Juan Ramírez, el estudiante y el futbolista

El volante de Talleres fue escolta en el programa educativo del club para terminar los estudios medios de la Escuela Secundaria y celebró ese mérito con recuerdos de su etapa adolescente. También se refirió a la Libertadores.

Deportes 03/12/2018Federico JelicFederico Jelic
juan ramirez00002

chapa_ed_impresa_01

El título que le faltaba a Juan Ramírez era el de la Escuela Secundaria. Gracias a un programa impulsado desde la dirigencia de Talleres para que el plantel, y también los juveniles, puedan terminar los estudios medios, muchos jugadores profesionales lograron su cometido de recibirse. Y en el caso de Juan Ramírez, volante izquierdo, terminó siendo escolta de la bandera.

El ex volante de Argentinos Juniors encontró un estilo de vida en Talleres, un renacer futbolístico y hasta humano, pero antes de adentrarse en lo deportivo, relató el hecho de volver a las aulas y no dejar materias pendientes, literal, para recibirse en nivel medio.

"Era un desafío personal, porque cuando uno empieza a transitar los caminos del fútbol profesional, los entrenamientos y todo eso, indefectiblemente deja de lado los libros y el estudio. En mi caso hice hasta el último año del polimodal en Merlo, el ESB número 3, y todo pasa tan rápido que cuando te acordás, ya pasó todo. Cerré una etapa de mi vida. Pero más que nada le quise dar un ejemplo a mi hija Aymara, de seis años, de que vea que su padre terminó el colegio, a pesar de todo", contó Ramírez a La Nueva Mañana.

- ¿Cómo era Juan Ramírez en la secundaria?

- Era un buen alumno, del promedio medio, no era muy travieso pero tampoco de los más participativos. En esos años teníamos un fútbol en la cabeza y esperábamos que llegara el recreo para seguir jugando a la pelota. Al último me llevaba más materias pero por lo general, fui regular.

juan ramirez00003
Cerré una etapa de mi vida. Pero más que nada le quise dar un ejemplo a mi hija Aymara.


- ¿Cuáles eran tus materias favoritas y las que menos te gustaban?

- Me iba bien en matemáticas, no sé por qué tenía facilidad con los números. Me llevaba mal con historia y geografía y hasta física también, por esas fórmulas tan especiales. Me costaba agarrar los libros. Pero fui un alumno respetuoso. Siempre me acomodaba para estudiar hasta que el fútbol comenzó a demandarme más. Después empecé a llevarme más materias. Lo confieso, pero era todo por mi sueño de ser futbolista.

- ¿Qué carrera universitaria hubieras seguido?

- Yo creo que Educación Física, seguramente, algo ligado a la actividad física y al deporte. Por suerte me pude dedicar a lo que más me gusta que es el fútbol y soy feliz.

- ¿Cómo era el grupo de estudios? ¿Quién era el más “traga” en la escuela de Talleres?

- (Risas) Todos nos involucramos mucho, incluso los profesores, Quintana es el abanderado y por algo lo consiguió. Hablando en serio es bueno que Talleres haya brindado este programa, los profesores también se comprometieron con la causa y para mí es un honor ser escolta. Hacía muchos años que no escribía dos hojas seguidas a mano, son hábitos que se pierden con los años como el hecho de que tomen la lección.

- ¿Te gusta leer?

- Sí pero leo poco, porque no me gustan las noticas amarillistas, no leo diarios y le dejé de dar importancia a las redes sociales. Son lugares muy violentos a veces, todos opinan y al no compartir esas posiciones, a veces me pone mal y entonces decidí dejarlas de lado. Todos me dicen que siga mis redes pero creeme que estoy más tranquilo así. Hay vida después de las redes sociales.

- Ya van tres años en Córdoba. ¿Asentado?

- Sí, fue una adaptación especial pero ya me siento parte. Es una sociedad que nos recibió bien, el hincha de Talleres te brinda cariño cuando te reconoce, cuando voy de paseo o a hacer las compras. Ya se van a cumplir tres años. El vestuario es especial, con la música de cuarteto y nos bardeamos en joda con esa puja de porteños y cordobeses. Todo normal. Estoy feliz acá. Jugué en Estados Unidos y Almería, son lugares donde todo funciona y tiene sus comodidades, pero igual a veces uno extraña el caos argentino.

juan ramirez00001

La transición y la Copa Libertadores

El hecho de tener a la Copa Libertadores en el horizonte no hizo nublar a los jugadores de Talleres, porque primero tuvieron que readaptar el chip de juego, con la transición del estilo de juego de Frank Kudelka a Juan Pablo Vojvoda.

Sobre ese tema hizo referencia Ramírez: "Son meses de reacomodamiento, sabiendo que dejamos una forma de jugar como la de Kudelka que era por lo general siempre la misma, con la de Vojvoda que suele mutar. Y no nos fue fácil al principio, porque somos un plantel joven, la exigencia quedó alta en cuanto a la vara general de lo que el hincha estaba acostumbrado. Y por momentos nos costó. Es tiempo de lograr regularidad y creo que lo estamos consiguiendo. Es todo un aprendizaje", agregó.

- ¿Ya están pensando en la Copa Libertadores?

- Es inevitable. Fue un desafío que nos lo ganamos en cancha, y claro que a todos nos ilusión poder estar. Pero primero quedan dos partidos, sería un error adelantarnos a eso, no nos debe ganar la ansiedad. Será un sueño cumplido. Uno se predispone de otra manera.

- ¿Qué fue lo mejor de estos dos años y medio en Talleres?

- De todo. El hecho de pelearle el campeonato a Boca, dicho sea de paso, después de perder ese partido sobre el final se nos hizo difícil acomodarnos y pagamos esas consecuencias, a la clasificación a la copa. Fue todo un proceso. Y en lo personal, haber convertido el penal a Belgrano en el clásico. Estaba designado, me tuve fe y ese gol quedará para siempre en el recuerdo. Igual espero poder seguir marcando más goles importantes y que Talleres tenga un gran papel en la Libertadores.

Edición Impresa

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana
 
Todos los lunes en tu kiosco ]


Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto