Con la mirada en el escenario nacional, referentes del PRO ocupan espacios en la política provincial. ¿Puede el peronismo prescindir de sus históricos aliados empresarios?
Ed Impresa 18/03/2022
César Martín Pucheta
De repente, en medio del año en el que las candidaturas para las próximas elecciones ejecutivas quedarán planteadas de cara al 2023, en Córdoba parecen comenzar a licuarse las diferencias entre oficialismo y oposición. Durante la última semana, referentes de JxC y Hacemos por Córdoba no sólo coincidieron en posicionamientos políticos explícitos, como ya se habían expresado ambos en la postura respecto a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino que compartieron eventos de alto contenido proyectivo y hasta intercambiaron elogios. Así, si tomamos el dato de las elecciones de 2021, el 80% de la representación política provincial parece pensar lo mismo respecto al país y, con matices, a la provincia.
El primer movimiento en común arrancó mientras se esfumaba el domingo. El punto de equilibrio tuvo como gravitante un sector con el que ambos espacios mantienen una relación sin fisuras desde hace más de dos décadas: el agroexportador. El cierre de los registros para nuevas exportaciones de aceite y harina de soja, que fue presentado por medios y oposición como la antesala de una suba a las retenciones que el propio Gobierno tuvo que salir a negar sin haber anunciado, puso a todo el arco político en alerta, con el gobernador Juan Schiaretti a la cabeza.
En medio de esa batalla, el gobernador de Córdoba vio reverdecer las intenciones de unir fuerzas con Omar Perotti, con quien lo unen muchísimas coincidencias pero lo separa un tema crucial: la relación con la administración del Frente de Todos. Si bien, a diferencia de casi todos sus pares el santafesino pudo manifestar en reiteradas oportunidades sus diferencias con el Gobierno nacional, nunca pegó el portazo del grupo de mandatarios que desde la Casa Rosada reconocen como “propios”. Por convicción política o por necesidades impuestas por la gestión, esa es la principal traba que Schiaretti encuentra cada vez que sale a reclutar soldados para la cruzada “antigrieta” que le sirva para sustentar su nunca oficializada proyección nacional. El miércoles, Perotti se visitó al Presidente, a solas.
Lo que el mapa cada vez más dividido a nivel nacional va dejando en claro alimenta entonces una de las ideas que, desde hace tiempo, se fomenta desde algunos espacios políticos de expansión nacional: Córdoba aparece como un centro de operaciones desde el cual el antikirchnerismo se imagina, otra vez, como alternativa concreta para disputar el gobierno a nivel nacional. Con los últimos resultados electorales como base, Juntos por el Cambio va alambrando la provincia y presenta una encerrona para el schiarettismo, que no logra marcar diferencias con amarillos y radicales, y siempre queda parado del mismo lado de la batalla nacional.
Esta semana, Carlos Melconian asumió al frente del IERAL de la Fundación Mediterránea y Guido Sandleris como asesor estratégico de la Bolsa de Comercio cordobesa. Las exposiciones con las que hicieron su debut mediterráneo contaron con la presencia de los principales referentes provinciales de la oposición, pero también con la primera plana a los responsables de la política económica cordobesa, tanto a nivel provincial como a nivel municipal, desde donde Hacemos por Córdoba proyecta la sucesión de la actual gestión.
Si bien las fotos no parecen ser noticia para los avezados analistas de la política cordobesa, el contexto preelectoral abre los caminos para todo tipo de especulaciones. La tradición liberal que siempre caracterizó a las organizaciones convocantes y sus lazos históricos con las administraciones de José Manuel De la Sota y Juan Schiaretti empujan hacia un camino prácticamente sin retorno para los sectores del oficialismo provincial. Tanto Sandleris como Melconian hoy planifican un país gobernado por Juntos por el Cambio a partir de diciembre del 2023. Al presidente del IERAL hoy se lo tironean Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, dos de los “presidenciables” del PRO que ya trabajan en el armado de sus potenciales equipos de gobierno. El hilo que logra unificar a todo el equipo económico amarillo encuentra la punta del ovillo en el último ministro de Economía del macrismo, Hernán Lacunza, con excelentes vasos comunicantes con las dos nuevas figuras que comenzarán a buscar hacer correr sus ideas por Córdoba y con la otra pata PRO con responsabilidades en el armado económico: el diputado Luciano Laspina, titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda durante toda la gestión Cambiemos.
