Nuevos aires en el Frente de Todos

Con la renovación de su elenco ministerial, el presidente Alberto Fernández busca darle a su gobierno mayor volumen político y capacidad de gestión. Las nuevas medidas económicas.

Ed Impresa 24/09/2021 Daniel Salazar
Juras
Alberto Fernández retomó el viejo esquema de comunicación que adoptó el kirchnerismo en el cual el jefe de ministros asume el rol de comunicar todas las acciones de gobierno.

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Especial para La Nueva Mañana

Con la mirada puesta en la final para quedarse con las bancas del Congreso el 14 de noviembre, el Gobierno inició la segunda parte de la campaña con la renovación de su elenco ministerial, uno de los reclamos que con mayor vehemencia venía sosteniendo la cofundadora del Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner. 

Pero esta vez la vicepresidenta tuvo que hacer  más que levantar la voz expresada a través de su última carta pública difundida la semana pasada; para ser escuchada, apeló a poner a disposición del presidente la renuncia de varios ministros y funcionarios que le responden para forzar el recambio en el Gabinete nacional de aquellos “funcionarios que no funcionan”, como parte de las medidas necesarias para relanzar la gestión de gobierno después del duro revés electoral que sufrió la coalición en las Paso.

Sin margen, el presidente Alberto Fernández  y el resto de los socios del Frente accedieron a cambiar la impronta  de funcionamiento del Gobierno que no cumplió con las expectativas de sus votantes y le imprimió con “más peronismo” mayor volumen político y capacidad de gestión  al Gabinete, algo imprescindible “para enfrentar tanto los dos años de mandato que restan como el reto electoral de noviembre”, coincidieron los gobernadores que lo acompañaron en la reunión cumbre que mantuvieron el fin de semana en  La Rioja.

Territorialidad y volumen político 

En ese marco, con la flamante incorporación del nuevo jefe de Gabinete y gobernador de Tucumán en uso de licencia, Juan Manzur,  el Gobierno “recuperará  territorialidad”  por su aceitado vínculo con los gobernadores e intendentes del Frente de Todos,  aseguró a La Nueva Mañana un funcionario allegado al Presidente.
Al mismo tiempo, con Manzur el jefe de Estado retomó el viejo esquema de comunicación que adoptó el kirchnerismo en el cual el jefe de ministros asume el rol de comunicar todas las acciones de gobierno modificando otra de las falencias que le señalaban al Poder Ejecutivo, indicó la misma fuente. 

Un rol que nunca cumplió su vocero Juan Pablo Biondi que renunció al cargo de secretario de Comunicación y Prensa para descomprimir el deteriorado vínculo con la vicepresidenta acusado de operar para los medios opositores y fue remplazado, por el abogado Juan Ross que tendrá un perfil más técnico.

Tampoco cumplió con esa función mediática el ex ministro coordinador Santiago Cafiero que fue blanco de duras críticas internas y mediante un enroque se convirtió en el nuevo canciller argentino. 

De esta manera,  Manzur con una posición casi de primer ministro asumió un rol central en el nuevo esquema de gobierno y desde el vamos se lo vio junto a los ministros de cada área  anunciando todas las medidas del Ejecutivo y presidiendo la primera reunión del nuevo Gabinete.    

En en su primer contacto con la prensa acreditada en Casa de Gobierno, de la que forma parte La Nueva Mañana,  Manzur aseguró que todas las diferencias que había entre el Presidente y la vicepresidenta fueron zanjadas y que tiene la instrucción de trabajar en disminuir las asimetrías que presentan las distintas regiones del país.

Por otra parte, con la designación de Aníbal Fernández en  la cartera de Seguridad y de Julián Domínguez en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca  “el Gobierno gana experiencia y acción en la gestión y también llegada a los medios”, destacó asimismo a este medio el hombre allegado al Presidente.

