Dólar: el gobierno busca alinear expectativas para achicar la brecha

Especial para La Nueva Mañana
El desdoblamiento cambiario para la soja que funciona como un estímulo para que el agro venda la cosecha retenida tuvo una buena semana. Hubo ventas, Ingresaron agrodólares al Central y disminuyó la brecha entre la cotización oficial y los tipos de cambio paralelos.
En consecuencia, el blue se desplomó y llegó al valor más bajo en dos meses, operando con una brecha respecto al oficial en torno al 100%. Aún alta, pero menor a la cotización de hace un mes atrás cuando superaba en un 160% al dólar oficial. ¿Las expectativas devaluatorias comienzan a menguar?
La corrida cambiaria que amenaza con devaluar al peso desatada en los últimos meses pareciera controlada. postergada, dirán algunos, puesto que, más temprano que tarde, termina repercutiendo en la cotización del dólar. Lo cierto es que la misma se desató dada la presencia de una serie de factores en un contexto de alta inflación y reservas escasas.
Las turbulencias se generaron cuando a mitad de año inversores comenzaron a desprenderse de bonos de deuda y a refugiarse en otros activos (en gran medida, por señales confusas del Gobierno). En consecuencia, subió la demanda de instrumentos que repercuten en el alza de la cotización de los dólares paralelos.
Esto puso en duda la capacidad del equipo económico para refinanciar los vencimientos de deuda en pesos, en efecto se generaron expectativas negativas. El mercado asumió que los tenedores de bonos no renovarían sus tenencias, se desprenderían de ellos y con esa liquidez irán al dólar.
En ese contexto, diputados de la principal fuerza opositora deslizaron que, de ganar las elecciones el próximo año, defaultarían la deuda en pesos. Por tanto, más estímulo a no renovar bonos de deuda e ir al dólar. Las tensiones continuaron y se aceleraron a partir de la renuncia del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, a principios de julio.
El agro, principal generador de divisas
La dimisión puso de manifiesto las tensiones internas en la alianza gobernante y esto también repercutió en el flanco cambiario con un dólar blue que llegó a $350. El récord de la cotización del dólar cueva generó una serie de eventos desafortunados: los importadores adelantan sus compras, previendo una devaluación, mientras que el agro, principal generador de divisas, retiene su cosecha para vender luego de un salto en la cotización del dólar. Expectativas negativas dan por resultado la profecía que se autorrealiza.
El calentamiento del blue recordó la predicción del marido de Pampita quien en campaña había dicho que la devaluación era inevitable concluida la elección del año pasado. Sin especificar si refería al oficial o blue, el concejal porteño dijo que el dólar, “de mínima”, podía llegar a los “400 mangos” al cierre del 2021.
Algo que nunca ocurrió. Si bien luego reconoció que había exagerado, cuando la brecha aumentó el mes pasado, con a una cotización al alza, exclamaba: “me da dolor tener razón”, frente a la consulta de los medios.
Lo retratado no busca desacreditar la capacidad predictiva del concejal, sino dar cuenta la volatilidad que tiene una variable clave para el funcionamiento de la economía como es el valor del dólar. En parte se explica por aspectos económicos objetivos, pero, sobre todo, por el peso político del gobierno y su capacidad disciplinadora, en contraposición al poder de sectores económicos y su peso específico.
En otras palabras, en este estado de situación, quien vaticina el valor del dólar arriesga como quien juega un pleno en la ruleta o sencillamente “vende humo”. Pero, paradójicamente, al no obedecer la cotización a variables económicas mensurables, lo que ayer era simplemente infundado, no obstante, puedo darse mañana.
Una semana clave para la capacidad de gestión del equipo económico
Con un tipo de cambio que se corrige semanalmente para no terminar atrasado por la suba de precios interna que da por resultado un dólar superior al de años en que estuvo desregulado (2016-2018, por caso), no habría motivos para una devaluación brusca.
Lo que sí presiona es la escasez de reservas y la demanda en aumento de divisas para importar consecuencia de la recuperación económica. Sobre la acumulación de reservas operan la concesión al sector agropecuario y el acercamiento del equipo económico al Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial.
El “dólar soja” implementado recientemente representa una mejora del 50% en el valor percibido por productores, quienes no estaban liquidando pese a percibir un margen de ganancia mayor al de años anteriores.
Por lo pronto, la iniciativa está dando sus frutos, el campo vende la cosecha retenida y ya ingresaron más de mil millones de agrodólares en la primera semana. Con esta “devaluación selectiva” esperan conseguir unos 5 mil millones de dólares durante todo el mes. Cierto es que la medida tiene el riesgo de que los productores “le tomen el pulso” al Gobierno en busca de maximizar sus rentas aprovechándose de las reservas flacas y su peso específico.
Asimismo, la gira del ministro de Economía por Washington está dando sus frutos. El éxito de la misma se mide por el volumen de divisas que consiga para fondear al BCRA. En ese sentido, la comitiva de Sergio Massa en EEUU logró destrabar un flujo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de u$s1.200 millones para lo que resta del año, de los cuales u$s500 millones se girarán este mes.
Además, la línea de crédito blando con ese organismo prevé un desembolso de u$s1.800 millones para el año próximo. Mientras que, por otro lado, el Banco Mundial garantizó el giro de 500 millones de dólares asignados para obras específicas para lo que resta del año.
Se intensificó la actividad de la Afip y la Aduana
Así, en simultaneo con el dólar a la medida de los intereses del sector agropecuario, un BCRA que acelera el ritmo de las micro devaluaciones y la quita de subsidios, también fortalecen el rol fiscalizador del Estado. La actividad de Afip y Aduana se intensificó desde el arribo del tigrense al Palacio de Hacienda. En la última semana se labraron sanciones por un total de 2.900 toneladas de maíz sin declarar en la provincia de Buenos Aires, el equivalente a casi 100 camiones de carga.
Asimismo, el próximo lunes, aún en tierras norteamericanas, Massa buscará avanzar en el cruzamiento de información financiera de cuentas de argentinos en EEUU no declaradas ante el fisco local. Se trataría de una base imponible de 100 mil millones de dólares. Al parecer, la alianza gobernante logró consenso (o cierto acuerdo) sobre como atravesar este año, al menos. Giro ortodoxo y fiscalización.
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