En su discurso del martes, Melconian aseguró que antes de mitad de año presentarán un programa económico “integral” para el próximo Gobierno de la República Argentina. En clave de seducción, disimuló su ligazón política y habló de un plan “apartidario”. Fuera de “la maldita grieta”, como le gusta decir al gobernador. A él parece ir dirigido el guiño.
¿Cómo hace el schiarettismo para romper lanzas con los centros empresarios que históricamente funcionaron como uno de uno de los sostenes más importantes de sus gestiones? ¿Cómo hace para no correrse pero “negociar” posiciones con un sector que trabaja imaginando al grueso de sus opositores como protagonistas del “país que viene”? ¿De qué manera pueden el peronismo cordobés y Juntos por el Cambio mantener activa su discusión política cuando en el fondo se sostienen lecturas tan similares? ¿Hay margen para un acercamiento nacional que no contemple el armado provincial? ¿Quién convence a los radicales? ¿Quién habla con Juez? ¿Cómo soportan las bases peronistas esas idas y vueltas? Preguntas sin respuestas que todavía nadie hace en voz alta pero que se analizan con minuciosidad en los grupos que asesoran a cada uno de los espacios, tanto a nivel nacional como a nivel local.
Este fin de semana, se reunirán cerca de trescientos dirigentes de Juntos por el Cambio de todo el país en lo que será la Segunda Convención Liberal de Juntos. El espacio que tiene como principal referente cordobesa a la diputada Laura Rodríguez Machado busca fortalecer el conjunto de ideas liberales dentro de la coalición opositora. Más allá de una disputa hacia la interna, fortalecer el sector es una de las tareas centrales para evitar el drenaje de votos hacia los sectores denominados libertarios, representados a nivel nacional en figuras como Javier Milei y José Luis Espert.
El grupo ya tuvo su primera reunión presencial a fines del año pasado en la Ciudad de Buenos Aires y ahora empieza el recorrido nacional con un punto de partida casi “de cajón”, la disputada tierra prometida en la que Milei ya tuvo su primer acto masivo hace aproximadamente un mes. En esa ocasión, también expuso en la Bolsa, se reunió con empresarios, giró por los medios y tuvo un gran recibiendo por los sectores que también estuvieron aplaudiendo y tomando nota durante las visitas de Sandleris y Melconian. Es decir, un tercero en discordia en medio del pendular comportamiento del círculo rojo cordobés.
“La Convención es un espacio atravesado por una fuerte idea de federalismo. En estas reuniones armamos mesas de trabajo para tratar temas que reúnan dos características: que sean de largo plazo y que tengan una visión regional, no sesgada meramente a la problemática del AMBA”, señaló Rodríguez Machado en la previa que tendrá como figuras estelares a Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy. El desembarco de los halcones amarillos también contará con la presencia de los economistas Luciano Laspina, Fausto Spotorno, Diana Mondino y Francisco Gismondi; de Federico Pinedo, la jurista María Eugenia Talerico y del analista internacional Luis Rosales (quien acompañó a José Luis Espert como candidato a la vicepresidencia en 2019). También estarán Waldo Wolf, Fernando Iglesias, Roberto García Moritán, Javier Iguacel y Omar de Marchi, entre otros cientos de referentes convocados para este fin de semana.
En ese marco del armado liberal hay una disputa que también busca arrancar referentes al peronismo provincial a partir de uno de los desertores del proyecto “del medio” que Schiaretti buscaba construir en el 2019: Miguel Ángel Pichetto.
Desde hace tiempo, el actual auditor general de la Nación está proyectando un espacio propio dentro de Juntos por el Cambio que tomará forma a partir de una composición centralmente formada por referentes del peronismo con pasado en la gestión (menemista, principalmente). El dato es que en su armado hay cordobeses que cuentan con su propio peso específico y que todavía sostienen un pequeño poder de daño hacia el armado de Hacemos por Córdoba: Eduardo Mondino y Julio César “Chiche” Aráoz.
Si bien falta mucho, en el oficialismo provincial todavía ni siquiera dejan entrever la fecha para las próximas elecciones. Mientras tanto, se concentran en la gestión y se preparan para resistir una embestida que ya parece haber comenzado.
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