Fuertes diferencias de precios en frutas y verduras

Dependiendo la zona y el lugar de compra, se paga hasta cuatro veces más por algunos productos, según el relevamiento realizado por La Nueva Mañana. El programa Precios Claros, sin datos.

Economía25/09/2016 Redacción La Nueva Mañana
precios frutas

“Camine señora, camine”. La reconocida frase de Lita de Lázari está más actual que nunca por la inflación, la gran dispersión de precios existentes y la necesidad de cuidar el bolsillo para llegar a fin de mes.

Una muestra de la disparidad de los valores de comercialización se observa en frutas y verduras. Una recorrida por distintas zonas de la ciudad de Córdoba y Gran Córdoba realizada por La Nueva Mañana, arroja diferencias de hasta el 400% en el mismo producto.

Mientras tanto, el programa nacional Precios Claros, se encuentra en la actualidad sin datos.

Si bien en la web figura un listado de frutas y verduras como productos informados, al realizar la búsqueda para comparar el precio aparece la leyenda: “No se encontraron resultados para tu búsqueda. Tené en cuenta que no todos los productos son obligatorios de informar. Ver productos informados”.

La dispersión de precios se nota por ejemplo, en varias verdulerías ubicadas en la avenida Donato Álvarez, donde se puede comprar tres paquetes de espinacas o acelga por $ 10; mientras que en otros puntos de venta hay que pagar $ 20 por la misma cantidad; es decir, el doble,  y en el caso del barrio Nueva Córdoba, se consigue cada paquete a $ 20.

El tomate se consigue desde $ 15 el kilo hasta más de $ 30; es decir, se puede pagar hasta el doble; mientras que en papa y cebolla no se observan grandes diferencias.

En frutas, el caso más llamativo es de la frutilla, ya que su precio va desde $ 20 el kilo en algunas verdulerías, mientras que en una reconocida cadena de supermercados con presencia en la capital provincial e interior se ofrece a casi $ 80; es decir cuatro veces más.

Si bien los precios de los alimentos agrícolas se multiplica por 5,5 veces desde que salen del productor hasta que llegan al consumidor, según el Índice IPOD de Came, hay un excesivo remarque y especulación por parte de algunos comerciantes.

“La casi totalidad de las verdulerías compran en el Mercado de Abasto a precios similares, pero cada una le aplica el precio de venta en función de su realidad”, coincidieron en explicar tres puesteros que proveen productos del cinturón verde.

En ese sentido,  cada comerciante “aplica el lápiz” en función de si paga o no alquiler, el monto del mismo –que varía no sólo por el tamaño de local sino por la ubicación-, si tiene empleados, su condición tributaria, la rotación de mercadería y sus aspiraciones de ingresos.

“Siempre hay cola porque vendemos los productos a buen precio. La gente se fija cada vez cuanto paga por los alimentos y nosotros, con los precios que ponemos tenemos ganancias”, explicó Norma, de una verdulería de Argüello.

Ferias, otra alternativa

Otra opción donde conseguir buenos precios y productos frescos y de calidad son las ferias francas; pero hay seis y no llegan a todas las zonas de la ciudad. Los estudiantes de Nueva Córdoba son asiduos concurrentes a los puestos de Crisol y Rondeau porque les permiten ahorrar, especialmente en la hora previa al cierre –de 13 a 14 horas- porque se consiguen frutas y verduras casi al mismo precios que en el Mercado de Abasto.

Los feriantes tienen precios competitivos porque sus costos son menores, ya que sólo pagan por cada módulo del espacio público que ocupan y el mínimo estimado en el Código Tributario en concepto de comercio e industria.

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