A pesar de la lucha ambiental de los vecinos, comenzó la remoción del quebracho histórico de Villa Allende

El quebracho blanco centenario de Villa Allende es un ejemplar de más de 280 año, que se encuentra en la traza del nuevo carril de la avenida Padre Luchesse, una ruta clave para la conexión entre Villa Allende y Córdoba capital. Especialistas advierten que las probabilidades de sobrevida del quebracho son extremadamente bajas.

Córdoba19/06/2025Redacción La NUEVA MañanaRedacción La NUEVA Mañana
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El árbol se encuentra en la traza del nuevo carril de la avenida Padre Luchesse.Foto: gentileza.

Este miércoles comenzaron las tareas de remoción del quebracho blanco centenario de Villa Allende, un ejemplar de más de 280 años que resistía en soledad como testimonio viviente del bosque nativo que alguna vez cubrió la región. Su posible traslado, decidido en el marco de una obra de ensanchamiento vial, desató una fuerte polémica social, técnica y judicial, que aún deja interrogantes sin resolver.

El árbol se encuentra en la traza del nuevo carril de la avenida Padre Luchesse, una ruta clave para la conexión entre Villa Allende y Córdoba capital. Su presencia, majestuosa y simbólica, se convirtió en el último obstáculo visible en una obra que ya avanza a gran ritmo.

Pese a los esfuerzos de vecinos, ambientalistas y especialistas por conservarlo en su lugar, la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tercera Nominación de Córdoba declaró “inadmisible” el amparo ambiental presentado para evitar su remoción. Así, la Municipalidad de Villa Allende y Caminos de las Sierras quedaron autorizadas para proceder con el traslado.

Una intervención con pronóstico reservado

El procedimiento comenzó con maquinaria pesada para preparar el terreno y formar una “cazuela” de tierra que permita encapsular las raíces con un pan hidratado, paso previo para el traslado. Está previsto que en los próximos días se realice una poda para reducir la demanda hídrica del ejemplar antes de moverlo a una nueva ubicación, a 25 metros del lugar actual, al sur de la colectora.

Según la Municipalidad, el operativo está a cargo de una empresa de ingeniería forestal, y se utiliza una malla especial para evitar que la tierra que sostiene el sistema radicular se desintegre durante el traslado.

Sin embargo, especialistas advierten que las probabilidades de sobrevida del quebracho son extremadamente bajas. Los ingenieros forestales Lubrano y Ricchini, convocados inicialmente para asesorar sobre el traslado, renunciaron al considerar que se trataba de una sentencia de muerte. “El universo de raíces que hidrata, nutre y sostiene al árbol quedará cortado sin posibilidad de recuperación”, explicaron.

Algunos expertos más optimistas mencionan un 20% de probabilidades de supervivencia, aunque aclaran que no existen antecedentes exitosos de trasplantes en ejemplares de esta especie y tamaño.

El árbol como símbolo del bosque perdido

El quebracho blanco se convirtió en emblema para vecinos y organizaciones ambientales de la región, quienes desarrollaron actividades educativas, charlas y presentaciones judiciales para protegerlo. Lo consideran un “monumento natural” por su valor ecológico, histórico y cultural, además de su potencial como recurso pedagógico.

El árbol no solo representa un relicto de bosque nativo: es también un testimonio vivo de un ecosistema arrasado por el avance urbano. La defensa ambientalista sostuvo que rediseñar la traza vial –como ocurrió en Unquillo para conservar un algarrobo histórico– habría sido una opción viable para armonizar desarrollo y conservación.

Una pérdida anunciada, una respuesta genética

En paralelo al intento de traslado, el municipio informó que, con asesoramiento del INTA, se recolectaron semillas y brotes tiernos del quebracho, de los que ya se obtuvieron 36 plantines. Esta estrategia apunta a preservar el material genético del ejemplar original, lo que constituye una suerte de aceptación implícita de que su sobrevida como individuo está en duda.

El propio fallo judicial mencionó esta iniciativa como medida complementaria, aunque especialistas señalan que clonar genéticamente un árbol no reemplaza el valor ecológico ni patrimonial del individuo adulto, que es hábitat, sombra, polen, historia y cultura.

Conservación vs. desarrollo: un conflicto abierto

Desde el municipio y Caminos de las Sierras insisten en que la intervención responde a una necesidad vial. Argumentan que el crecimiento urbano y del tránsito exige obras de infraestructura, y que el traslado del árbol es la “solución más acorde desde el punto de vista ambiental y de sustentabilidad del proyecto”, dado que modificar la traza implicaría afectar otros recursos naturales.

Para los defensores ambientales, en cambio, esta decisión es un ejemplo más de cómo la lógica del desarrollo suele imponerse sobre los valores ecológicos, incluso cuando existen alternativas de diseño o adaptación.

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