El Cordobazo en primera persona: recuerdos de una epopeya

Por: Flavio Colazo - Especial

Cabe destacar en primer lugar que el Cordobazo fue el principio del fin del gobierno dictatorial encabezado por Juan Carlos Onganía. Las dos CGT nacionales había decidido una huelga general para el 30 de mayo, porque Onganía se negaba a restablecer la negociación colectiva y la actualización salarial, suspendidas en el ´67. En Córdoba, la medida se adelantó un día, adoptando la modalidad propuesta por Agustín Tosco, del Sindicato de Luz y Fuerza, que implicaba el abandono de los lugares de trabajo desde las 10 horas hasta el día siguiente -es decir por 36 horas, en lugar de 24- y la movilización hasta un acto en el local de la CGT.

Aquel 29 de mayo de 1969, lo que estaba concebido como una gigantesca asamblea intersindical en el centro de la ciudad, merced a la brutal represión que ejercieron las fuerzas del orden, incluyendo balas de plomo, gases lacrimógenos y el ejercicio de la violencia física, todo en proporciones de una desmesura inimaginable que terminó por arrebatarle la vida al operario Máximo Mena, provocó una reacción popular inmensa que sumergió a Córdoba en un caos de violencia durante más de 24 horas, resultando esta efervescencia popular incontrolable tanto para las fuerzas policiales como para el personal del Ejército argentino, que fue convocado a restablecer el orden toda vez que la revuelta había copado la totalidad de la ciudad. Protagonizaron aquella lucha los sindicatos, los gremios, las organizaciones políticas, el estudiantado en su totalidad y la ciudadanía, que al ser obligada a permanecer encerrada en sus domicilios, atacaba a las hordas represivas desde los techos de las casas, tal cual lo consigna el mismo general Eleodoro Sánchez Lahoz, a cargo de la comandancia represiva de las tropas del Ejército: “Me pareció ser un comandante de las invasiones inglesas; la gente nos tiraba de todo desde los balcones y azoteas”, recordaba Sánchez Lahoz. La asonada tuvo un costo muy alto en vidas, heridos y encarcelados (15 dirigentes sindicales y estudiantiles fueron condenados y encarcelados en prisiones militares de La Pampa y Trelew, en Chubut,- varios de ellos desmejoraron a tal punto su salud durante el encierro que ya no lograron recuperarse nunca).

-¿Usted trabajaba en IKA-Renault en aquel mayo del 69?
-Sí, yo había ingresado a la fábrica en 1958, cuando era industrias Kaiser, al año siguiente, 1959, se conformó la IKA-Renault.

-¿Era operario de qué tipo?
-Ingresé como operario en inspección de final de línea, porque como desde los 13 años de edad trabajé en diversos talleres metalúrgicos chicos como aprendiz y había adquirido la habilidad a medir con calibre y micrómetro; entonces, esas pericias me permitieron ingresar como inspector, mientras tanto, ya trabajando en la fábrica, hice el bachillerato nocturno. Luego, cuando acabé el secundario ingresé a la Facultad de Derecho y dentro de la fábrica hice un curso de matricero y al poco tiempo, además, me nombraron delegado y miembro de la comisión interna de reclamos.

-¿Cuáles eran los reclamos que le hacían llegar a usted sus compañeros en aquel momento?
-Fundamentalmente eran por las condiciones laborales y el tema del trabajo insalubre, por el salario prácticamente no se reclamó nunca, pero en el tema de la infraestructura laboral era incesante. Dos compañeros murieron en la fosa y uno en punta de línea, muchos se intoxicaban con la pintura debido a la falta de extractores, trabajaban envolviéndose la jeta con trapos para no tragar tanta pintura. De allí es que me surge la idea de hacer una parodia del Martín Fierro con la temática ésa, lo publicaba en los diversos números de la revista del sindicato con el seudónimo de “El Peruano”. Esos versos tuvieron gran acogida entre los lectores afiliados y corrieron entre el estudiantado de derecho también; algún otro hice con motivo de la intervención del Smata central (en 1967, Smata fue intervenida luego de que la oposición impugnara las elecciones gremiales y reclamara una intermediación).

-¿Cómo inició aquel 29 para usted y sus compañeros? 
-Ya que no permitieron el arribo de ómnibus alguno a la planta decidimos bajar a pie hacia el centro. Yo tuve a mi cargo la conducción 300 compañeros, al llegar a la escuela hogar Eva Perón (hoy Pablo Pizzurno) nos esperaba la policía para reprimirnos. En ese entonces hacia ambos lado de la calle había barrancas, estábamos en una encerrona; así que los enfrentamos y pasamos, pero la cana tiró y a mí me hirieron de bala en el brazo izquierdo, me atendieron en el Hospital Privado y seguimos. En Arturo M. Bas y bulevar San Juan nos juntamos con los compañeros que venían desde Smata, allí se produjo un nuevo enfrentamiento y matan a Máximo Mena, tal cual está consignado con una plaqueta en ese lugar. Ese asesinato desató la furia y el estallido se volvió incontrolable.

