Caso Delia Gerónimo Polijo: cobra fuerza la hipótesis del asesinato

El 18 de mayo se cumplieron ocho meses de la desaparición de la adolescente de 14 años en Traslasierra. Habla el fiscal que investiga la causa.

Ed Impresa 24/05/2019 Consuelo Cabral Consuelo Cabral
Delia-Gerónimo-Polijo
Delia Gerónimo Polijo desapareció el 18 de septiembre de 2018 en el paraje La Guarida, en el Valle de Traslasierra. Foto: Facebook.

chapa_ed_impresa_01

Una cadenita con un corazón partido al medio. Una mitad de ese corazón en el cuello de Delia, de 14 años, y la otra colgando en el de una de sus mejores amigas. Una promesa de amistad que con los meses se fue transformando en una de las pistas para develar uno de los casos que conmueve a Córdoba y al país: la desaparición de Delia Gerónimo Polijo.

Ya pasaron ocho meses del 18 de septiembre de 2018. Fue una cámara de seguridad la que registró a Delia por última vez. En la filmación pasa caminando frente a una estación de servicio en La Paz. Está volviendo a su casa, a donde nunca pudo llegar.

En medio de su búsqueda, Delia cumplió 15 años. Pero en vez de verla soplar las velitas, Mario y Modesta, con el apoyo de los ladrilleros, de la comunidad boliviana y de la mesa de trabajo por los derechos humanos de Traslasierra siguen marchando para saber qué pasó con su hija. Y como piezas de un rompecabezas, en estos 240 días las piezas comenzaron a unirse unas con otras, trazando la principal hipótesis sobre la que trabaja el Poder Judicial, la más terrible y trágica: que Delia habría sido asesinada.

El fiscal Raúl Castro lleva adelante la investigación del caso, y es quien de algún modo va uniendo las piezas que van apareciendo con los días, además de ordenar distintas medidas que ayuden a esclarecer qué fue lo que pasó con Delia.

Los elementos que fortalecen la hipótesis de un asesinato –de acuerdo a lo manifestado por el fiscal a La Nueva Mañana- se basan en el testimonio de Anabel, quien confesó ante la Policía y la Justicia que su ex pareja y padre de sus dos hijas, Eduardo Germán Mauro Martínez, le había dicho que había matado a Delia y que había arrojado su cuerpo a un pozo conocido en la zona como “El Pozo de Pinocho”.

Si bien Gendarmería rastrilló dos veces ese pozo sin encontrar nada, sí se confirmó que tanto la cadenita con un medio corazón y unas “pinturitas” (maquillaje) halladas en la casa de Martínez, por su ex pareja, pertenecían a Delia. La familia Gerónimo Polijo las reconoció. La amiga que tenía el otro medio corazón prestó su colgante a la Justicia: ambos encajaban perfectamente.

Cuatro cosas le llaman la atención al fiscal respecto a la declaración de Anabella sobre su ex marido, la primera es que a pesar de los reiterados episodios de violencia de género que sufría haya sido una nueva pelea con Eduardo Mauro Martínez la que desencadenó que se presentara en la policía para denunciarlo; el posterior suicidio de Martínez que ocurrió al otro día de la denuncia; que Anabella haya encontrado pertenencias en un fogón que usaban en la casa para quemar basura a tres meses de la desaparición de Delia, y por último que no haya cambios en su testimonio, que siempre sea exactamente igual.

En la misma línea que Castro se ubica el nuevo abogado querellante de Modesta y Mario, Carlos Nayi, quien en diálogo con este medio afirma: “Hace poco menos de un mes he asumido la representación técnica desde la querella representando a los papás de Delia.  Represento a Mario y Modesta. Se ha efectuado un examen completo de la causa y se han solicitado nuevas medidas instructorias que aconseja la ciencia criminal y la experiencia en estos casos”.

Entre esas medidas, muchas de las cuales también han sido solicitadas también por la fiscalía, figuran: la realización de un perfil criminal de Martínez –quien se quitó la vida-; nuevos relevamientos territoriales; una autopsia psicológica de Delia; una pericia psicológica de Anabella, la ex pareja de Martínez; la solicitud de un aumento en la recompensa: actualmente es de 200 mil pesos y la ofrece la Provincia, con el incremento subiría a 500 mil y la otorgaría el ministerio de Seguridad de la Nación.

“La mirada de la querella es crítica y corresponderá eventualmente examinar responsabilidades de la autoridad policial en la primera parte de la investigación, ni bien aconteció la desaparición y de los responsables de la escuela a la que asistía al segundo año ya que permitieron saliera antes el día del hecho sin anoticiar esa circunstancia a sus padres, apartándose de la rutina y lo pautado con los padres que era anoticiar mediante el cuaderno de comunicaciones cualquier retiro que alterara el horario habitual. La querella desde la experiencia y sentido común infiere que la responsabilidad por la desaparición de Delia en manera alguna se agita en una sola persona”, concluye Nayi.

Lamentablemente tanto el fiscal Castro como el abogado infieren que tras las pruebas recabadas “las posibilidades de encontrar con vida a Delia no son alentadoras”. Sin embargo, y hasta encontrar la verdad, sus familiares y amigos seguirán marchando en la plaza de La Paz.

 

Edición Impresa

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana
 
Todos los viernes en tu kiosco ]


Últimas noticias
Lo más visto