Abrazos que son un manantial de amor y bienestar

Son 20 las mujeres que trabajan de lunes a sábado como voluntarias en la nueva Maternidad conteniendo a bebés cuyas familias tienen dificultades para estar presentes.

Ed Impresa 07/07/2023 Marcos J. Villalobo Marcos J. Villalobo
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“La labor nuestra ahora es en la nueva Maternidad, donde contenemos a padres y madres, les damos información, recorremos la sala donde las madres están internadas, vemos las necesidades y tratamos de atenderlas”.

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EN LA NUEVA MATERNIDAD 

El abrazo tiene mucho poder. Según un informe publicado en la revista Psiquiatría Biológica, los bebés prematuros ingresados en cuidados intensivos que son abrazados desde el nacimiento tienen mejores hábitos de sueño y son más atentos que los que no fueron tan abrazados. Otras investigaciones demostraron que la práctica de alzar a bebés un mayor tiempo posible impacta en el desarrollo de los niños. Aparte de mostrar los beneficios antes citados, los niños y niñas abrazados de bebés mostraron mejores destrezas en el uso de situaciones de tensión o inseguridad. Muchas de estos enormes beneficios neurológicos lo notaron unos médicos de Canadá que comenzaron a fomentar el “Baby Cuddler” y se extendió a todo el planeta. Una práctica que vincula amor, salud, solidaridad, ternura, sacrificios y varios etcéteras que beneficien el bienestar comunitario. 

En la ciudad de Córdoba existen las “Abrazadoras” de la nueva Maternidad, que nacieron en el 2016 bajo el nombre de “Resimami”, y realizan una labor admirable. En la actualidad son 20 mujeres que trabajan de lunes a sábado, tres horas por la mañana y tres horas por la tarde. Por estos días se están eligiendo a 20 miembros más, que serán formados para sumarse. El cupo, tras una reciente convocatoria que superó las expectativas, se agotó.

“Contenemos a madres y padres”

La doctora Ana Rognone es jefa de cuidados intermedios y la que le dio origen en la ciudad a las “Voluntarias en Maternidad Segura y Centrada en la familia”, que comenzó en el Hospital Misericordia. Trabajan, fundamentalmente, con población vulnerables. Mucha gente que llega de los alrededores de Córdoba, de zonas rurales, de localidades chicas. Gente que no tiene su familia cerca.

“La labor nuestra ahora es en la nueva Maternidad, donde contenemos a padres y madres, les damos información, recorremos la sala donde las madres están internadas, vemos las necesidades y tratamos de atenderlas. También estamos en la sala de prealta. Y, lo que hacemos, siempre y cuando nos autoricen por escrito, abrazamos a los bebés si los padres no pueden venir. Hay papás que tienen distintas realidades y atraviesan situaciones complicadas, y ese bebé, para que no esté tantas horas dentro de una incubadora, los médicos aconsejan que nosotras los abracemos”, explica Marcia Irazuzta, que se sumó a esta acción solidaria en el 2018 en un momento clave de su vida. 

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En los últimos meses estas mujeres recibieron una avalancha de solicitudes para sumarse (más de 4 mil personas). Pero por el momento, el cupo está completo y no hay convocatoria de voluntarias.

“Es emocionante ver la fuerza de la vida”

Marcia dialoga con La Nueva Mañana con la voz pausada, explica en detalles y de manera didáctica las funciones que tienen en el nosocomio. Ella llegó a este voluntariado luego de ver una publicación de Facebook sobre esta actividad en Estados Unidos y le pareció “fascinante”. En la misma semana, se topó con una nota en TV que en Córdoba se practicaba y no lo podía creer; y, esas cosas del destino, días después se encontró con una amiga que hacía 15 años que no veía que le contó que tenía contacto con la doctora dirige este voluntariado. No lo dudó: llamó y desde entonces es una activa participante. “Es maravilloso, aprendo todos los días y mucho, y no sólo de los bebés, que luchan por la vida día a día frente a muchas dificultades. Es emocionante ver la fuerza de la vida. También se aprende de muchas mamás, de las familias que atraviesan dificultades económicas y socioculturales y que están acompañando a sus hijos al lado de la incubadora. Conmueve. Hay otras circunstancias que no son tan lindas, pero sí hay mucho aprendizaje”, relata.

Una voluntaria abrazadora tiene que poseer virtudes de servicio, saber escuchar, ser empática, tener compromiso con la tarea y con el grupo, respeto y, fundamental, discreción por la situación de cada paciente. Previamente son preparadas por la doctora Rognone con capacitaciones sobre higiene y medidas de seguridad. Además, durante las capacitaciones se imparten nociones básicas de neurodesarrollo y se enseñan posiciones sugeridas para los abrazos.

Regalar vida

“Maternidades seguras y centradas en la familia es una estrategia de atención de la salud de calidad y con respeto por los derechos de las personas. Nuestras Abrazadoras entienden eso, se brindan por completo. A través de sus abrazos, regalan vida a esos niños y niñas; son un respiro y un hombro para esas familias y una gran ayuda para el equipo de salud”, le dijo Rognone a nuestro medio.

Las series televisivas Grey’s Anatomy o New Amsterdam, que tratan casos médicos, han dedicado capítulos a explicar sobre la relevancia del contacto con la piel que necesitan los prematuros. “El abrazo a los bebés tiene una explicación en el neurodesarrollo”, cuenta Marcia Irazuzta, al tiempo que agrega: “En los primeros días el bebé, al haber salido del contacto con su mamá, no puede estar aislado tantas horas en una incubadora, y es ahí cuando entramos nosotras”.

“Siempre y cuando nos autorice por escrito la familia, nosotras abrazamos a los bebés si los padres no pueden venir. Hay papás que atraviesan situaciones complicadas, y a ese bebé los médicos aconsejan que nosotras lo abracemos”.

Las “abrazadoras” cordobesas saben de la necesidad del contacto piel a piel, y practican la “posición de canguro” (Posición vertical con el bebé en el pecho, con la cara de medio lado y los brazos y las piernas en posición de rana). “Está comprobado que neurológicamente a los bebes les permite descansar y relajarse de una forma especial, y su proceso neurológico evoluciona más rápido”, resalta Marcia.

Cadena de amor

Abrazos, cariño, amor, una persona, cinco personas, cuarenta personas, y más colaboradores, entre todos hacen una cadena que lleva soluciones y son un manantial de abrazos sanadores. A propósito, Irazuzta cuenta: “También tenemos un grupo de gente que nos colabora con ropita de bebé, tejidos, mantas, sabanitas. Tenemos mucha gente generosa que nos ayuda para entregarle a las familias, porque nos aseguramos que ese bebé se vaya, después, a su casa con muda de ropa, pañales, y una manta que los abrigue”.
Abrazos que pueden provocar cambios rotundos en el presente y el futuro.

  

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