“Las políticas de cuidado son una emergencia de la agenda de mujeres”

Así lo manifestó Virginia Franganillo, una de las referentes de los primeros movimientos feministas de Argentina, que trabaja con mujeres de los sectores más desprotegidos.

Ed Impresa 04/10/2019 Pilar Ferreyra
Fraganillo © La Madriguera Radio
En materia de violencia estamos en emergencia. Fue una decisión muy fuerte la Ley de violencia contra la mujer. Pero a las leyes hay que ponerle recursos. Foto: La Madriguera Radio

chapa_ed_impresa_01


Especial para La Nueva Mañana

Virginia Franganillo debería ser considerada el tipo de mujeres que nacieron feministas. Desde los 80 ha estado metida en el barro, en los barrios, mano a mano conversando, reflexionando y trabajando con los primeros movimientos de mujeres. Una labor que jamás abandonó por convicción y por vocación política. Con su corazón palpitante en la construcción de un mundo mejor para las mujeres, en particular, para las más pobres. Un sector social dentro del magma de mujeres, que siempre le ha quitado el sueño.

Socióloga de formación y con una especialización en Estudios de la Mujer, fue una de las impulsoras de la creación del Consejo Nacional de la Mujer (fue la primera presidenta). Con esta experiencia y en su condición de actual de dirigente del Observatorio de Pobreza y Género de la Universidad Nacional de San Martín, conversa hoy con La Nueva Mañana sobre cuáles deberían ser los ejes de las futuras políticas del Ministerio de la Mujer, que el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, propone crear en caso de llegar a la Rosada.

¿Qué políticas se esperarían para el Ministerio de la Mujer?

En principio, en Argentina hay mucha legislación que, en general, tiene un bajo nivel de implementación. El Ministerio de la Mujer va a tener capacidad para liderar y reunir recursos, dos condiciones fundamentales en un país federal. No hay proceso de implementación de políticas si uno no asigna recursos y si no lidera. Si uno tiene un programa, por ejemplo, como el de Educación Sexual Integral que tuvo una intervención muy importante en el Ministerio de Educación encabezado por Alberto Sileoni, se avanza.

Se avanzó también mucho en el programa de Salud Sexual y Procreación Responsable que fue, por ejemplo, el programa que invirtió en anticonceptivos. Eso fortalece las implementaciones. Pero, ¿está resuelta la salud en términos de reproducción sexual? La respuesta es no. Se avanzó pero se retrajo en el actual Gobierno.

¿Cuál es la emergencia actual en materia de género?

Hay que hacer una implementación millonaria en violencia porque hay que invertir en las provincias, en los municipios y en las organizaciones no gubernamentales (ONG). En materia de violencia estamos en emergencia. Fue una decisión muy fuerte, una gran vuelta, en términos de legislación, la Ley 26.485 de violencia contra la mujer. Pero a las leyes hay que ponerle recursos.

¿Cuáles deberían ser las primeras acciones para hacer frente a la emergencia?

Habría que hacer un pacto federal e invertir en los grandes centros urbanos. En servicios nacionales de mucha calidad que sean referencia para las provincias. En la ciudad de Buenos Aires, la más rica del país, son una vergüenza los servicios que existen en materia de violencia.

Cuando tenés que derivar el caso de una compañera, tenés el mapa de los servicios amigables, que en general coinciden con que son ONG. En CABA también tenés distintos aparatos del estado como el de la Corte suprema. Pero hay que salirse de la lógica de un organismo dedicado a las cuestiones de género, hay que articular, hay que promover, pero sobre todo hay que invertir. Además, hay que ampliar el tratamiento de las problemáticas sociales.

En qué consistiría esa ampliación?

Para cada ciclo vital hay distintas problemáticas que tienen que ver con cuestiones de género. En materia de salud, por ejemplo, las mujeres también estamos afectadas por problemas cardíacos como los varones. Lo descubrimos tardíamente, pero es así. Hay que tener una perspectiva más amplia en el caso de la salud de los ciclos vitales. En materia de empleo, este país tiene poca experiencia en políticas de empleo para las mujeres.