Dos funcionarios con larga trayectoria pública que limaron las asperezas que tuvieron en la campaña por la precandidatura a la gobernación de la provincia de Buenos Aires en el año 2015, con la que se quedó Aníbal Fernández y que luego perdió en la elección general acuciado por una feroz campaña de noticias falsas en su contra a manos de María Eugenia Vidal.

Fiel a sus modos, Aníbal Fernández  también inició su gestión mostrándose con la prensa  apuntalando la gestión de gobierno. Al referirse a la gestión que se espera del nuevo Gabinete sostuvo que  “vamos a tratar de incentivar mucho la tarea del acercamiento con el pueblo argentino que está reclamando un montón de cosas y a lo mejor no fuimos lo suficientemente sensatos para cumplirla en el momento oportuno”.

En tanto, Julián Domínguez que ya había ocupado la cartera de Agricultura después del conflicto con el campo en 2008, llega al gobierno para fortalecer el vínculo con este sector con una fuerte impronta política que no tuvo su antecesor, aseguran en el gobierno. 

Se espera en este marco la profundización del vínculo con los líderes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). Precisamente  uno de los estandartes de la gestión de Julián Domínguez entre 2009 y 2011 fue el lanzamiento del Plan Estratégico Alimentario (PEA) 2010-2020 en el que planteaba un horizonte de objetivos para el campo, bastante similar a lo que actualmente promueve la Ley Agroindustrial.

Otro ministro que tuvo que dejar su cargo fue el ministro de Educación, Nicolás Trotta, cuestionado  por el manejo de la escolaridad durante la pandemia. En su lugar fue designado el ex Rector de la Universidad de Hurlingham, Jaime Perczyk, quien llamó a “restablecer  la presencialidad y la normalidad creciente en las escuelas”.

Finalmente, en Ciencia y Tecnología asumió Daniel Filmus otro hombre reconocido en el sector por su nivel de gestión. 

La puja distributiva   

Sin embargo, en esta asonada interna del Frente de Todos todavía queda  pendiente algo mucho más profundo, que es la puja distributiva y la política económica del Gobierno. 

En este sentido, desde el  kirchnerismo exigen medidas que atiendan a los sectores más vulnerables de la sociedad, remarcan la sub ejecución del Presupuesto 2021 y piden modificaciones al presupuesto para 2022 frente a lo que entienden la excesiva prudencia fiscal del ministro de Economía Martín Guzmán  que prioriza el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. (Ver: Presupuesto 2022:  el debate poselectoral continuará en el Congreso). 

Alberto Fernández tomó nota y apuró el anuncio de esas medidas. Esta semana informaron el aumento del salario mínimo vital y móvil y la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. En los próximos días anunciarán mejoras en las distintas asignaciones, un bono para los jubilados y créditos a tasa negativa para pequeñas y medianas empresas. En definitiva, fondos para estimular el consumo y la demanda agregada. 

Sobre la subejecución presupuestaria que precisó Cristina Kirchner en carta, Martín Guzmán le bajó el tono a las diferencias esta semana  en una entrevista radial con la AM 750 y aseguró que “la vicepresidenta, con la convicción de cuidar a los argentinos, ha planteado que en la Argentina hubo una política de ajuste fiscal”, y señaló que “hubo una reducción del déficit”, pero que “nunca hubo un ajuste fiscal”. 

Según describió el ministro, “hubo una política fiscal expansiva”. “Lo afirmamos porque el gasto del Estado en términos reales creció. El déficit se redujo porque creció la recaudación, porque se recupera la economía y por las medidas expansivas que adoptamos”, sintetizó.

Sin embargo, Guzmán reconoció que “Hay cuestiones de la carta en las que estamos de acuerdo con Cristina, dijo que no se pudo ejecutar todo el presupuesto, eso hay que resolverlo. Eso lo vamos a ir haciendo en estos días” y  además adelantó que habrá medidas económicas de cara a los próximos días porque “es importante escuchar el resultado de las urnas”. “Algunas medidas hoy nos damos cuenta que sí se podrían haber tomado antes, eso es lo que tenemos que corregir, remarcó.  

Todo un desafío para la coalición gobernante.

 

 

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