El aumento de los combustibles y la crisis inflacionaria

Los precios de los combustibles aumentaron nuevamente. El incremento del valor del gasoil y naftas amenaza con profundizar la inflación de los primeros meses del año.

Ed Impresa 08/03/2019 Facundo Piai
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Si las variables se comportan dentro de lo predecible, a mediados de año aumentarán las naftas un 22 por ciento.

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Especial para La Nueva Mañana

En todo el 2018 hubo quince aumentos, que explican el incremento total de 72 por ciento en los combustibles del año pasado. Mientras que en lo que va del 2019, el 7 de enero hubo una baja en los precios, luego el 5 de febrero aumentaron los combustibles y en los primeros días de marzo se anunció un nuevo incremento de 2,8%. "En efecto, si contemplamos estas oscilaciones en el precio de las naftas durante el primer tercio del año, vemos que (en lo que respecta a enero, febrero y los primeros días de marzo) “tenemos un 3,8% de aumento en los combustibles”, señaló Gabriel Bornoroni, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (FECAC) al ser consultado por este semanario.

Respecto a los volúmenes comercializados, el último informe que manejan los expendedores de combustibles sobre el sector da cuenta que, en lo que va del año, en todo el territorio nacional, la caída de las ventas de los combustibles líquidos (naftas y gasoil) es mayor a la merma de 3,6% reportada por los medios de difusión. Esta última cifra, explican en el informe, no corresponde a las ventas de las estaciones de servicio al público, sino que refieren al volumen de combustibles despachados por las petroleras a las estaciones. Durante el primer mes del año, las estaciones comercializaron casi nueve puntos porcentuales menos que las ventas al público de hace exactamente un año atrás.

Esta caída es producto de un desplome de las naftas comercializadas, que cayeron 9,4% y del gasoil, cuyas ventas se contrajeron 8 puntos porcentuales durante enero del 2019, en comparación interanual. En el análisis pormenorizado, el informe aclara que en el rubro naftas se percibió una caída de 0,6% del combustible común (nafta súper) y una contracción de 27,2% de los despachos de nafta Premium. Mientras que la caída del gasoil se explica por un desplome de casi un seis por ciento del gasoil grado 2 y por una disminución de las ventas al público del gasoil grado 3 de 11,3% durante enero del 2019 en comparación con el mismo mes del año pasado.

Una caída mayor a la esperada

Estos números evidencian que los consumidores de combustibles de mayor calidad, en consecuencia más costosos, optan por productos más económicos (nafta súper). Sin embargo, las ventas de súper también se desmoronaron. En primera instancia uno podría pensar, lógicamente, que aquellos vehículos con capacidad para funcionar con gas, reemplazaron la nafta súper por GNC. No obstante, las estaciones de servicio acusan también una disminución del GNC comercializado del 7 por ciento, entre enero del 2018 y el mismo mes del 2019. Por lo tanto la conclusión es que hay menos autos circulando por imposibilidad de costear el combustible. Lo mismo podemos concluir con la merma del gasoil vendido. Hay menos maquinarias y camiones trabajando que hace un año atrás.

Por otro lado, que el desplome de las ventas de las estaciones de servicio al público sea mayor que la caída de los volúmenes de combustibles comprados por las estaciones a las petroleras, puede significar que la caída del consumo es mayor al esperado. Consecuentemente, de ser así, las estaciones de servicio tendrían un sobrestock no programado de combustibles líquidos.

En la provincia de Córdoba, los volúmenes vendidos cayeron un poco menos que en el análisis a nivel nacional. Las estaciones de servicio de la provincia registraron en enero una caída de la venta de combustibles líquidos de 7,3%, en comparación interanual.

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Los consumidores de combustibles de mayor calidad, en consecuencia más costosos, optan por productos más económicos (nafta súper). Sin embargo, las ventas de súper también se desmoronaron, así como el GNC. En consecuencia la conclusión es que hay menos autos circulando por imposibilidad de costear el combustible.  Foto: NA



Nuevos aumentos en el horizonte

El valor de los combustibles en el país está determinado por el precio internacional del petróleo Brent (que es el crudo extraído del Mar del Norte, principalmente, y marca referencia en los mercados europeos); el tipo de cambio, ya que las refinerías compran el crudo a precio dólar; y el precio del biodiesel y bioetanol, puesto que las refinerías están obligadas a mezclar la nafta y gasoil con estos combustibles no fósiles. También, los impuestos aplicados a la actividad inciden en el precio final de venta; al igual que los costos y ganancias de los diferentes segmentos de la cadena que se trasladan al precio final de surtidor.

“Los precios estimativos estarían en junio un 22% arriba que el actual”, reconoce  Bornoroni, al analizar el desempeño aproximado de las principales variables que determinan el valor de los combustibles. Es decir, observando los contratos a futuro del crudo Brent y del dólar, los biocombustibles (precios regulados por el Estado nacional) y la carga impositiva (que aumenta cada tres meses de acuerdo a la inflación). El análisis de estas proyecciones otorga a los estacioneros “un estimativo con casi certeza científica”, explica el dueño de Bornoroni Hnos. Srl. Esto quiere decir que si las variables se comportan dentro de lo predecible, a mediados de año aumentarán las naftas un 22 por ciento. Mientras que, si el tipo de cambio es mayor al previsto, el aumento será mayor. Por tanto, si el dólar al igual que el precio internacional del petróleo se mantienen estáticos, el valor de los combustibles no se correrá mucho más del actual (escenario poco probable).

El valor de la nafta en un año electoral

Por ser los combustibles un bien estratégico para el desarrollo de la economía, su aumento repercute en los precios, presionando,así, sobre la inflación, que ya acumula 7 puntos en sólo dos meses, según la consultora EcoGo. La suba de la cotización internacional del petróleo del mes de febrero y los consecuentes aumentos en los surtidores (con el mercado local liberado) repercutirá en la tarifa de los servicios y en el transporte público de pasajeros, en lo inmediato.

Por el peso que los combustibles líquidos tienen en el índice de precios al consumidor, un incremento violento del mismo por el despegue de algunas de las variables que conforman su valor pondría en jaque la estrategia electoral del Gobierno de inyectar dinero en la economía en busca de contrarrestar la recesión. Como hacía el kirchnerismo, Macri aboga por aumentar los planes sociales para levantar la imagen de su Gobierno y mejorar sus posibilidades electorales. La gestión anterior se caracterizaba por inyectar dinero en la economía y aumentar el poder adquisitivo del salario al anclar el tipo de cambio en los años electorales. Esto lo lograba en un contexto de tarifas congeladas y el precio de los combustibles desacoplados del valor internacional (con el llamado “barril criollo”). Un escenario completamente distinto al actual, con el mercado local liberado.

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