capitana de “Ladrillit@s”
“Decidí sumarme porque entiendo que cada uno de los proyectos que Luis presenta traen felicidad, asombro, cultura, y nos acercan como comunidad… Nuestro equipo se llama Ladrillit@s, som@ los dur@s, l@s brut@s, pero sabiendo que hasta un ladrillo puede cambiar el/su/nuestro mundo, todos tenemos algo que enseñar, som@s l@s distint@s, l@s fuera de la norma”. Con los ladrillos se construye. Mi anhelo es instaurar el concepto de diversión dentro de la lectura. Que en tiempos donde la inmediatez, la desconexión, la desconfianza, la radicalidad, ganan, pensarnos en ser parte de una red, virtual en algunos casos, de salvataje a la cultura”.
Martín Cabrera, capitán de “Les Halcones Galáctiques”“
Me interesa la propuesta de multiplicar libros. Quiero que el proyecto circule en las escuelas entre mis colegas docentes y mis alumnos. En un colegio de los que laburo me pasó que veía a una chica que iba a la biblioteca y que copiaba poemas, cuentos, textos porque no tenía libros. Entonces dije: si mis alumnos no tienen libros, esta es una buena oportunidad para poder intercambiar y que a su vez ellos se sientan parte de un proyecto. Así que esta semana que estoy comenzando las clases ya tengo libros para llevarles”.
Martín Cabrera, capitán de “Les Halcones Galáctiques”
Laura Burroni, capitana de “Pachamama”
“Me gustaría dejar un mensaje para quienes lean estas líneas, una invitación a sumarse a las movidas culturales en todas sus formas, a participar (aunque sea como espectadores), en las diferentes propuestas artísticas que hay en la ciudad, muchas veces gestionadas de manera independiente y con gran esfuerzo: música, teatro, proyectos artísticos individuales y colectivos. Y por supuesto, también pueden venir a Libergia”.
Luis le dio a cada capitán la libertad de soñar su equipo como quisiera. La única consigna común es regalar libros. Pero bien pronto aparecen nuevos desafíos o proyectos que llevan adelante los compañeros de cada equipo y se articulan con Libergia.
En “Felicidad clandestina” hace unos días se sumó el proyecto artístico-pedagógico “Navegar 100 mundos” que funciona desde un velero que por estas épocas está en el Mar Caribe y que comparte experiencias de enseñanza y aprendizaje desde el teatro social, la música, los títeres. También una editorial cartonera de barrio Ferreyra o el Ciclo de Cine y Psicoanálisis de la UNC.
En el equipo “Malala” desde las áreas de Extensión y Responsabilidad Social Universitaria donde trabaja su capitana ayudan al merendero “Mis Pimpollos” y están en gestiones para organizar un espacio de lectura para los chicos.
En “Pachamama” están recolectando libros para hacerlos llegar a la cárcel de Bouwer. En “EscaloPez” se intuye una complicidad con el taller de Ninxs Artistas y la Elefanteca Luis Paredes en los que trabaja Naty que no duda al mencionar sus horizontes: “Mi idea es que el equipo sea el que llegue más lejos, el que cruce el mar, el que suba a la torre Eiffel, no lo sé aún, para delirar hay tiempo”.
Acabadas las entrevistas les pregunté a los capitanes si querían agregar algo más y la mayoría de las respuestas se volvieron de pronto campañas proselitistas en las que cada capitán empezó a invitar gente a sus equipos.
“Que me mande una foto”, “si me etiqueta en el álbum”, “si quiere alcanzar libros para aportar a la biblioteca de la cárcel o a bibliotecas populares”. Desde instrucciones simples hasta casi una invitación a comer escalopes con puré, lo que identifica a todos los grupos es una alegría contagiosa y una competencia sana de saberse parte de un juego divertido en el que a fin de cuentas no importa quién gane, la que gana es la cultura y el amor por la lectura.
“Me conmueve la participación de los niños”, cierra Luis emocionado. “En el equipo de Malala hicieron participar a mi hijo y lo he visto sentarse a elegir libros, para regalarlos, sacarse fotos con otros niños de su edad. Creo que como muchas de las cosas que hago, es sembrar a futuro. Ver la alegría de la gente al recibir libros no tiene precio. Enterarme que hay ahora un libro que está en un barco del caribe, o la historia de Ema que le regaló un libro a su compañero de juegos el Hombre Invisible, esas cosas me parecen increíbles y me pone muy contento. Quisiera que Libergia creciera, que se armen más equipos en otras provincias y otros países. Que trascienda el espacio y el tiempo. Y que todos leamos un poco más, que nos tomemos el tiempo de leer, y disfrutar”.
Cada capitán va sumando gente a su ritmo y de acuerdo a los libros que tiene disponibles para regalar, pero si querés sumarte de una, sin pedir permiso y para arrancar ya mismo, estas son las instrucciones:
•Elegí un libro (o muchos) que quieras regalarle a alguien.
•Si podés agregá el señalador impreso del proyecto (enlace de descarga).
•Regalá el libro a la persona elegida. Es súper importante documentar el momento con una foto.
•Entrá a la Fanpage de @proyectolibergia poné “me gusta”, elegí un equipo y dejale un comentario al capitán con la foto y los datos del libro regalado. Además de los equipos entrevistados en esta nota hay Quijoteres, Vaga mundos, Brujas bucaneras, Hormigas coloradas, Pájaros volando, Mandarinas y fernet y muchos otros.
•A la persona que le obsequies el libro explicale las instrucciones, si querés podés compartirle esta nota. El chiste del juego es que esa persona siga regalando y sumando participantes al equipo.
•A lo largo del tiempo Luis irá dando instrucciones, prendas y demás info del juego. Hay equipos que tienen sus propios desafíos y particularidades. No dejes de revisarlos para elegir.
•Siempre que compartas usá el hashtag #libergia así después se puede seguir en las redes qué tan lejos se va llegando.
•El sábado 30 de marzo a las 15hs en el Museo Evita - Palacio Ferreyra tendrá lugar la primera juntada de Libergia. Para leer, para regalar e intercambiar libros, para sumarse.
•¡A jugar!
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