Mauro Rosales: Memoria, trayectoria y horizontes

El villamariense se encuentra en su ciudad analizando los pasos a seguir en su carrera. En diálogo con La Nueva Mañana repasa su andar en el fútbol. “Quiero jugar cerca de la familia”, cuenta.

Deportes 23/07/2018Marcos J. VillaloboMarcos J. Villalobo
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A los 15 años dejó su querida Villa María con un bolso lleno de ilusiones futboleras. Con esa pinta de nene se fue hasta Rosario con una cantidad de miedos, pero también de esperanzas. Y metas. Y poco a poco, a medida que fueron pasando los años las fue cumpliendo y haciéndose un nombre en el mundo del fútbol. Ahora, con 37 años, Mauro Rosales retornó a sus pagos como un hombre, pero con la misma sonrisa. Con una enorme trayectoria en el lomo, que incluye una medalla de oro olímpica, el atacante, devenido en mediocampista, se encuentra en sus pagos a la espera de gastar los últimos cartuchos con la pelota.

Se inició en Alumni de Villa María, el mundo del fútbol lo conoció en Newell’s, luego pasó por el Ajax de Holanda y River. En ambos equipos fue campeón. Y en los últimos ocho años militó en la MLS de Estados Unidos jugando en Seattle Sounders FC, Chivas USA, Vancouver Whitecaps y FC Dallas. Sin olvidar que jugó en distintas etapas de la Selección argentina.

Rosales llegó al país hace un mes y en diálogo con La Nueva Mañana contó: “Me volví para esta mitad del año y ver si puedo jugar este último tiempo en Alumni o en algún equipo de Córdoba. Me estoy preparando. No he dejado de entrenar desde que volví. Ese es el plan por el momento. Quiero jugar cerca de la familia un año o lo que sea, y ya retirarme. Me fui con 15 años de casa y ya tenía ganas de volver. Por eso tomé la decisión, me apoyó mucho el equipo de la MLS donde estaba en Vancouver. Estoy contento de estar con mi familia, pasando tiempo con ellos”.

Más de 20 años lejos. Sólo retornaba para las vacaciones, comúnmente en verano. Por ende, le es llamativo estar en esta época del año en Córdoba. “Disfruto mucho de la familia, de los amigos, de compartir asados, antes no tenía esa posibilidad...”, narró el futbolista.

Su adiós del fútbol norteamericano fue emotivo. Vancouver Whitecaps jugaba con Earthquakes de San José, y al minuto siete, número de la camiseta que siempre usó el villamariense, apareció el rostro de Rosales en la pantalla gigante del estadio BC Place, y los hinchas canadienses se pusieron de pie para saludarlo y ovacionarlo. Él levantó la mano visiblemente emocionado. Fue su última aparición en la Major League Soccer. Ante la consulta sobre qué le dejó haber jugado en aquel fútbol, Rosales explicó: “Muchísimo. Me adapté muy bien a la Liga. Tuve temporadas muy buenas, que me permitió ganar, junto a mis compañeros, cuatro torneos en los distintos equipos que estuve. Donde estuve me fue bien y el cariño me que medio la gente este tiempo fue muy bueno. Tuve una despedida soñada. Me dieron mucho apoyo siempre, la gente, mis compañeros, la misma MLS también. Ahora estoy en otra etapa”.

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- Es una liga que ahora tiene muchas estrellas. ¿Qué tipo de torneo es y qué puede llegar a ser?
- La MLS ya es una realidad. Tiene 22 equipos, se están por sumar más. La infraestructura es impresionante. Todos los equipos tienen estadios propios casi. La organización que tiene la MLS no la encontrás en otra parte del mundo, y obviamente cada año llega mucho talento. Ahora llegó Wayne Rooney, Zlatan (Ibrahimovic), jugadores que han tenido su paso por las mejores ligas del mundo, y le van a dar elite al torneo. Tienen sus años, pero están vigentes. Más allá de esos jugadores, hay talentos en jugadores jóvenes. Por ejemplo, en Atlanta está Ezequiel Barco y el pibe Almirón. Hay muchos argentinos que les está yendo muy bien en la MLS.

- Más allá de que todavía estás pensando en jugar un tiempo más, ¿qué balance hacés de tu extensa carrera como futbolista?
- Muy feliz con todo lo que me tocó vivir en el fútbol, de las experiencias que me tocaron. Con momentos muy buenos y otros malos, como todo jugador. Tuve desde el principio experiencias lindas como la Selección sub-20, la sub-23, jugar los Juegos Olímpicos y ganarlos, después jugar en la mayor. Haber estado en grandes equipos como River, Ajax, haber debutado en Newell’s. Newell’s me dio todo lo que anhelaba como futbolista. Estar con planteles poblados de excelente jugadores. Y en este último tiempo estar en la MLS me tocó un poco compartir mi experiencia y ser competitivo, que es lo más importante, sentirme bien. Disfruté todo lo que me tocó vivir y el balance es positivo.

