¿Cruje el Mercosur?

Recientes episodios de magnitudes considerables en términos diplomáticos ponen en alerta la realidad del organismo sudamericano. La Nueva Mañana convocó a los analistas Agustín Cohen, Ezequiel Bianconi y Sebastián Forelli para explayarse sobre el tema.

Ed Impresa 01/05/2020 Flavio Colazo
Mercosur Banderas

chapa_ed_impresa_01


Especial para La Nueva Mañana

Días atrás tuvieron lugar sendos comunicados, desde Paraguay -a cargo de la Presidencia pro témpore del Mercosur- y desde Argentina respectivamente, en atención al desarrollo y evolución de los Tratados de libre Comercio (TLC) impulsados por algunos de los países miembros del organismo. La Nueva Mañana convocó a tres analistas para explayarse sobre el tema.

Tensiones diplomáticas

Agustín Cohen es abogado y miembro del Centro de Estudio de Políticas Públicas PROYECTAR.

Cohen

Los comunicados de reciente aparición (ver LNM 25/04/2020) ponen de relieve las tensiones entre Argentina y los demás países miembros del Mercosur ¿Cómo analizan la situación desde PROYECTAR?

- Tanto el gobierno paraguayo (en ejercicio de la presidencia del organismo) como la Cancillería argentina fijaron posiciones respecto a la solicitud (argentina) de “detener la marcha” del TCL con Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá y la India. Este cruce puede desvencijar los principios fundantes del grupo. Forma parte de una seguidilla de diferencias que viene enfrentando a los gobiernos de  Brasil y Argentina. Bolsonaro dijo que Brasil se retiraría del Mercosur si la elecciones las ganaba Alberto Fernández 
– quien criticó los acuerdos firmados con la U.E. (unión europea) y el E.F.T.A. (Asociación Europea de Libre Cambio)- Bolsonaro perdura en esta intención de relegar la  relación de Brasil con la Argentina y el Mercosur a un segundo plano. Acá el nuevo gobierno mudó la estrategia argentina respecto a los objetivos en política internacional. De la “apertura al mundo”,  instando al Grupo del Mercado Común a firmar acuerdos comerciales con países “extrazona” -entre 2015 y 2019-, se pasó  a buscar “proteger las empresas, el empleo y la situación de las familias más humildes”. Esto implicaría repensar la estrategia de vinculación del bloque en un contexto en el cual se prevé una brutal caída del PBI en los países de mayor desarrollo junto a una disminución brusca del comercio global -de hasta un 32%- y un impacto imprevisible en la sociedad. 

¿Consecuencias de  la postura argentina?

- Podrían  intentar forzar una concesión por parte de nuestro gobierno para que libere la obligación de las partes a firmar los acuerdos comerciales en conjunto. Entre “aconsejar detener la marcha de las negociaciones” y “dejar de participar en las negociaciones de los acuerdos comerciales en curso y de las futuras negociaciones del bloque” (como fue comunicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay) las consecuencias difieren enormemente. En este último caso podría interpretarse que el bloque puede firmar sin el consentimiento argentino. 

¿Razones Argentinas para asumir su postura…?

- Desde esperar el fin de la crisis global, hasta diferencias en la comprensión respecto de la misión del Mercosur, pasando también por atender a reclamos de ciertos sectores industriales. Sin olvidar que  el Mercosur es el trayecto más fructífero que ha tenido la región en el camino de la integración regional. Y que las circunstancias (geográficas, económicas, sociales y geopolíticas) nos instan a resolver las diferencias atendiendo a esta realidad. Esto subyace en los 2 recientes comunicados. 

Tensiones económicas

Ezequiel Bianconi es economista, maestrando en Economía Pública, Analista económico y miembro de la Fundación Tejido Político (estudio y análisis de la coyuntura social económica y política).

ezequiel bianconi
El Tratado de Libre Comercio (TCL) entre el Mercosur y Corea del Sur pareciera ser el detonante de una fuerte crisis entre  Argentina y los demás países miembros del Mercosur. ¿Cómo se comprende esto?.