-¿Quién dirigía al Smata en Córdoba?
Elpidio Torres, a quien cuando ingresé a la fábrica apoyé en su candidatura para la primera elección. Después tuve diferencias, pero solo en lo metodológico, en lo sustancial teníamos pleno acuerdo.

-¿Qué pasaba en Córdoba en los días previos al 29?
En verdad, desde hacía mucho tiempo la represión contra los trabajadores era bravísima, más desde que en 1960 se produjo la voladura de la Shell (en 1960 se produjo el mayor atentado terrorista en Córdoba, se hizo volar el depósito de combustibles de la petrolera Shell en barrio San Fernando. El atentado se produjo en ocasión de la visita del ministro de Economía Álvaro Alsogaray y secretario de Guerra Rodolfo Larcher. Causó la muerte de 15 personas, y fue la antesala de la caída del gobernador Arturo Zanichelli, y la posterior intervención federal de los tres poderes provinciales. Si bien nadie se atribuyó la autoría, en el momento se sospechó, inculpó, enjuició y condenó a varias personas y entidades diversas; en 1996 Carlos Risso, abogado defensor de algunos miembros de la Alianza Libertadora Nacionalista, reconoció la culpabilidad de varios de ellos y la participación del ex jefe de la sección Orden Público de la policía provincial, Bernardo Gordillo). Después de eso en cada asamblea que se hacía en el viejo Córdoba Sport, nos esperaba la cana y nos cagaban a palos; eso fue acumulando mucha bronca. Además las condiciones laborales eran muy malas. Como le dije antes, en nuestro caso murieron dos compañeros en las fosas y uno en punta de línea. Ese 29 estaba preparada una asamblea intersindical muy grande en el centro de la ciudad; yo mismo la noche anterior recorrí varios gremios con dos o tres compañeros más coordinando el evento; entre ellos fui a la UTA, tuve la impresión que Atilio López no estaba muy convencido, pero la comisión interna y el cuerpo de delegados de UTA estaban muy decididos. De todos modos algunos chancullos hubo para que los colectivos no llegaran a la planta de Renault; por eso bajamos a pie 8 kilómetros.

-¿Cómo recuerda la participación de los principales dirigentes sindicales en aquella fecha?
La izquierda siempre quiso mostrar a (Agustín) Tosco (dirigente del gremio Luz y Fuerza) como el de mayor relieve en ese momento, pero según mi punto de vista, ni él ni Atilio López fueron los principales. Según mi parecer Elpidio Torres tuvo la mayor importancia, ya que desplegó unos 10.000 hombres; de todos modos, todos y cada uno fueron importantes e imprescindibles.

-¿Qué sucedió con ellos luego?
-Los más perjudicados fueron Tosco y Torres. A Elpidio lo metieron preso en Córdoba, pero a Tosco lo llevaron al sur, se enfermó y luego le impidieron curarse. Él era muy peligroso para el régimen, tenía mucha, mucha, llegada, era tremendamente persuasivo; mire, yo lo conocí a Tosco, en una ocasión, un tiempo antes del Cordobazo, nos metieron presos juntos y nos tuvieron demorados dos días. Era un tipo bárbaro y un gran dirigente.

-¿Por qué motivo los detuvieron?
Estábamos conversando él, yo, y dos compañeros en una vereda céntrica, sentados en unas escalinatas y pasó la cana. Yo me di cuenta que lo reconocieron a Tosco, entonces se frenaron y lo arrestaron y nos dijeron: Ustedes, vengan también, quedan detenidos. Le cuento, nos tuvieron sentados un rato en un banco sin que nadie nos prestara atención, en un momento viene un policía y pregunta: ¿Por qué están detenidos? Tosco levantó la mirada y no le dio ni cinco de pelota, entonces yo le respondí: Él está detenido porque es Tosco, y yo, por pelotudo; el Gringo se sonrió. Pero vea qué tipo de dirigente era. Después de que le respondo al cana nos meten en celdas separadas, y ahí Tosco comienza a hablarme a los gritos, me decía: “Ves Brondo, lo único que nos separa son las rejas de estas celdas, pero estamos hermanados por la lucha contra la tiranía, etc., etc.” En verdad no me hablaba a mí, estaba dándoles un discurso a viva voz a toda la milicada, yo me limitaba a asentirlo con la cabeza levemente por temor a represalias, a él eso no le importaba.

-¿A usted y a sus compañeros cómo le fue? ¿Tuvieron que pagar algún costo penal o laboral por su participación en el Cordobazo?
-A mí y a varios de mis compañeros nos detuvieron y estuvimos tres días encarcelados, todos amontonados en una celda grande, pero nos detuvieron al voleo nomás, no nos tomaban ni los datos, no teníamos acusación alguna. En lo laboral yo pude retomar mi labor en planta, pero a muchos compañeros los rajaron, sobre todo a los zurdos.