- Dijiste “feliz”. A propósito, ¿dónde fuiste más feliz o hiciste tu mejor fútbol?
- Creo que todo va de la mano, porque si no hubiese sido por Newell’s no hubiese tenido la posibilidad de jugar en la Selección. Si no era por la Selección no llegaba a Ajax, sino jugaba en Ajax no iba a River y así sucesivamente. En todos los lugares pude salir campeón, excepto en Newell’s. Pero ahí fue donde nací, me crié y me forjaron como jugador y persona. Soy un eterno agradecido a Newell’s. Tuve compañeros y gente muy buena desde las inferiores, donde compartí con Maxi Rodríguez, Luciano Vella, “Colorado” Ré, Guille Marino, todos chicos que crecimos jugando juntos, al igual que Leo Ponzio, con él jugué en Newell’s y River. Son cosas que llevo adentro y recuerdos imborrables, que me hicieron crecer y disfrutar. Por eso fui feliz.

- ¿Te quedó algo pendiente?
- Lo único que me faltó jugar fue un Mundial. Lastimosamente me lesioné ocho meses antes de la Copa del Mundo de Alemania 2006. Había jugado las Eliminatorias, la Copa América, llevaba un envión lindo, pero me operé del tobillo y me llevó más tiempo de lo normal y no llegué a recuperarme a tiempo. Fue lo único que me faltó, porque jugué Juegos Olímpicos, Copa América, Mundial sub-20, Champions League, Copa UEFA, todos los torneos importantes los puede jugar, excepto el Mundial.

El fútbol como aprendizaje de vida

El fútbol obsequia un lenguaje cultural extenso, muchas veces difícil de abarcar en su estudio o en el propio diálogo con los diversos protagonistas. Este deporte se refleja tanto en el terreno de juego como en las tribunas; en el potrero y del otro lado del alambrado. Y sus personajes son diversos, desde los tranquilos como los excéntricos. Por eso, Mauro Rosales que tuvo la chance de ser entrenado por técnicos de todos los gustos y colores, al repasar su trayectoria, afirma que hubo dos personas que lo marcaron, que le enseñaron tanto de fútbol como de la vida: José Pekerman y Marcelo Bielsa. “Los pongo siempre como ejemplos”, dice.

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- ¿Por qué ellos?
- Fueron los dos que, quizás, me dieron la mentalidad para ser competitivo y proponerme querer ganar siempre, crecer siempre, en base al respeto. Nos forjaron de chico con eso. Nos inculcaron eso, que más allá de que buscaban buenos jugadores, buscaban buenas personas. Y formaban grandes planteles, con buenas personas y grandísimos jugadores, que provocaban que rendías lección en todos los entrenamientos; no podías aflojar, porque si no venía otro y ocupaba tu lugar. Siempre te daban esa mentalidad, concentración y estar predispuesto. Pekerman, Tocalli, el profe Salorio... personas que fueron exitosas en todo lo que hacían, buena gente y respetuosa.

- Decías al comienzo que estás viendo dónde vas a jugar, si en Alumni u otro club de Córdoba. ¿Cómo está eso?
- Sí, estoy viendo las posibilidades. Me siento bien, estoy bien físicamente. Ya veré cuáles son las posibilidades que se dan. Tengo tiempo, sino me quedo en el equipo de mi ciudad, donde me inicie en cancha de once. Veremos cómo se da todo.

- Fuiste compañero de Cristian Bernardi y de Juan Pablo Vojvoda en Newell’s, técnicos de Belgrano y Talleres respectivamente. Te debo preguntar si hablaste con ellos.
- Fui compañeros de ellos, pero no hablé con ellos. Las personas que están a cargo están buscando y si se da bien. No hay nada hablado con ninguno. Yo soy paciente, y obvio que soy conciente de mi edad. Estoy para acompañar, ayudar a los más jóvenes. El equipo que sea tendré el mismo rol.

- En Córdoba hay un jugador que se fue de chico a Rosario, hizo las inferiores en Newell’s, igual que vos, y tiene dos años más, que es el “Cholo” Guiñazú.
- Con el “Cholo” jugamos mucho tiempo juntos, hemos viajado juntos a entrenar a Rosario. Cuando debuté él estaba en primera, se fue, volvió y jugamos juntos. Tenemos una buena relación. El “Cholo” ha hecho una carrera impresionante y los últimos años de su carrera sigue vigente. Con temperamento en todo lo que hace. Lo conozco de chico y se las ganas que le pone al día a día en entrenar, ayudar, estar con sus compañeros y con una mentalidad ganadora envidiable. Él va a jugar hasta que él diga, pero lo ves y parece que es eterno.

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“La memoria futbolística es confusa pero muy selectiva, y lo que escoge lo ve con claridad para siempre”, escribió en 1995 el español Javier Marías.
El delantero oriundo de Villa María repasa con agrado su historia futbolera, pero todavía sabe que aún queda una parte importante para darle el cierre que pretende.

Engancha y acelera.
Mauro Rosales... aferrado a la pelota.

 

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