Memorias de la dictadura: dos proyectos que recuperan las historias pendientes de lesbianas y trans

El exilio, el silencio o la muerte caracterizan los relatos de personas del colectivo LGBTIQ+ que, a 48 años del golpe de Estado del ‘76, todavía quedan pendientes de conocer. Desde la provincia de Córdoba, una muestra y un producto editorial buscan recuperar esas voces para el reconocimiento.

Córdoba 24/03/2024 Lucia Ceresole Lucia Ceresole
presentacion muestra concejo deliberante villa maria lgtb+
MEMORIAS DE LA DICTADURA. Presentación de la muestra en el Concejo Deliberante de Villa María. Fotos Gentileza

Relatos, libros, escenas, historias, fotografías, videos o palabras: hay diferentes maneras de reconstruir lo que ocurrió en Argentina desde 1976 con el inicio de la última dictadura cívico-militar. Hay memorias que están al alcance de una mano -aunque en estos tiempos vale pensar cómo retomarlas- y otras que todavía esperan para ser recuperadas. Pero esa espera nunca es pasiva y así lo muestran dos proyectos cordobeses que retoman las experiencias de lesbianas y trans ocurridas durante un proceso que inicia con el golpe de Estado: "Memorias lesbianas de una dictadura" y “Memorias silenciadas: la eterna dictadura”. 

“No encontramos nada así que decidimos hacerlo nosotras” 

"Memorias lesbianas de una dictadura" es un proyecto editorial que está en construcción de manos de la organización Alerta Torta pero que surge cómo una demanda colectiva. “Nace a partir del primer Tortazo que hacemos, que es cuando logramos darnos cuenta que hay un pedido general de les asistentes sobre información de la época de la dictadura y que no había nada. Nos ponemos a buscar material y no encontramos nada. Así que decidimos hacerlo nosotras”, relata una de las pioneras del proyecto, Leticia Veber, a La Nueva Mañana. 

“Pero hasta que llegamos a eso pasamos por un segundo Tortazo en el que tuvimos como una experiencia que fue hacer un taller específicamente sobre memorias en la época de la dictadura y el taller se llenó. Asistieron personas más grandes que la mayoría de les asistentes al Tortazo. Pudieron contar algunas experiencias propias y se empezó a hacer como un boca a boca de distintas experiencias que fui reuniendo”, explica sobre el proceso. 

Para 2024, el proyecto fue tomando forma, excedió el espacio geográfico de la provincia de Córdoba y ya cuenta con entrevistas a Silvia Alderete, Artemia Barrionuevo, Susana Gómez, Graciela Albarenque, Isabel Miranda, Susana Paloma y Adriana Carrasco. Muchas de ellas vinculadas a las ramas del teatro, el arte y el periodismo.  

 “Nace a partir del primer Tortazo que hacemos, que es cuando logramos darnos cuenta que hay un pedido general de les asistentes sobre información de la época de la dictadura y que no había nada”.

Entre el exilio, el reconocimiento y el silencio

A la luz de estos testimonios, Veber relata que “hay una diferencia sustancial entre quienes atravesaron la dictadura en Córdoba, en Buenos Aires o quienes se exiliaron. Además, no todas se reconocían lesbianas en la época de la dictadura. Quienes se quedaron hicieron un silencio muy abyecto, incluso de sus propias familias”. 

Y detalla que “la gran mayoría insiste en que no hubo una cuestión relacionada a la orientación sexual, a la identidad o expresión de género si no que todes les que sufrían esta persecución tenían que ver con la militancia política. Pero sí hay una reflexión que tiene que ver con cómo era vivir como una identidad lésbica para dentro de las organizaciones. A contramano de lo que uno pensaría, era tan ‘enclosetado’ todo que en realidad los conflictos se dan dentro de las organizaciones que son su mundo cotidiano en vez de con el afuera”. 

La gran mayoría de estas historias, principalmente las que ocurren en Córdoba, no están documentadas y eso abre las puertas a algunos descubrimientos. Como cuenta Veber, en la entrevista a Silvia Alderete pudieron reconstruir la primera organización de identidades lésbicas surgida en los años 80’. 

“No es porque si el hecho de que no haya nada documentado. Había una especie de silencio de las compañeras para dentro de sus grupos familiares que es muy fuerte y ninguna se reconoce lesbiana antes de los años 80’ en el lenguaje. Algunas sí se identifican con haber tenido prácticas homosexuales quizás pero no con la palabra lesbiana”, insiste.   

“Había una especie de silencio de las compañeras para dentro de sus grupos familiares que es muy fuerte y ninguna se reconoce lesbiana antes de los años 80’ en el lenguaje”.

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“Ahora, el Estado no las mata con violencia si no con desidia”   

“Es hacer de la memoria una imagen colectiva. Se trata no de contar vidas si no de contar muertes", dice Alejandra Navarro, desde Villa María, para explicar el proyecto “Memorias silenciadas: la eterna dictadura”, una muestra que presenta una serie de fotografías de mujeres trans que habitaron esa ciudad en la década de los 80’ y ‘90.

“No es la misma historia que la de los libros, donde los ochenta representan libertad, fiesta y democracia. Las historias trans son otras, están escritas en la esquina, en la noche, en la comisaría. Las detenciones eran iguales o peores, las torturas también. Tienen muerte e intervenciones quirúrgicas clandestinas. Tienen dorado, rosa y rojo”, cuenta el proyecto que busca proteger, construir y reivindicar la memoria trans local. 

Con la iniciativa de Villa María Diversa y Putos Peronistas, hacen foco en los años que vinieron después del 83’, con el retorno de la democracia. “Se continuaron las acciones contra aquellas personas que son parte del colectivo LGBTIQ+ y sobre todo el colectivo trans. Hasta que no se modificaron algunas leyes quedaron normativas provinciales, como las contravenciones, quedaron resabios de esas detenciones que se hacen en la época de la dictadura”, explica Navarro.  

  “No es la misma historia que la de los libros, donde los ochenta representan libertad, fiesta y democracia. Las historias trans son otras, están escritas en la esquina, en la noche, en la comisaría”.

“El Estado sigue haciendo la vista gorda”

 Las fotografías muestras a mujeres trans que murieron en los últimos 40 años y que transitaron Villa María, algunas de ellas de Oncativo, Oliva y James Craik. Sus muertes ocurrieron por violencia institucional, estatal, suicidios o enfermedades. Sobre esto, afirma Navarro: “En realidad, por las mismas prácticas que llevan a las chicas a situaciones de vulnerabilidad que se siguen dando y el Estado sigue haciendo vista gorda. Ahora no las mata con violencia si no que las mata con desidia e ignorándolas”.  

En el interior de la provincia de Córdoba, Navarro cuenta que la violencia policial continúo desde el 80’ pero se hizo más agresiva durante los 90’ y los 2000’: “En la dictadura o te secuestraban y te mataban o accedías a entregar tu cuerpo para salvar tu vida por un día más. Pero después tuvimos que pasar la violencia policial por veinte años más. Eso motivó mi militancia. Si bien yo tuve ciertos privilegios como una familia que me contenía, carrera universitaria y ejercicio profesional, cuando yo salía a la calle mi vida siempre corría peligro”.  

 “En la dictadura o te secuestraban y te mataban o accedías a entregar tu cuerpo para salvar tu vida por un día más”.

 

 

 

 

 

 

 

 

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