Se tiene que femenizar la agenda del Ministerio de Trabajo porque hay muchos avances, sin embargo, implícitamente, las políticas activas están dirigidas a los varones. Se promueve el empleo entre los jóvenes, pero la mayoría de las y los jóvenes desocupados, el 23 por ciento, son mujeres que deberían estar formando en forma prioritaria parte de esas políticas.

Virginia Franganillo
"Lo más urgente en este momento son las políticas de cuidado, señana Fraganillo". Foto: Gentileza

¿Qué otros temas deberían abordarse?

Tenemos que generar nuevos temas. Que son los temas en la ciudad. Como intervenir en el espacio público. Cómo hacer más vivibles las ciudades, de distintas escalas, para las mujeres. Cuando digo mujeres, también estoy diciendo niños y niñas. El urbanista inglés, David Harvey, dice que las ciudades estuvieron pensadas para varones. Sin embargo, hoy el feminismo tiene propuestas para las ciudades. Se trata de crear un programa que asista a las ciudades en políticas feministas.

¿Cuál es la política pendiente más urgente?

Creo que la política más importante para las mujeres en la Argentina, tanto como en el resto del mundo (aunque para nosotras es aún más relevante por el nivel de desigualdad social y pobreza existente) son las políticas de cuidado. Una denominación que se ha promovido desde la sociología y las antropologías, que se ha instaurado desde el feminismo.

El trabajo de cuidado es la gestión de cuidado a niñas y niños, a personas mayores y a personas con discapacidades. Hemos hecho una propuesta para la emergencia porque en los cien primeros días de gobierno debería haber una serie de políticas urgentes a desarrollar.

Políticas relacionadas con el cuidado, que, además, activan el empleo y la economía. Claro que para la emergencia hay medidas de mediano y de largo plazo. Los varones y mujeres salen a trabajar después de que nosotras les planchamos la ropa, después de que nos hemos ocupado de la crianza.

El cuidado de los mayores está altamente femenizado. Por eso son múltiples las propuestas que estamos haciendo:  Hay que generar políticas de educación temprana; crear un programa de generación de trabajo destinado a la atención de niños y niñas, a personas mayores y a personas con discapacidades;  fortalecer las redes de cuidado existentes; reforzar la Asignación Universal por Hijo (AUH) para jefas de familia; más licencia para los varones; e incluir a los monotributistas. Se propone reconstruir el régimen del bienestar social pero desde los cuidados proponiendo un pacto social de cuidado entre el Estado, el mercado, la comunidad y los varones.

¿En qué etapa se encuentra la Argentina en materia de cuidados?

Nosotros necesitamos paridad en la sociedad. ¿Para qué queremos la paridad? La violencia contra la mujer, la educación sexual, las ciudades preparadas para las mujeres, el empleo, todos estos temas tienen que ver con los cuidados, un común denominador y un territorio de articulación de derechos. Si no tenemos dónde dejar a los chicos no podemos trabajar y si no tenemos autonomía económica somos más vulnerables a la violencia de género.

¿Qué hacen los cuidados? Articulan al resto de los derechos consagrados en nuestra Constitución; pero en la actualidad tienen bajo nivel de aplicación. No se le puede decir a una mujer que es víctima de violencia que se vaya de su casa cuando no tiene casa propia, cuando depende de su compañero económicamente. Hoy, para las mujeres la prioridad son las políticas de cuidado. Y este tema no está dentro de la actual agenda política.

 

Edición Impresa

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana
 
Todos los viernes en tu kiosco ]


Lo más visto
PEQUEÑOS PRODUCTORES

El Estado, otra vez contra la agroecología: “Un desarrollo que contamina no es desarrollo”

Miriam Campos
Economía 15/04/2024

En la reconfiguración de la Secretaría de Agricultura que pasó a llamarse “Bioeconomía”, la Dirección de Agroecología quedó afuera y con ello se truncó la instrumentación de políticas que promueven la agroecológica en el país. Su titular Eduardo Cerdá, que renunció al cargo ad honórem tras los despidos, indicó a LNM: “Si se cuestiona la estructura del Estado, también habría que cuestionar las formas de producir”.