“Del algarrobo al ombú”, una aventura cultural que busca homenajear a Cafrune

El guitarrista Osvaldo Lagos y el payador de jineteadas Gustavo Avello viajan por el país en un colectivo Mercedes 1114 en un curioso proyecto relacionado a la música folclórica.

Ed Impresa14/07/2023 Flavio Colazo
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Especial para La Nueva Mañana

Osvaldo Lagos (47 años) y Gustavo Avello (49 años) vienen llevando adelante la experiencia cultural que llamaron “Desde el algarrobo al ombú, desandando los caminos de Cafrune”. Desde finales de junio –cuando Avello partió desde Maipú (provincia de Buenos Aires)- los dos reconocidos músicos folclóricos argentinos (uno de ellos –Lagos- afincado en Jesús María) dieron inicio a una travesía cultural que implica desandar (figurativamente, y no tanto) el camino (geográfico, y rítmico/cultural) recorrido por el gran cantor popular jujeño, Jorge Cafrune, desde su Perico natal  hasta la provincia de Buenos Aires. En su recorrido, Cafrune fue sembrando gran parte de los ritmos y estilos poético/musicales folclóricos argentinos presentes en el trayecto. Hoy dos grandes cultores de la música de tierra adentro (al decir del “Tata” Cedrón) se han propuesto, en retribución a lo legado por Cafrune, desandar su recorrido a fin de entregar su simiente musical y cultural en los senderos por los que anduvo el cantor jujeño, pero en sentido inverso.  El guitarrista Osvaldo Lagos le detalló a La Nueva Mañana las principales vivencias recogidas por los dos músicos a cargo de la experiencia en curso, a la vez que detalló la génesis y el desarrollo del proyecto en el cual se encuentran embarcados en estos días.  

¿Por qué el nombre del proyecto? 

-El nombre “Del algarrobo al ombú” surge de la canción de Roberto Cambaré (autor de Angélica, entre otras obras) quien sostiene en su canción “Sureño en el norte, norteño en el sur” que: “…pa´ mí el algarrobo es igual que el ombú”. La expresión poética de Cambaré –para nosotros- encierra el simbolismo unificador de las idiosincrasias folklóricas a nivel país. 

¿Cómo surgió la idea? 

-Surge de la inmovilidad –en cuanto al desplazamiento físico concreto de los individuos- que conllevó la pandemia de covid-19- que nos permitió a todos reflexionar sobre cosas que habíamos dejado postergadas. Bueno, junto al gran Gustavo Avello concebimos este proyecto que implica una suerte de devolución –mínima- a los que nos legó el gran Cafrune.  La idea surgió como una necesidad de intercambio cultural dentro del mismo marco folklórico nacional. Pasa que las regiones argentinas son bastante atomizadas en cuanto al intercambio musical folklórico y géneros; por ende es muy difícil exponer las músicas del sur en el norte, por ejemplo. No así desde el norte hacia el sur; quizá por una cuestión impuesta desde los medios masivos desde hace décadas.

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¿Cuál es el propósito de esta aventura? 

-Concientizar culturalmente de que no hay una cultura sola, ni un solo costumbrismo, ni una sola propuesta; sino que la cultura musical vernácula es riquísima y variopinta, y que atraviesa –con sus particularidades específicas en cada región- toda la geografía de nuestro país.

¿Cuándo se puso en marcha “Del algarrobo al ombú”? 

-Como decía, se proyectó en tiempos de pandemia y se cristalizó a finales del mes de junio de este año, cuando Avello partió desde Maipú. Luego él me alcanzó en Jesús María, donde arrancó la travesía del dúo. En definitiva, el periplo se inició en Maipú –prácticamente la costa atlántica- transitando la ruta 2– con actuaciones en solitario, en algunas de las poblaciones intermedias, por parte Avello- y luego, al alcanzarme él en Jesús María, continuamos por Ruta 9 hacia el norte, hacia Perico, en Jujuy

¿En qué lugares fueron parando para realizar sus actividades?  

-Hemos ido haciendo Villa María del Río Seco, Ojo de Agua, Santiago del Estero, Herrera, y un sinfín de localidades internas del departamento Atamisqui; también pasamos por Salavina. Recorrimos varias escuelas de la zona. Luego enganchamos la 34, por Loreto, para subir hasta Salta.

¿Qué actividades realizan en las diferentes localidades?

-Por lo general tenemos pautadas las actividades con diferentes organismos educativos. Las actividades son ponencias y actuaciones, de dos horas aproximadamente, referentes a la música surera argentina, que es nuestro bagaje artístico/cultural que tenemos para brindar.

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¿Puede contar alguna de las experiencias más enriquecedoras que han vivido en este proyecto?

- En Sabagasta, a 40 km de Mailin, en una escuela rural donde dimos una charla y compartimos con los niños un almuerzo –en una actividad gestada por el payador santiagueño Lázaro Moreno, quien nos ofició de Cicerón ante los niños, incluso hablando hasta en quichua con ellos-, se dio desde el punto de vista artístico una instancia muy creativa en la que Avello improvisó junto a Lázaro Moreno; salió algo muy lindo e interesante. Esas experiencias son lo que más nos ha conmocionado; el encuentro con los niños que son alumnos en las diferentes escuelas rurales santiagueñas que hemos visitado –como Soconcho, Sabagasta y otras-, todas a gran distancia de cualquier población, ni qué decir de una ciudad; localidades que no cuenten con ni siquiera electricidad. Allí nos han recibido con gran afecto, respeto y gratitud. Conmueve el silencio de los niños y el trato de los docentes. Estas visitas, a modo personal nuestro, has sido la mayor satisfacción.

¿Cuál es el vehículo que utilizan para esta aventura cultural? 

-En “El Refucilo Blanco” -un Motorhome adaptado, Mercedes 1114 modelo 1972.

¿Y se  ha portado bien El Refucilo hasta ahora?

-Todo el trayecto de ida –hasta Perico- ha sido un violín. Esperemos que no afloje en el regreso.

¿Cuenta la iniciativa con alguna subvención gubernamental o privada?  

-No. Es un proyecto autosustentado por nuestras actuaciones y un par de amigos que nos acompañan con sus sponsors para cubrir necesidades básicas, como alojamiento y combustible. 

¿Por qué han escogido a la figura de Cafrune?

-Porque Cafrune es el resumen cultural que pinta ese deseo nuestro. En los sesenta llegó al sur tomando milongas, chamarritas, valses y obra poética del Sur. Siendo nosotros dos cultores de la música surera… ¿cómo no íbamos a venir a su tierra en agradecimiento con la música del sur que el dispersó por el país?

¿Han podido llegar sin problemas a Perico pese al estado de convulsión social imperante en Jujuy?

-Sí, por suerte los manifestantes comprendieron nuestro propósito cultural y hemos podido arribar hasta el pueblo natal de Cafrune sin inconvenientes, y de igual modo emprender el regreso hacia el centro y sur de nuestro país. 

¿Cómo podría definir lo que significó para ustedes la experiencia “Del algarrobo al ombú”?

-En una sola palabra: Trascendental.

  

Edición Impresa Nro.: 319

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