Cambios en el Gabinete de Schiaretti: ¿cirugía mayor o cosmética?

En menos de un mes, el Gobernador cambió a tres históricos del Gabinete. ¿Oxigenación o cambio de piezas? La perspectiva electoral provincial y nacional del 2023.

Editorial 23/09/2022 Nicolás Fassi
Jura nuevos ministros
El gobernador Schiaretti tomó juramento esta semana a los nuevos ministros. Foto: Gobierno de Córdoba.

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Especial para La Nueva Mañana

Los cambios de gabinete traen aparejados rumores y resquemores y en el caso de lo sucedido en la provincia en la última semana no escapa a esa lógica. “Cirugía mayor sin anestesia”, supo prometer un presidente argentino a fines del siglo pasado.

A partir de allí y con variables y quitando el “sin anestesia”, el término pasó a engrosar el imaginario popular a la hora de hablar de cambios fuertes en cualquier ámbito gubernamental.

Más acá en el calendario, ya con el advenimiento de la comunicación política moderna y los distintos neologismos, comenzaron a popularizarse frases como “refrescar”, “oxigenar” o “F5”, en referencia al comando de la computadora para actualizar una página web.

Siempre con urgencias, algunas terminales y otras más de coyuntura, las actualizaciones de los elencos de gobierno revelan inconsistencias o frentes de conflicto en ciernes que las cabezas de equipo deben obturar lo antes posible. Sobre todo si en el horizonte aparecen los turnos electorales.

Buscando un símbolo de paz

Cambios en el Gabinete - Sept2022 - 01

Esa es una lectura primaria que se desprende de lo sucedido en las últimas tres semanas en El Panal. Como nunca en sus gestiones, el gobernador Juan Schiaretti afrontó 21 días frenéticos en los cuales se desprendió de colaboradores clave. Intocables. 

Por orden cronológico, Diego Cardozo (Salud), Nora Bedano (Cultura) y Alfonso Mosquera (Seguridad) fueron eyectados de sus puestos. Con mucho cuidado de las formas, pero con el mismo resultado, los tres dejaron detrás sendos escándalos de gran magnitud.

El momento no es gratuito. A menos de un año para las elecciones presidenciales, provinciales y municipales, la cirugía mayor del cordobesismo cumple con la regla no escrita en política de que los cambios, si deben hacerse a la mitad del río, deben ser a fondo y lo antes posible de un turno electoral. Para lo demás, está el tiempo.

Apunte no tan al margen. Tanto Mosquera como Bedano volverán a la Legislatura. Win-Win para el oficialismo de Hacemos por Córdoba, que en la Unicameral se apresta a librar la batalla por la re-reelección de los intendentes. Si bien los votos están y el proyecto podría salir en pleno Mundial Qatar 2022, lo cierto es que el fuego grueso de la oposición tendrá como objetivos las figuras de los ex funcionarios. 

Arriesgada, la apuesta parece ser sacrificar dos alfiles que contengan las críticas para lograr una ansiada tranquilidad en el tablero local que de una buena vez le permita asentarse en el juego nacional. 

Otro análisis también refiere a que en realidad lejos se está de oxigenar la gestión. Por el contrario, se trata de apenas un enroque de piezas, puesto que los “nuevos” ya venían revistando en las filas del schiarettismo. No sin razón, se remarca que Gabriela Barbás (Salud), Julián López (Seguridad) y Raúl Sansica (Cultura) forman parte de la paleta de funcionarios locales. Todos con gestión en sus respectivas áreas.

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Más cantado que…

La salida de Mosquera, conocida el martes al mediodía fue el último cambio brusco de Schiaretti. Solo sostenido por el gobernador, bellvillense de nacimiento pero riocuartense por adopción, el ahora ex ministro arribó a la cartera cuando era una secretaría y dependía del ministerio de Gobierno, en junio de 2018, en reemplazo de Diego Hak, quien quedó involucrado en un escándalo por coimas, al difundirse videos de su padre relacionándose con empresarios de la noche. 

Con trayectoria dentro del peronismo cordobés, estuvo a cargo del operativo de seguridad durante el velorio del ex gobernador José Manuel de la Sota. Allí, entre ramos de flores, sollozos y discursos solemnes, Mosquera controló de manera marcial el desarrollo de los hechos. Un homenaje a s u padre político.

