Balneario Abuela Teresa, un tesoro oculto en el Valle de Traslasierra

Por uno de los caminos más bellos de la provincia de Córdoba, entre Villa Benegas y Mina Clavero se encuentra este rincón soñado, ideal para pasar un día a pura naturaleza.

Ed Impresa 27/10/2023 Vanina Boco
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Foto: gentileza.

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Especial para La Nueva Mañana

Mientras recibimos con alegría las lluvias en la provincia, ya vamos imaginándonos que los ríos se preparan con buen caudal para recibirnos en los días calurosos, cuando esté más lindo para salir a disfrutarlos y darnos un chapuzón.

Si buscamos lugares donde pasar el día, el valle de Traslasierra tiene muchas opciones que son bastante conocidas, pero también otras que se encuentran más alejadas o su acceso no es tan sencillo por lo que suelen estar menos concurridas.

Uno de esos lugares es el balneario Abuela Teresa que se encuentra en uno de los paisajes más maravillosos de Córdoba, por lo que vale la pena hacer unos kilómetros para conocerlo y disfrutarlo a pleno.

Un camino con historia

Lo ideal para visitar este balneario es disponer de un día completo porque para llegar hay que atravesar el Camino del Peregrino, también conocido como el Camino de los Artesanos, que pasa por el pueblo de Villa Benegas.

Yendo desde la ciudad de Córdoba, hay que dirigirse al parador Giulio Cesare, en el kilómetro 105 de la ruta provincial N° 34, y desde allí seguir el camino de unos 28 kilómetros que se interna en el corazón de la Pampa de Achala.

Todo este camino está señalizado con las estaciones del Camino del Peregrino que son ocho y se ubican estratégicamente para la peregrinación que se hace cada año para celebrar al Cura Brochero. 

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Una de las cosas más lindas que tiene este lugar es su paisaje: con formaciones rocosas de diferente morfología y tamaño, con vistas panorámicas, arroyos y ríos que conforman postales perfectas, con cascadas chicas y grandes, con planicies de césped y tanto más para admirar. A cada paso dan ganas de detenerse a contemplar ese paisaje maravilloso. Sin dudas, uno de los más asombrosos de la provincia.

Este es uno de los motivos por los que recomiendo salir temprano y disponer del tiempo necesario para no perderse ningún detalle.

Fuera de este camino, pero dentro de la zona, se encuentran varias cascadas conocidas que suelen ser visitadas por grupos de trekking, por ejemplo, la Cascada del Hornilla o la Cascada Mayor, ubicada cerca del conocido refugio Puesto Pérez. 

Luego, vale la pena detenerse en el paraje de Villa Benegas, conocido porque sus habitantes se dedican a crear artesanías con cerámica negra. En la calle que atraviesa el poblado se pueden ver puestos con todas sus creaciones: hay objetos de decoración, ollas, mates, fuentes, entre otras cosas.

Un dato importante es que allí hay un comedor donde disfrutar de opciones de cafetería y comidas. Es el único en la zona.

El balneario

El balneario Abuela Teresa está justo pasando el pueblo de Villa Benegas a unos 10 kilómetros de allí, yendo en dirección hacia Mina Clavero. Vale decir que dirigiéndose desde esta ciudad, son unos 15 kilómetros desde la plaza San Martín para llegar hasta el balneario.

La entrada está marcada por una especie de garita y desde allí hay que entrar por un camino angosto de tierra. Son pocos metros hasta llegar al predio donde hay algunas construcciones, también asadores, mesas y bancos para almorzar o tomar mate con mayor comodidad. 

Allí confluyen algunos arroyos que dan vida y caudal al Río Hondo, esta unión se puede apreciar desde la parte de las mesas donde hay más altura. Luego se puede bajar a un vado para recorrer el curso del río desde el otro margen. Caminando unos metros hacia la izquierda, se forman ollas y entre las piedras más grandes se crean cascadas de buen tamaño. Un sector ideal para disfrutar en verano.

Antes de cruzar el vado, siguiendo también hacia la izquierda, pero del lado donde están ubicadas las mesas, hay un senderito que permite ir bordeando el río, pasa por playas de arena y llega hasta una curva resguardada por un paredón natural.

En cada rincón hay lugares que invitan a quedarse, a relajarse y a disfrutar de este destino escondido del valle de Traslasierra.

Todo esto, con un cordón montañoso imponente que surca el horizonte y que, cuando el sol se va escondiendo, adquiere una iluminación particular, resplandeciente, que brinda un espectáculo totalmente único. Un gran cierre para un día maravilloso.

  

Edición Impresa Nro.: 334

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