- Por las posibles consecuencias para la Argentina en el plano económico y comercial. Y analizando las realidades de los demás miembros. Los países del Mercosur comparten un perfil comercial agroexportador, de productos primarios y manufactura de origen primario. Uruguay exporta carne bovina, celulosa de papel, soja, y productos lácteos e importa vehículos, vestimenta, plásticos, teléfonos y sustancias químicas. Sus principales socios comerciales son China, la Unión Europea y Brasil. Representa el 1,2% del volumen comercial de Argentina. Paraguay exporta soja, energía eléctrica y harina de soja e importa teléfonos, combustibles y automóviles y representa para Argentina el 3% del volumen de comercio exterior. Brasil, por su parte, exporta soja, aceites de petróleo, minerales de hierro y pulpa de madera, en tanto que importa aceites minerales, navíos, repuestos y accesorios para tractores y vehículos motorizados y circuitos electrónicos integrados y microestructuras. El comercio exterior entre Brasil y Argentina es asimétrico, pues Argentina representa el 6% del volumen comercial para Brasil, en tanto que este último representa el 18% de las exportaciones argentinas y el 23% de las importaciones. Argentina, en cambio, diversifica sus exportaciones en productos primarios, manufactura de origen primario y manufactura de origen industrial en una proporción de un tercio por rubro. Las exportaciones de origen industrial encuentran mercado favorable, hasta ahora, en Brasil –materiales de transporte terrestre- y es el tercer producto exportado por Argentina, luego de cereales y oleaginosas y de productos de la industria alimenticia. Las exportaciones de autopartes de vehículos automóviles, tractores y demás vehículos terrestres sumaron 289 millones de dólares y representaron el 32,4% de las exportaciones totales al Mercosur, y casi su totalidad a Brasil. Un T.L.C. con la República de Corea, en síntesis, podría significar un beneficio en términos de especialización comercial para Uruguay, Paraguay y Brasil. Este último sumaría otro beneficio, ya que encuentra en la depreciación del Real -un 30% desde enero de 2020 a la fecha- un incremento en materia de competitividad que le permitirá expandir su superávit comercial, cuya tendencia viene disminuyendo desde 2017. El impacto para Argentina es negativo. Es posible que el saldo comercial con Brasil, que desde 2019 es positivo para la Argentina, se revierta por la sustitución de importaciones procedentes de la República de Corea. El rubro más afectado será el industrial, en especial el de autopartes y vehículos. Este representa un 10% de las exportaciones totales del país -cuyo principal comprador es Brasil- y el 32% de las exportaciones al Mercosur. Las implicancias en términos de empleo y generación de riqueza, al menos en el corto plazo, pueden ser muy profundas debido a la complejidad del contexto que debe enfrentar el país. 

Tensiones culturales

Sebastián Forelli es licenciado en Comunicación Social por la UNC y autor de Pensar el Mercosur desde lo cultural (ver LNM 05/07/2019).

forelli02
¿Desde la presentación de su libro en 2019 hasta ahora, qué cambió en el Mercosur?

- En la actualidad en el Mercosur prevalece una visión comercial por sobre otra dimensión. Resultado: el triunfo de un comportamiento individual, manifestado en los tratados de libre comercio, por sobre una visión más integral y comunitaria. Argentina, sostiene para el bloque una perspectiva que vaya desde el Mercado Común a la Unión, pero ha quedado en soledad en un contexto regional muy adverso para los proyectos integracionistas. Los socios intentan imponer una idea de integración neoliberal. El golpe en Bolivia, la traición de Lenín Moreno, la llegada de Bolsonaro  han sido acontecimientos trágicos para la integración. 

 

 

Edición Impresa

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana
 
Todos los viernes en tu kiosco ]


Últimas noticias
Lo más visto