Ya reelecto gobernador, Schiaretti lo puso al frente del flamante Ministerio de Seguridad. Desde entonces, con cintura y mano firme se convirtió en uno de los centuriones del actual mandatario provincial.  Los casos de gatillo fácil, con el asesinato de Blas Correas como detonante, y críticas a la formación de las fuerzas de seguridad, fueron apenas dos de las fuertes críticas que soporto su figura. 

Incluso, luego de un acuerdo entre fiscalía y defensa, fue dispensado de declarar en calidad de testigo en el Caso Dalmasso, ya que se comprobó que estaba jugando al golf con su amigo Marcelo Macarrón. 

Tanto la investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba, Valeria Plaza, como el especialista en Seguridad, Miguel Robles, coincidieron en que no hay un verdadero cambio estructural en la materia. “Más allá de los nombres, preferiría estar atenta a las medidas que se implementen, pero no hay nombres que den cuenta de un cambio, o una modificación o de reformas tan necesarias en las provincias”, expresó la integrante del Grupo Cañada.

En declaraciones a Radio Nacional Córdoba, Robles opinó en la misma línea al sostener que “hay que hacer una advertencia sobre la palabra ‘cambios’. Verdaderamente no ha habido cambios. En realidad hay un reordenamiento de las personas que ya estaban dentro de la estructura de seguridad en Córdoba desde hace muchos años”. 

Varias veces citado a la Unicameral, la salida de Mosquera sorprendió por el momento, pero no por el contexto. En los próximos días, Mosquera deberá pasar por el banquillo de los testigos en el caso Blas. Pero ya no como ministro.

Telón de fondo

Si bien no se trata de un ministerio, la Agencia Córdoba Cultura es, en las acciones, uno más. Con un diseño que viene desde el primer delasotismo, el sector pretendió ser los más dinámicos del gobierno. Sin embargo, más allá del parate de la pandemia, una serie de desmanejos presupuestarios dejaron a la figura de Nora Bedano en el centro de la escena. 

Según parece, la gota (visible) que rebalsó el vaso fueron desinteligencias respecto de contratos y afectó a los músicos del Teatro San Martín. Al igual que en gran parte de la administración pública, los vínculos con los monotributistas están a la orden del día. Entonces, tras una auditoría se decidió que el 1 de septiembre se dieran por finalizados los contratos hasta tanto se analizara caso por caso. Antes, el escándalo por los 55 millones de pesos que iban a ser destinados a financiar una obra del director Pepe Cibrián comenzaron a marcar la salida de la oriunda de Santa Eufemia.

Además, tres importantes espacios culturales continúan cerrados tras la pandemia, generando incertidumbre entre los trabajadores de la cultura. Sansica, apenas asumido, garantizó la continuidad de los programas artísticos. Todo bajo la atenta mirada del gobernador y de la cada vez más fuerte de Silvina Rivero, ministra de Coordinación. 

Con más tiempo en funciones, Barbás ya ha empezado a darle su impronta a la gestión sanitaria, con nuevas designaciones en distintos hospitales y promesas de elaboración de nuevos protocolos de atención primaria. 

Solo el tiempo y las acciones dirán si las modificaciones de nombre alcanzan a descomprimir una gestión que dio varias señales de alerta pese a los esfuerzos por contener y “alambrar” cualquier viso de debilidad. El caso del ex titular de Defensa Civil, Diego Concha, preso en la cárcel de Bouwer acusado de violar a la bombera Luana Ludueña. Tras visibilizar el caso, la joven se quitó la vida.

Otra mácula es la cuestión ambiental con las reiteradas denuncias de descontrol en la preservación del poco bosque nativo y la inacción judicial para unos y la celeridad para la judicialización para los militantes ambientalistas.

Los jóvenes de hoy en día 

Laura Jure - Facundo Torres Lima
La camada sub45 del schiarettismo.

Muy de manera colateral, aunque sin pausa y algo de prisa, los reacomodamientos también tienen una impronta que va más allá de la coyuntura. Se trata de la tan mentada renovación generacional que se le reclama al gobernador. Con la Nación en la cabeza, y a sabiendas que está en las puertas de su último año en el Panal, Schiaretti se apura a “mostrar” a muchos de los suyos en la gestión, como una manera de marcarle la cancha a Martín Llaryora.

Laura Jure (“Laurita”, como cariñosamente la llama Schiaretti), el propio López, Facundo Torres Lima, Manuel Calvo y alguna figura más forman parte de la tropa de dirigentes “sub 45” con los que Hacemos por Córdoba busca hacer frente a la camada que ya viene trabajando en Juntos (donde también se cuecen habas).

 

La Nueva Mañana - Edición Impresa 277

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