Las palabras de la madre de Lucía, la niña que fue obligada a parir en Tucumán

La pequeña quedó embarazada producto de una violación y en febrero le practicaron una microcesárea pese a que había pedido un aborto.

País01/05/2019Redacción La NUEVA MañanaRedacción La NUEVA Mañana
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La mujer cuenta en primera persona las torturas a las que fue sometida "Lucía".Foto: archivo

Lucía, de 11 años, fue abusada por el novio de su abuela y quedó embarazada por una violación. Fue la niña que pidió un aborto no punible en Tucumán en el transcurso de febrero pero su voz no fue escuchada y la forzaron a parir. Este miércoles, por primera vez habló su madre con la Gaceta de Tucumán, sobre los difíciles días que atravesaron juntas.

"Cuando me enteré que mi hija estaba embarazada, tiritaba de los nervios, de miedo. Al principio pensé que me podía hacer cargo de esa bebé. Pero después mi hija me dijo que no, que no quería saber nada y yo me terminé de convencer. Ella en ningún momento lo quiso. Y no me iba a sentir bien haciéndome cargo de una criatura que no era querida ni deseada, sino odiada por su madre, que es mi hija de 11 años", dijo la mujer en diálogo con La Gaceta de Tucumán.

Luego, relató lo que sucedió entre el 29 de enero, día que se enteró de que Lucía estaba embarazada, y el 27 de febrero, cuando finalmente le hicieron la microcesárea. Cuando su hija quedó internada en el Hospital del Este, un médico le dijo que si la pequeña "abortaba podía morirse y que ella sería la culpable"

"Apenas llegué al hospital del Este hablé con la doctora Tatiana (Obeib, jefa del Servicio de Tocoginecología). Ella me explicó que había una ley que amparaba a Lucía, que podía hacer un aborto y que iba a hacer todo lo posible para que se haga. Nos mandó a casa cuatro días. Después, me reuní con una fiscal y le pregunté si existía esa ley. Me dijo que sí y que amparaba a mi hija".

También relató con detalles los obstáculos que debió atravesar: "Cuando la volví a internar, hablé con el doctor Gustavo (Vigliocco) y me preguntó por qué quería un aborto si mi hija corría riesgo de muerte. Todo el tiempo me insistía con que corría riesgo de morir. Había cosas que me decían que yo no entendía. Me dijo que si mi hija moría la única responsable iba a ser yo", relató la madre de la niña.

Vigliocco, secretario ejecutivo del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) de Tucumán continuó con los amedrentamientos y, según relató la mujer, él le dijo que "la única opción para que Lucía no muera era esperar cuatro semanas más en el hospital para que el embarazo sea de siete meses y una semana". 

Cuando fue a la Cámara Gesell, Lucía despejó cualquier duda sobre su verdadera intención y dijo: "Quiero que me saquen de adentro lo que me puso el viejo". Esa noche quedó internada y su madre volvió a pedir que le practiquen la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). "Necesito que le saquen este bebé", le rogó a Tatiana Obeid, jefa del Servicio de Tocoginecología del Hospital del Este.

A pesar de los obstáculos y los amedrentamientos, la mujer firmó en febrero el consentimiento para la práctica de la ILE. Luego de 27 días de dilación, se hizo la microcesárea en una provincia convulsionada y la mediatización de la historia. También hubo una fuerte presión por parte de organizaciones feministas que apoyaban la decisión de la pequeña y por sectores que intentaron impedir su derecho.

"Lucía nunca quiso que esta criatura nazca. Ella pedía que se la saquen. Cuando mi hija se despertó, miró a los médicos y les dijo 'gracias'", relató la madre. La niña se encuentra bien de salud. Volvió a la escuela y en unos meses espera ir al viaje de estudio con sus compañeras.

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