-¿Por qué a ellos sí y a ustedes no?
-Porque Elpidio intercedió por su gente y por ellos no.  

-Y corriéndolo un poco de tema, del Brondo poeta, artista, ¿qué fue?
-No fue, es; continúo con mis aficiones artísticas, escribo poemas y canciones aún. Además nunca dejé de tocar el bandoneón, desde los 12 años, edad en que aprendí a tocar, no lo he dejado nunca. He tenido la suerte de realizar numerosas giras con mi orquesta (Tangomanía). Con mi hija o como solista, el destino me llevó hasta México, donde toqué con Talhía, por ejemplo, a Londres, Madrid y Bruselas, entre otros lares. En Youtube puede encontrar varias obras mías: La milonga pueblo brondo, La pochana, La brocheriana, etc. Mire, ya que estamos cerca del Mundial le dejo para que publique un tanguito inédito, mío en música y letra dedicado a ese pibe maravilla que es Lionel Messi.

Música y poemas de Héctor Brondo

Sobre las condiciones laborales 

Aquí me pongo a cantar
debajo del hall central,
y no o tomen a mal
porque a naides tiro el hueso,
solo defiendo el progreso,
pero el progreso social
hoy me encontré con los míos,
los confundí en un abrazo,
me enseñaron de un plumazo
todita la instalación,
y ahura daré la impresión
de lo que vide, amigazo !
hoy me enseñaron las fosas
estaban poniendo un fierro
eran como diez, si no erro
y me dije para mí
¡qué güenos que son aquí,
le asiguran el entierro !
de ahí fuimos a la cabina
¡ai sí que me vi asustado !
salía uno disfrazado
que en colores escupía
¡Càlmese ! me dijo el guía
es pintura que ha tragao
el comedor es muy lindo,
muy buena presentación,
pero muere la ilusión
cuando te dan bifes duros;
no te sacan del apuro
ni las muelas de Sansón
y tratá de no enfermarte
porque es pior que en la milicia,
ahí comienza la injusticia:
no te paga si faltás
aunque de pruebas traigás
el palacio de justicia
mas yo no sé si te cargan,
pero es la pura verdad,
escrito con claridad
como tomándote el pelo
en cada esquina hay letreros
que dicen “SEGURIDAD”.

Sobre la intervenciòn de SMATA central

Martín Fierro hai de cantar
aunque esto parezca mal
al traidor, al patronal
y a los malos dirigentes
que anteponen a la gente
su apetito personal
aquí me pongo a cantar
en mi vieja C. G. T.
no me pregunten por qué,
pues todos lo saben bien:
me han echau a mí también,
como todos pueden ver
con bronca fui para el gremio
a hablar con la intervención,
mientras un negro matón
entero me revisaba,
un cana sentau estaba,
mirando televisión
de un Ford Falcon que llegó
los salvadores bajaban,
el cuello se acomodaban
y me dije para mí:
¡Qué bien la pasan ahí !
Total, los obreros pagan
Y, perdone interventor,
por la forma que me expreso:
tengo mis dudas, por eso
¿Salvarán mi sindicato
o vendrán a morder el queso?
Mi gremio no es árbol caído
donde tuitos saquen leña
la vida a vivir enseña,
aprendamos la lección,
eso que se llama unión
no lo trae la cigüeña.

¡¡ Pisala maestro!!

(Tango -dedicado a Lionel Messi-)

¡Pisala maestro! Que de sobrepique
con un pase tuyo, marcaré mi gol.
¡Pisala maestro! hacela de lujo,
jugala de taco, que marco y me voy.-
yo sueño que juego con vos un picado
en ese potrero que te vio nacer.-
y en una chilena con mi fantasía,
pienso que la vida no ha sido tan cruel.-

Cuidate la zurda, gambeta endiablada
el estadio vibra cuando vos jugás.
no falta el “marmota” que come tu amague
y al hacerle un caño, te barre de atrás.-
¡El gran Mascherano, te la dio servida!
Le diste de empeine, y el arco tembló,
el gol más hermoso, fue aquel que no hiciste
porque el travesaño te dijo que no.-
Recitado:
En este potrero, que es la vida misma,
yo juego mi suerte como vos Lionel,
ese que está arriba, que es mi juez de línea,
baja su bandera, sino juego bien.-
Yo soy esa barra, que está en el alambre,
esa que te sigue con gloria o dolor,
la misma que agita, tu bandera patria,
desde la tribuna gritando tu gol.-

Cuidate la zurda, gambeta endiablada
el estadio vibra cuando vos jugás.
No falta el “marmota” que come tu amague
y al hacerle un caño, te barre de atrás.-
¡El gran Mascherano, te la dio servida!
Le diste de empeine, y el arco tembló,
el gol más hermoso, fue aquel que no hiciste
porque el travesaño te dijo que no.-

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