"Córdoba presenta una sequía hidrológica de 3 a 4 años"

Así lo manifestó la doctora en Ciencias de la Ingeniería, Érica Díaz, quien se refirió al déficit de precipitaciones, la falta de humedad y cómo esto impacta en una provincia semiárida como la nuestra.

Ambiente27/07/2024Mónica HernándezMónica Hernández
dique la quebrada 1
SUPERPOBLACIÓN EN LAS SIERRAS CHICAS."Tenemos el ejemplo del dique de La Quebrada, que si bien pocas veces llega a la cota máxima, la visión de ese sistema fue desarrollado para almacenar agua a los fines de abastecer a la población y frenar crecidas; lo que no se tuvo en cuenta es la superpoblación de la zona”, aseguró Díaz. Foto LNM

Como parte del ciclo “Tardes de Ciencia”, organizado por la FaMAF y el Observatorio Hidro Meteorológico de Córdoba (OHMC), la doctora en Ciencias de las Ingeniería Érica Díaz brindó la charla “Sequías. La sed de la Tierra”.

La experta se centró en las causas y efectos de las sequías, “que son reconocidas como verdaderos desastres ambientales. Al mismo tiempo, se trata de fenómenos naturales con los cuales debemos aprender a convivir. Para eso, se debe comenzar por conocerlas y comprender sus dinámicas, para poder hacerles frente de la mejor manera posible”, comentó la investigadora. 

Díaz se refirió a la caracterización de los diferentes tipos de sequías y cómo han afectado temporal y espacialmente nuestra región en el último siglo, además de compartir posibles escenarios para el futuro inmediato. La catedrática se dedica desde hace décadas a estudiar las características de ciertas cuencas hídricas, además de desempeñarse como docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, y en la cátedra de Hidrología y Procesos Hidráulicos como también en la nueva Licenciatura en Hidrometeorología. 

A la vez, “es muy importante destacar que las sequías, a diferencia de otros fenómenos naturales catastróficos, no suelen ser percibidas por el gran público como amenazas inminentes de primer nivel. Ello puede deberse, probablemente, a que las sequías son fenómenos que se producen en forma gradual”, añadió.

 Aridez, escasez de agua y demanda crónica

La aridez es una condición natural de un lugar, por lo cual Córdoba es una región semiárida; en tanto la escasez de agua está asociada al uso excesivo del recurso, donde se está utilizando más de lo que se tiene, lo que sucede muy a menudo en diferentes de regiones del país. “Esto pasa muchas veces porque no se toma conciencia que nos encontramos en una región con un recurso que es escaso”, expresó Díaz. 

Ante la consulta de LNM acerca de cómo se pueden realizar nuevas obras de almacenamiento teniendo en cuenta el caudal de los afluentes, Díaz sostuvo: “Tenemos el ejemplo del dique de La Quebrada, que si bien pocas veces llega a la cota máxima, la visión de ese sistema fue desarrollado para almacenar agua para abastecer a la población y frenar crecidas. Entonces desde allí es que la concepción cambia, porque ante las crecidas almacena agua y después se la va liberando gradualmente, porque esta es la consigna de este tipo de embalses y lo que no se tuvo en cuenta es la superpoblación de la zona”. 

Déficit de precipitaciones

Cuando avanzan las sequías en el tiempo, generan un déficit en la humedad del suelo, por lo cual los cultivos no van a poder adquirir el agua. Esto a su vez, si se prolonga, “comenzamos a tener déficits en los caudales de los ríos, en los niveles de los embalses y en el agua subterránea, todo lo cual lleva a la sequía hidrológica”, comentó Díaz.

Por otra parte, la sequía socioeconómica “es parte de la variabilidad del sistema, porque nuestros primeros habitantes enfrentaron estos fenómenos y cuando tenían períodos sin precipitaciones, lo que hacían era cambiar el cultivo”, dijo.

En la región en la que se encuentra Córdoba existe un déficit de precipitación, el cual llevará a tener menos infiltración de los suelos combinado con las altas temperaturas, déficit de humedad, lo que genera un aumento en la evaporación que provocará carencia de agua en los suelos y llevará a la sequía agrícola con disminución en los caudales de ríos y embalses. 

Entre 1970 y 2012 la Organización Meteorológica Internacional (OMI) realizó un relevamiento de las pérdidas de vidas en las sequías, donde se registraron 2.000.000 de muertes en los países más vulnerables. 

Como contraparte, la agricultura y la ganadería son las más golpeadas, en un primer momento del fenómeno, y mucho más sensibles a las sequías de corta duración. 

Además, la energía hidroeléctrica es otro de los “sectores que más se golpea y tiene consecuencias energéticas más significativas, porque cualquier país que tenga una matriz energética al no tener el recurso implica utilizar otro tipo de energías que generan costos. Esto pasó en los últimos 4 años en el país”.

Conflictos entre los usuarios del agua

Constantemente se ven este tipo de conflictos en nuestra región, siendo “Sierras Chicas un fenómeno, hoy por hoy, además de los conflictos en determinadas cuencas, como la del río Dulce que es compartida. Todos estos problemas pueden llevar a migraciones, pues nadie quiere estar en un pueblo donde pueda faltar el agua y nos damos cuenta que estamos en una sequía cuando ya nos pasaron cosas como pérdidas del sector agrícola y no hay suficiente captación de agua”, concluyó Díaz, ante la consulta sobre la problemática de falta del recurso en algunas localidades.

Asimismo, el río Suquía no ha estado exento de las variables, pues ha tenido sequías después de la década del ’70, donde cada 4 o 5 años se están experimentando períodos de bajas en el caudal, con lo cual el curso de agua, considerando los últimos 50 años, experimentó la sequía más intensa entre el 2008 y 2012.

Como conclusión, “lo que nos queda por hacer es desarrollar estrategias para disminuir la demanda del recurso hídrico disminuyendo pérdidas, aumentando eficiencias y educando a la sociedad en los consumos”, acotó. 

Consumo muy alto

Al ser un país con una población en crecimiento importante, lo cual hace pensar en un territorio con una demanda en crecimiento, con recursos hídricos escasos. Córdoba en los últimos años presenta un consumo diario de entre 300 y 400 litros por habitante y como usuarios se debe cuidar el agua, ya que España, con características parecidas a nuestra región, solo utiliza 150 litros. 

 

 

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