Los caminos de la vida: Jorge Carranza, del “broncón” a la “gloria”

El arquero de Instituto estuvo a punto de dejar el fútbol el año pasado. Sin embargo, tras reflexionarlo decidió seguir; y esta temporada logró el anhelado ascenso.

Ed Impresa25/11/2022Marcos J. VillaloboMarcos J. Villalobo
Jorge Carranza Instituto
Carranza forma parte del tridente de jugadores que logró dos ascensos con la “Gloria”. Fotos: Prensa Instituto

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ENTREVISTA AL “LOCO” CARRANZA

“El único camino que me queda es dejar atrás esta trinchera inútil y enfrentarme al destino con todo mi coraje”, escribió hace unos cuantos años el japonés Kobo Abe. Este escritor quizás jamás escuchó hablar de Alta Córdoba, de Instituto y de Jorge Carranza, pero su sentencia envuelve mucho de la historia que nos encaminamos a contar: el ascenso de la “Gloria” y la hermosa revancha del “Loco”.

- ¿Lloraste alguna vez en esta temporada?

- Lloré la temporada pasada cuando al equipo las cosas no le salían. Estuve a punto de retirarme, pero –se emociona y retiene las lágrimas, aunque la piel, se nota, que se le eriza y se pone colorado-... pero, pero me dije que yo no me podía ir así de este club y ahora lo coroné con este ascenso.

El “Loco” tiene dos ascensos defendiendo el arco de Instituto, en el 2004 y en el 2022.

Siempre vale la pena

Ese momento al que hace referencia el arquero y capitán de Instituto fue una noche luego de hacer un penal y las críticas poco constructivas fueron muy hirientes. Y él las escuchó a esas críticas y no le hizo bien. Se fue sólo, a la salida de la cancha y llegó hasta una obra en construcción. En aquella solitaria oscuridad reflexionó. Su cabeza fue una ametralladora de sensaciones. Estaba sentado y pensó: “Hasta acá llegué”. Fue una noche larga y triste. 

Sin embargo, el referente de la “Gloria”, que tiene 220 partidos defendiendo el arco albirrojo, no merecía tener un “triste y solitario final”, como la novela de Soriano. Carranza, que siendo un pibe formó parte del plantel que ascendió en el 2004, durmió menos de cuatro horas, al otro día se levantó a las 7 de la mañana, fue a La Agustina, entrenó y se le pasó.

El antes referenciado médico rebelde que se transformó en escritor, también, escribió en unos de sus libros que la duda conduce a la verdad. Y siguiendo con nuestro juego de palabras y paralelismo, Carranza también dudó. Por eso, cuando dialogó con La Nueva Mañana se atrevió a confesar esa incertidumbre que le duró unas horas; horas que no fueron fáciles, pero que le dieron la verdad de la tranquilidad: había que volver a intentarlo. Y por eso, fue una de las grandes figuras del ascenso de Instituto.

Jorge Carranza Prensa Instituto
“Yo no me caigo, le vamos a meter hasta el final”, cuentan que le dijo el arquero al presidente Cavagliatto tras la derrota ante Belgrano.

- ¿Valió la pena seguir?

- Por supuesto que valió la pena. Siempre vale la pena.

El nombre en la pared

Jorge Carranza tiene 41 años. Es referente, capitán y figura del equipo que condujo Lucas Bovaglio a su retorno a la Primera división. En Alta Córdoba ya es inolvidable. Los caminos de la vida, de un día podés tener un “broncón” que te hace pensar en dejar todo, pero al otro día te levantas, y tenÉs revancha, y esa revancha puede ser gloriosa. Los ecos de los festejos aún retumban por el barrio de Alta Córdoba y la ciudad, más allá de que se esté disputando la Copa del Mundo en la lejana Qatar. Instituto tuvo su “mundial” y lo ganó. Pero previamente hubo que sufrir. Y originalmente tuvieron que creerlo.

¿Sigamos jugando? Dale. Continuando con este plano de referencias, vale repasar que en 1951 Kobo Abe obtuvo el Premio Akutagawa por su novela “La pared”, el galardón más prestigioso de las letras en Japón. ¿Y qué tiene que ver con el arquero?

Carranza narró: “Antes de empezar el partido (ante Estudiantes de Caseros en el Monumental) le dije a mis compañeros que en el club había una pared en blanco para que pongan los nombres de cada uno de estos jugadores, que cada uno de estos muchachos, del cuerpo técnico, de los dirigentes, porque íbamos a quedar en la historia. Y esa pared en blanco ahora todos nuestros nombres”.

Instituto fue el tercer equipo que menos goles recibió en la temporada. Con 21 tantos en contra, quedó por detrás de Gimnasia de Mendoza (16) y San Martín de Tucumán (20). Carranza fue titular en todos los partidos (41).

- Pero en esa pared, vos estás  -ahora- dos veces.

- Pero esta tiene una sensación mucho más linda, porque me tocó ser protagonista. Aquella la guardo en el recuerdo con mucho cariño, por los amigos, por el momento, pero esta es mía.

Soñar

Y vuela para un lado, y vuela para otro. Atajada va, atajada viene. Atajadones que ganan partidos, que sirven para ascender, que son útiles para un campañón. “Fue una alegría tremenda cuando Alarcón hizo el gol. Porque hubo un sufrimiento importante hasta que llegó ese gol, la parimos, pero se hizo justicia”, resaltó el arquero, que ya sueña con el futuro. No se queda con lo acontecido, con lo logrado. En ese marco, exclamó: “Tenemos que apuntarle a la elite del club, que es permanecer, ojalá que por siempre”

- ¿Qué fue lo mejor que tuvo este equipo?

- Que perseveró. Perseveró, perseveró y perseveró y hoy tiene un premio muy justo. Fuimos perseverantes en todo momento.

...y vaya que él sabe de perseverar...

  

 

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