El “proyecto antigrieta” toma fuerza en el Senado a través de un nuevo bloque

  

Especial para La Nueva Mañana

El proyecto “Juan Schiaretti 2023” tuvo un golpe de efecto. Lejano para algunos, utópico para otros, pero tangible y realizable para otros, la candidatura presidencial del Gobernador hizo su aparición en el Senado. 

Ya con presencia en la Diputados, la bomba estalló a mediados de semana, a siete días exactos del inicio del periodo legislativo 2023. La escisión de cuatro senadores que comenzaron la semana en las filas del oficialismo significó un golpe de efecto para el espacio “antigrieta” que lidera el mandatario provincial.

De yapa, reforzó su capacidad de negociación (y presión) para erigirse en un jugador de peso en los corrillos del Congreso, ya que dejó al Frente de Todos, vía sus bloques Unidad Ciudadana y Frente Nacional y Popular, a un voto de perder la primera minoría, aunque deberá flexibilizar acciones y “rosca” para lograr quórum propio, 37 votos.

En números, el interbloque oficialista cuenta con 31 votos, mientras que Juntos por el Cambio llega a 33. Pese a la fuga, el Frente Nacional y Popular que lidera José Mayans sigue como primera minoría con 19 bancas, seguido de la UCR con 18, Unidad Ciudadana con 12 y el Frente PRO, con 9 miembros. Recién entonces aparece el ahora “poderoso” Unidad Federal, con 5 miembros.

La cuarta fuerza del recinto es el bloque Frente PRO, con nueve miembros, y la quinta es el flamante bloque Unidad Federal, con cinco.

Entre aliados y voluntades propias, el kirchnerismo llega a 34 escaños.

La aritmética de mayorías para establecer las autoridades se define por el peso de los bloques y no de los interbloques. De ese modo, el bloque liderado por Mayans mantiene la primera minoría con 19 miembros; la segunda minoría queda para la UCR, que tiene un bloque de 18 bancas; y la tercera minoría queda para Unidad Ciudadana, que posee 12 bancas. La cuarta fuerza del recinto es el bloque Frente PRO con nueve miembros y la quinta es el flamante bloque Unidad Federal, con cinco.

Ya sea desde el Frente de Todos o desde Juntos por el Cambio, ambos inmiscuidos en sus propios procesos internos de selección de candidatos y candidatas, la presencia del nuevo jugador obliga a barajar y dar de nuevo. Sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de representantes de distritos ubicados en el corazón productivo agropecuario, más la emergencia de una provincia como Jujuy, con un interesante porvenir en cuanto a la explotación de los recursos que generará el litio en los próximos años.

Con los movimientos telúricos aún sintiéndose mientras se escriben estas líneas, el debut de Unidad Federal, aún sin salir a la cancha, obliga a una reconfiguración de efectos que marcarán el devenir de la campaña política 2023.

Gambito de dama

El nuevo bloque tendrá a Vigo como vicepresidenta. La esposa del Gobernador se anotó un “puntazo” en su rol de armadora. A horas de la sesión preparatoria para la ratificación de autoridades de la Cámara Alta, que se desarrolló el jueves, logró aunar en el espacio a representantes de aliados del proyecto schiarettista.
Alberto Rodriguez Saá, gobernador de la provincia de San Luis, rubricó su apoyo al espacio que lidera el cordobés junto a Juan Manuel Urtubey. Por ello, la presencia de María Eugenia Catalfamo no sorprende.

El portazo del entrerriano Edgardo Kueider tampoco. El pasado fin de semana comenzó a configurar su salida, anunciada por silencios y omisiones desde hace un año, al criticar al presidente Alberto Fernández por no incluir a su provincia en el esquema de subsidios energéticos. El gobernador mesopotámico, Gustavo Bordet, integra la Región Centro y desde hace tiempo es sondeado como un eventual apoyo al armado schiarettista.

Snopek, quien fungirá como presidente del cuerpo, también salió con los tapones de punta contra Fernández. “Motiva mi decisión la distancia cada vez mayor que siento respecto al rumbo de gestión del presidente alejado de las prioridades que nuestro pueblo demanda”, señala la carta de renuncia difundida, dato no menor, por la oficina de comunicación del Senado. El jujeño tiene aspiraciones de disputarle la gobernación a Gerardo Morales y no oculta el resquemor ante la “pasividad” presidencial en torno a la situación de Milagro Sala o de los acercamientos entre Fernández y Gerardo Morales. Ahí es donde aparece el “pegamento cordobesista” dispuesto a captar a oficialistas descontentos.

El jugador que falta

Mientras tanto, todos miran a Omar Perotti. El gobernador de Santa Fe es uno de los objetivos del armado “del medio”. Sin la posibilidad de reelección, el santafesino se mostró con Schiaretti en la licitación del acueducto que traerá agua del río Paraná.

Ambos ponderaron la realización de obras en conjunto y por fuera del centralismo de Buenos Aires. “Bien federal”, repiten.

En ese marco, el insumo santafesino significará otro casillero completo del tablero rumbo a la instalación nacional.

La hoja de ruta marca que el mes próximo, también por las gestiones de Vigo, Schiaretti podría sentarse con Héctor Daer y Carlos Acuña, integrantes de la conducción de la CGT. Y también se aguarda otra foto, con Daniel Funes de Rioja, titular de la Unión Industrial Argentina (UIC).

  

 

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