Federico Navarro, la semilla albiazul en el plantel superior

El volante nacido en Frontera hace 19 años disfruta de sus primeros partidos oficiales en Talleres, con sus ilusiones en el botinero y un mundo de sensaciones.

Ed Impresa03/08/2019Federico JelicFederico Jelic
Navarro 3 © TAlleres
“Yo estoy muy contento con lo que me pasa  y estoy en Talleres, el mejor lugar donde podría estar", sonríe "Fede". Foto: gentileza

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¿Cómo maneja uno siendo joven el hecho de caminar por las calles y pasar desapercibido a que de repente comiencen a reconocerlo y saludarlo? Y en la cancha mucho más, porque de pasar de Reserva a estar debutando en la Superliga es un gran salto, justo en la misma posición que defendía Pablo Guiñazú.

Es la historia inevitable que le toca pasar a cada juvenil cada vez que se presenta con la camiseta de Talleres. Ahora es por los puntos, ya está dentro de la profesión de futbolista. Así lo vive también, con todo lo que ese proceso implica, el volante Federico Navarro (19 años), quien ya cuenta con varios partidos en el lomo, y que ante Vélez ingresó para equilibrar y aguantar en los minutos finales.

Detrás de cada sueño, hay un momento, un sacrificio, un fundamento. Como el que tuvo Navarro cuando con 11 años dejó su Frontera natal, en Santa Fe, para darle sustento a su proyecto de futbolista.

¿Quién dijo que iba a ser fácil? Hoy que aparecen los primeros frutos, la mirada atrás para entender los inicios es casi una parada obligada en pos de entender el presente. “Yo estoy muy contento con lo que me pasa  y estoy en Talleres, el mejor lugar donde podría estar, sin dudas. Acá me siento refugiado, me hice de la familia. Extraño mi gente pero tengo muy en claro cuál es mi objetivo personal. Y eso me ayuda a seguir luchando”, comenta, en diálogo con La Nueva Mañana, con madurez Navarro.

Desde aquel debut casi espontáneo ante Atlético Tucumán de visitante a ser ya rueda de auxilio en el mediocampo, casi primera variante a la hora de la contención. Es uno de los pocos, junto a Nahuel Bustos y Lautaro Guzmán, de los representantes de la cantera albiazul en el primer equipo.

Sobre todo esto se expresó Navarro: “Tengo sensaciones encontradas, como que no caigo. Yo tengo que entrar, aportar, ayudar. Cada vez que entro a la cancha es una posibilidad de poder demostrar lo que soy capaz. De a poco voy sumando confianza y eso para uno que recién arranca, es lo más importante".

- ¿Qué te pide el DT Alexander Medina?

- Medina nos habla permanentemente, nos acompaña en todo. Nos hace sentir uno más. El otro día entré para equilibrar, por un momento  me cagó a pedos (sic) porque estaba pasado de vuelta. Me pidió que me calme, así que muy agradecido. Yo siempre quiero ayudar.

Navarro 01 © TAlleres
El juvenil llegó a Córdoba con 11 años y se instaló en la pensión Albiazul. Foto: gentileza



- ¿Te hablan los compañeros, o te cargan?

- Las dos cosas (risas). Siempre me apoyé en escuchar al “Cholo”. Nos daba concejos, es bueno escucharlo y aprender. Pero la verdad todos se portan muy bien con nosotros los pibes. Y nos “charlan” también, sobre todo Guido (Herrera) y Mauricio (Caranta). Son terribles. Ojo yo todavía no les respondo pero estoy anotando todo. Ya me las voy a cobrar algún día.

- ¿Te van reconociendo los hinchas de la calle con el paso del tiempo?

- Increíblemente sí. Es que el hincha de Talleres es muy especial, muy seguidor, está al tanto de todo. Yo estoy acostumbrado a otra cosa, un ciudad con 15 mil habitantes, por eso imaginaba que iba a pasar desapercibido. Me encanta Córdoba. Los hinchas nos hacen sentir de la familia.  Yo igual no salgo mucho. Empecé a vivir en la pensión con 12 años, ahora ya que vivo solo empiezo  a tomar dimensión de lo que me está sucediendo. Y estoy contento con mi presente.

- ¿Ese aguante del hincha es una responsabilidad?

- Claro, el hecho de ser juvenil y que no tenga partidos no me exime de errores ni de nada, porque si perdemos, caemos todos. Eso lo entendí siempre. Por eso estoy tranquilo cuando termina el día, porque estoy convencido de lo que quiero como futbolista y estoy cumpliendo este sueño.

- ¿Cómo es la contención con tus amigos y familia?

- No lo pueden creer. Con mis amigos la cosa es como que no caen, pero lo bueno es que el trato es el mismo de siempre, de cuando éramos chicos. Mis familiares son el cable a tierra. Después de cada partido me inundan de mensajes. Lo mismo la gente de mi pueblo. Es todo tan extraño y lindo a la vez que no te lo puedo explicar con palabras.

 

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