La experiencia de la "Mona" Jiménez cuando se probó en Belgrano

En el libro "La palabra hecha pelota" del periodista Alejandro Duchini, el ídolo cuartetero recordó cuando siendo un adolescente estuvo a prueba en el equipo de barrio Alberdi.

Deportes 14/02/2018 Marcos J. Villalobo Marcos J. Villalobo
Mona Jimenez Belgranp

" A La Mona Jiménez el fútbol lo atravesó de las formas más disímiles. Era jugador de Bella Vista, pero después de un partido, un sábado a la mañana, luego de cantar en un recital, eligió la música, su otra pasión", arranca el capítulo dedicado al ídolo cordobés en el libro "La palabra hecha pelota" del periodista Alejandro Duchini.

En este capítulo, el autor, que recientemente ganó el premio ADEPA por su nota en la revista EL GRÁFICO sobre el ex boxeador Jesus Romero,  la "Mona" narró su experiencia como un aspirante a vestir la camiseta de Belgrano.

 LaPalabraHechaPelota-ADuchini
 FRAGMENTO DE CUANDO LA MONA  CUENTA QUE SE PROBÓ EN EL "PIRATA"

"Mi vínculo con el fútbol comenzó a mis 13 años. Vivía con mis padres en una casa del barrio Luz y Fuerza. Por esa época también tocaba la guitarra. Había una canchita de fútbol, enfrente, donde hacíamos campeonatos entre los pibes más chicos. Y también jugaban los otros, los que eran un poco más grandes, de 14 o 15 años.

Me acuerdo de don Luján, que me dijo que jugaba bien y me llevó a Belgrano, del que yo era hincha, a probarme. Vivíamos cerca de su cancha. Fuimos cuatro días seguidos y nunca me probaron. Siempre probaban al hijo del secretario, al sobrino del tesorero, al amigo del tesorero que traía otros chicos. Así. Y a mí nunca me pusieron. Fuimos durante toda una semana y no fui más. Me puso mal eso...

Entonces me probé en Bella Vista, donde terminé firmando. Tenía 15 años cuando empecé a jugar para ellos. Y jugué hasta los 17, en la cuarta especial. Estaba en el banco, porque era el que suplantaba al Loco José Luis Saldaño, que después jugó en Instituto,  Boca y Colón. Bueno, yo lo reemplazaba ahí, en Bella Vista, si íbamos ganando. Entraba casi siempre al final del partido, cuando faltaban diez minutos".

MONA JIMENEZ LUIFA ARTIME
En otro momento del libro, el autor le consulta sobre porque de chico era hincha de Belgrano, y Jiménez respondió:  

"Porque vivía nada más que a ocho cuadras de la cancha. Para mí fue una desilusión muy grande ir a probarme y que no me hicieran jugar para decirme si quedaba. Porque si me probaban y les gustaba cómo jugaba y firmaba para Belgrano, yo tenía la posibilidad de jugar al fútbol cerquita de casa. Además, el colectivo pasaba por la puerta de donde yo vivía y por la cancha. Hubiese sido más fácil para mí entrenar dos veces al día o una que ir a Bella Vista, para lo que tenía que tomarme dos colectivos. Uno hasta el centro y otro hasta la cancha. Y tenía que hacer todo eso apurado, corriendo, cruzando el monte".

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