Apertura de las importaciones, uno de los ejes que el gobierno de Milei profundizará

Milei dijo que irá a fondo con la desregulación del comercio exterior, una medida acorde a su filosofía económica que además busca bajar los precios en el el mercado interno. Rechazo del sector industrial.

Economía15/12/2024 FACUNDO PIAI
Industria Textil by InfoGremial
LA INDUSTRIA TEXTIL EN ALERTA.Este sector es uno de los más afectados por las importaciones que alienta el gobierno libertario. Foto InfoGremial

En el discurso celebratorio del aniversario del primer año de gestión, el presidente anarcolibertario se focalizó en uno de sus objetivos prioritarios: desregular el comercio exterior. La apuesta responde, en primera instancia, a la filosofía con la cual el presidente entiende el mundo, en la cual el comercio libre es la mejor manera de asignar los recursos. Asimismo, la decisión también tiene una búsqueda económica concreta: bajar los precios internos.

En la cadena nacional del martes pasado, el presidente señaló que para consolidar la “recuperación” es esencial acabar con aquellas “cadenas” que “asfixian” el libre flujo de mercancías. Con lo cual, reduciendo aranceles y estimulando las compras a economías más productivas se puede “importar más bienes y servicios de mejor calidad y a un mejor precio”, destacó. En sintonía con lo dicho, la administración libertaria ya comenzó a desregular las comparas en el extranjero en donde el dólar barato funciona como estímulo.

Un Gandhi en medio de la guerra comercial 

En lo que va del año se redujo el arancel a más de 100 importaciones que van desde alimentos, calzado, motos, bicicletas, hasta heladeras y lavarropas. También se desgravó impositivamente las compras online en el exterior y se fijó en u$s3.000 el límite para compras en plataformas virtuales, incrementando 200% ese límite. Además, profundizando esa línea, el gobierno está en negociaciones con las potencias occidentales para integrarse a bloques en donde no haya aranceles para el intercambio comercial.

A contramano de las potencias occidentales que recurren al proteccionismo para salir del estancamiento económico ocasionado por el avance comercial de Asia, el gobierno argentino desregula su frontera aduanera. “En esa línea, nuestro primer objetivo será impulsar durante el próximo año un tratado de libre comercio con Estados Unidos”, enfatizó el presidente en cadena nacional.  Iniciativa que se suma a la de diluir los aranceles dentro del bloque Mercosur y el pacto comercial de este bloque con la Unión Europea. 

Con impuestos a la producción, dólar atrasado y sin obras de infraestructura, la industria rechaza la apertura importadora

La apertura del mercado argentino comienza a preocupar al sector productivo que advierte que deberá competir en inferioridad de condiciones frente a potencias industriales. Las desregulaciones dejarían como ganadores a las industrias de EE.UU., Europa, Brasil y China, principalmente. Muchos piensan que abrir el comercio exterior por impulsos ideológicos no es la mejor manera para enfrentar los desafíos de desarrollo e inserción internacional que el país tiene por delante.

Por caso, para el sector textil, que terminará el año con una baja de la producción de 25% interanual, las políticas del gobierno son erradas. En diálogo con LNM, Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer, aclaró que las bajas de impuestos para la importación directa del consumidor abaratarán la indumentaria, pero como contrapartida se ponen en riesgo un sector que genera 540 mil puestos de trabajo. Si en lugar de bajar aranceles o impuestos directos, “se los bajamos al que produce en la misma proporción, seguramente los precios del sector bajan”, destacó.

En el mismo sentido se expresó el empresario del rubro de la alimentación Miguel Zonnaras, al señalar que la industria busca “que se iguale la cancha para poder competir, porque de no ocurrir “antes de salir a competir agresivamente, el resultado del partido es bastante cantado”. Para el presidente de Georgalos, más allá de la productividad particular de cada unidad fabril, Argentina es más cara que sus principales competidores. Por lo que “cuando tenés las condiciones económicas como las que está planteando el gobierno, obviamente que se va a dar una curva ascendente de importaciones, en desmedro de producción local”, dijo el empresario a este medio.

El incremento de las importaciones está ocurriendo desde hace varios meses. Las cuentas del Banco Central muestran a través de su Balance Cambiario que a partir de junio aumentó considerablemente la erogación de los dólares destinados para importar bienes. En efecto, al calor de la recuperación de la actividad económica, con un dólar atrasado y las desregulaciones en curso es de esperar que esta tendencia se profundice.  

Argentina quiere bajar aranceles a un mercado con quien tiene déficit comercial

El otro puntal de la política exterior del gobierno (acuerdos de libre comercio con potencias occidentales) también genera preocupación en el sector productivo por el temor al arribo de importaciones industriales con efecto lesivo en el tejido fabril local. En el caso de la Unión Europea acumulamos hasta octubre un déficit comercial de más de u$s600 millones consecuencia de que el 80 de las exportaciones son primarias o manufacturas de origen agrario, mientras que la mitad de las importaciones de ese origen son industriales. Esto significa que mientras exportamos principalmente alimento para animales derivados de soja, importamos: maquinaria, autopartes, productos químicos, reactores, productos farmacéuticos, entre otros.

Si bien el principal impedimento para avanzar en un acuerdo Mercosur-UE está en los agricultores franceses que temen ser desplazados por la competitividad agropecuaria de Argentina, Brasil o Paraguay, las negociaciones avanzan. Al ser consultado, el vicepresidente de la Confederación Empresaria Argentina, Raúl Zylbersztein, aclaró que llevar los aranceles a cero significa un esfuerzo muy grande para la región, pero no así para Europa, quienes al tener mayor productividad se protegen con aranceles más bajos. “Es una concesión enorme nuestra y poco significativa del lado europeo”, señaló.

Para este empresario de la industria del cuero, el Gobierno va a contramano de un mundo que giró hacia “el cuidado de sus mercados y producción con nacionalismo económico”. Además, no hay información sobre qué se dispuso en el acuerdo para certificar el origen de los productos. Esto puede ser muy lesivo para la industria de la indumentaria. “¿Cuándo se considera europeo? Por ejemplo, Italia dice: si una cartera tiene marca, diseño y capitales italianos, no importa si se confeccionó en La Toscana o Tailandia, es italiano”. Para Zylbersztein el acuerdo “es más una concepción ideológica de nuestro lado qué una decisión de negocio, de conveniencia”.

¿Cómo insertarse en el mundo?

Para Julieta Zelicovich doctora en Relaciones Internacionales y miembro del centro de estudios Fundar, la globalización tal cual como se entendía en los 90 basada en la desregulación terminó.  Ese cambio se observa en la relación del comercio internacional y el PBI mundial, en donde el intercambio internacional empieza a crecer menos que la expansión de la economía mundial, una dinámica contraria a “lo que se dio entre 1990-2015”.  

Esta mutación comienza en la crisis económica mundial de 2008 y se profundiza con el primer mandato de Trump que ve a China como amenaza, el Brexit, la pandemia y la guerra de Ucrania. Por lo tanto, la dinámica global es otra, “y si se modificó el tablero de juego en donde se da la inserción internacional de los países, esto implica que hay que cambiar los lentes con los que se construyen las políticas públicas”, reflexionó Zelicovich en la presentación del informe Proteccionismo y Cambio Global. ¿Cómo insertarse en el mundo?

 

 

 

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