Identikit del niño genio que superó el CI de Einstein y Hawking

Con apenas 11 años, Arnav Sharma sorprende al mundo por correr el índice de superioridad dentro del sistema de genialidad tras obtener 162 puntos en el test de coeficiente intelectual de Mensa. La historia reabre el debate.

Córdoba12/07/2017 Redacción La Nueva Mañana.
genio
Arnav Sharma de 11 años superó la marca de inteligencia de Einstein y HawkingGentileza Infobae

A su corta edad, Arnav Sharma superó en una prueba de coeficiente intelectual a los genios universales Albert Einstein y Stephen Hawking. Si bien en las pruebas Mensa, el umbral de "genio" se establece a partir de los 140, el niño indio que vive en Reading, Inglaterra, logró 162, un dato no menor ya que obtuvo 2 puntos más que lo alcanzado por las citadas eminencias intelectuales.

La asociación Mensa fue fundada en 1946 por Oxford Lionel Ware, científico y abogado y Roland Berrill, otro hombre de leyes. El foco de acción que persigue la organización, se centra en "identificar y fomentar la inteligencia humana en beneficio de la humanidad. Sus socios son personas cuyo CI esté dentro del 2% superior del común de la población. Cabe aclarar que tan solo 1 de cada 50 personas está capacitada para ser miembro o como ellos nombran “mensista”.

El niño superó el examen que mide en mayor instancia la capacidad de razonamiento verbal, y sin preparación previa ni un modelo que simulara los temas que se abordarían. Según aseguró días atrás en The Independent: "no tenía preparación para el examen, pero no estaba nervioso. Mi familia se sorprendió, pero también fueron muy felices cuando les conté el resultado".

El chico recordó que el examen le tomó cerca de dos horas y media, que solo había entre siete u ocho personas con él. Tan solo dos eran niños y el resto adultos. Entre risas contó que "la prueba de Mensa es bastante difícil y no mucha gente la pasa”, y al final se despachó con la inocencia y soltura de su edad diciendo: “no esperes superarla".

Su madre, Meesha Dhamija, refirió a que su abuela fue quien descubrió el talento precoz del pequeño durante una temporada de vacaciones que pasó en su casa. A modo de premonición, le comentó con mucha fe, que a Arnav le iría muy bien en el futuro, pero ella no le creyó y lo dejó pasar como un simple comentario más. A los dos años su progenitora recordó el vaticinio tras advertir su lucidez y destreza matemática cuando lo escuchó contar hasta 100.

Luego de ver lo ocurrido, Meesha Dhamija descartó el factor genético al asegurar que nadie más en su familia estaba dotado de una inteligencia tan elevada. "Su padre es muy inteligente, pero no tan inteligente", graficó.

Si bien el joven asiste a la escuela inglesa Crossfields ubicada en las afueras de Reading, los centros educativos más exclusivos de la región, entre ellos el Eton College y el Westminster, ya lo tienen muy bien identificado. Además de ser un as con los números, su talento se diversifica. Adora cantar y bailar. Y como no podía ser de otra manera, con tan solo 8 años y acompañado por sus dotes artísticos, también llegó a las semifinales del concurso Reading's Got Talent para participar en una película de Bollywood.

Como cualquier otro niño, también posee hobbies, entre ellos, el bádminton, el piano, la natación y la lectura. Y a diferencia de otros chicos de su edad, tiene un conocimiento de geografía que los supera. Es capaz de nombrar todas las capitales del mundo sin siquiera titubear.

Destacando el logro de Arnav, un portavoz de Mensa lo elogió explicando que "es una marca tan alta que solo un pequeño porcentaje puede lograrlo".

A pesar de las pruebas que justifican la “genialidad”, aún existen muchos descreídos sobre la utilidad real de los test CI. Ya un estudio publicado en la revista Neuron en 2012 reunió a 10 mil participantes y determinó que los mismos no guardan correlato con la capacidad intelectual.

En aquel entonces, sus autores destronaron la significancia atribuida esbozando que "las pruebas de CI no tienen mucho sentido. Si uno no obtiene buen resultado, lo único que puede deducirse es que uno no es bueno en este tipo de test, pero no dicen nada acerca de nuestra inteligencia en general. La mayoría de estas pruebas fueron desarrolladas entre 1950 y 1960. En esa época el modo en el que pensábamos y nos relacionábamos con el mundo era muy diferente".

 

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