Tres años sin Lohana Berkins, la "comandanta de las mariposas"

Impulsó la ley de identidad de género, fue la primera travesti argentina con un trabajo estatal, fue candidata a diputada y asesora de legisladoras, entre tantas otras batallas ganadas.

País 05/02/2019
lohana
Lohana Berkins fue la principal impulsora de los derechos de personas trans y travestis en Argentina. Foto: gentileza.

Este martes 5 de febrero se cumplen tres años del fallecimiento de la incansable luchadora argentina por los derechos de las personas trans, travestis y transexuales, Lohana Berkins o la "comandante de las mariposas", como la llamó la periodista y escritora Luciana Peker.

“Yo soy travesti, aunque mi DNI diga 'mujer'. Yo soy Lohana Berkins: travesti. Sino seguimos aceptando que los genitales nos dan la identidad. El travestismo rompe con eso. Nos construimos” y "En un mundo de gusanos capitalistas, hay que tener coraje para ser mariposa”, fueron algunas de sus frases que se convirtieron en bandera de la diversidad sexual Argentina.

En 1994, Lohana fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), que presidió hasta su fallecimiento. Fue impulsora de la ley 3062 de respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales y aprobada por la Legislatura porteña en 2009.

En 2002, protagonizó una reivindicación fundamental de la visibilización de las personas travestis y trans al anotarse en la Escuela Normal Nº 3 para ser maestra. Frente a la imposibilidad de hacerlo con su nombre, radicó una denuncia en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, que en una resolución ejemplar ordenó a las autoridades de la escuela que respetaran su identidad de género.

También fue asesora de legisladoras, convirtiéndose así en la primera travesti con un trabajo estatal. Se desempeñó también como asesora de la legisladora porteña Diana Maffía, en temáticas tales como Derechos Humanos, Garantías, Mujer, Niñez, Infancia y Adolescencia.

En 2001 llegó a ser candidata a diputada nacional, aceptada en las listas electorales oficializadas por la Justicia Electoral en oportunidad de la renovación de cargos del Congreso de la Nación Argentina.

En 2008 lideró la creación de la Cooperativa Textil Nadia Echazú, la primera Escuela Cooperativa para travestis y transexuales del país, que lleva el nombre de Nadia Echazú, como homenaje a la militante de los derechos de las personas travestis y trans. El emprendimiento laboral gestionado y administrado por personas travestis se inauguró a mediados del año 2008, en un lugar cedido por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes).

En 2010 conformó el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, una alianza de más de quince organizaciones que impulsó la sanción a nivel nacional de la ley que garantiza la adecuación de todos los documentos personales a la identidad de género vivida y al nombre elegido por las personas y el acceso a tratamientos médicos de quienes soliciten intervenciones sobre su cuerpo. 

La Ley de Identidad de Género fue aprobada por el parlamento argentino el 9 de mayo de 2012 y promulgada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pocos días después, convirtiéndose en la más avanzada del mundo en esta materia hasta el momento. Se trató de la primera Ley en reconocer la identidad de género de las personas en términos de autopercepción y garantizar el pleno acceso a la salud, despatologizando las identidades trans.

En el año 2013 fue nombrada al frente de la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual, que funciona bajo la órbita del Observatorio de Género en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.

Sobre ella, en una nota publicada en Cosecha Roja, la escritora Mariana Enríquez dijo: "Quería ser presidente. Guardaba carpetas y carpetas con expedientes y notas sobre otras chicas travestis asesinadas. En las Marchas del Orgullo usaba un megáfono y lanzaba consignas maravillosas, agudas, graciosas. Lohana hacía reír pero interpelaba, se negaba a cualquier pereza o payasada, pensaba y pensaba. Uno la miraba y en sus ojos que medían y reconocían había un brillo de reflexión permanente. Pensaba la identidad".

“Quienes nos asumimos como travestis rechazamos la binariedad, nos situamos en una identidad propia, con el trabajo que eso nos cuesta. Decir ‘soy travesti’ es asumir nuestra propia belleza T, nuestros cuerpos y una cuestión que incluso a veces deja paralizado al feminismo: nosotras tenemos un pene, que no es lo mismo que hablar de falo”, escribía Lohana en Soy seis meses antes de fallecer.



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