Mestre, crítico con los radicales que cambiaron el voto: "Generan desconfianza en la ciudadanía”

El ex intendente Ramón Mestre dialogó con LNM y se refirió a los diputados radicales que cambiaron el voto a pedido de Milei. Además, habló sobre el actual momento de la UCR, su visión del Gobierno nacional y también sobre la administración provincial.

Política14/09/2024 flavio colazo
ramon mestre
"LLARYORA ES UN LOBO VESTIDO DE CORDERO; MILEI, UN LOBO VESTIDO DE LOBO"."Los jubilados argentinos son parte de la población más perjudicada por este y otros gobiernos", aseguró Mestre entrevistado por LNM. Foto Gentileza

Luego de que durante la sesión del miércoles pasado cinco legisladores radicales votaran -cambiando abrupta y sospechosamente de postura- permitiendo vetar una ley, concebida y promovida por la UCR, que permitía mínima recomposición salarial en los haberes de los jubilados, algunos dirigentes radicales emitieron fuertes opiniones respecto a la conducta de los diputados cuestionados. LNM dialogó en exclusiva con el ex intendente de Córdoba capital, Ramón Javier Mestre, sobre este comportamiento de sus correligionarios al mismo tiempo que se expresó sobre el actual momento de la UCR, su visión del actual Gobierno nacional,  y también sobre la administración provincial.

Jubilados y legisladores radicales

En virtud de lo acontecido en la sesión del miércoles 11 –desde la cual surgió la ratificación del veto presidencial-, ¿qué reflexión le nace con relación al tratamiento que se les está dando a los jubilados durante la actual administración nacional?

-Los jubilados argentinos son parte de la población más perjudicada por este y otros gobiernos. A esto lo vemos a nivel nacional y también, a nivel provincial, con desmanejos de los fondos públicos y decisiones que no tienen nada de sensibilidad y que los arrastra como una marea. Estamos de acuerdo en que Argentina encuentre -después de la debacle kirchnerista- un orden fiscal; pero no estamos de acuerdo en los desequilibrios que castigan la calidad de vida, en este caso, de los jubilados que trabajaron toda su vida y a esta altura no tienen nada de tranquilidad ni pueden vivir en paz. El Congreso es un lugar para respetar, tiene representatividad ciudadana y legitimidad.

"El Presidente no debería borrar con su codo lo que el Congreso escribió con su mano".

¿Cómo puede explicársele a la ciudadanía el cambio de posición –y de voto- de los cinco legisladores radicales que votaron en contra de una propuesta nacida y promovida por la UCR? 

-A esa respuesta la deben dar los legisladores que cambiaron de parecer. Lo que digo es que estos cambios injustificados generan desconfianza en el seno del radicalismo y de la ciudadanía. Yo creo que hay una contradicción, porque el radicalismo representa valores que ninguna coyuntura puede borrar. El radicalismo representa a la clase media, a los trabajadores, y estamos a favor de la ampliación de derechos y de la libertad.

¿Concuerda con quienes desde la UCR han pedido la expulsión de los cinco legisladores?

-Los órganos partidarios de la UCR deberán tomar una decisión en relación a la expulsión. Recordando  -y remarcando- siempre que somos un partido democrático.

 La UCR

- Hay quienes sostienen que la UCR se debate –sin resolver el dilema- entre no quedar pegada al peronismo K y tampoco al mileísmo. ¿Cuál es su visión de este enunciado?

-Yo pertenezco a una gran porción del partido que cree que no está en nuestra esencia dicho dilema -entre un acercamiento al kirchnerismo o a La Libertad Avanza-. Algunos confunden el camino -vaya a saber por qué-; lo cierto es que no somos populistas, y esos dos extremos representan al populismo que más daña a la Argentina, me refiero al sector productivo, a los emprendedores, al campo, a los docentes, a los trabajadores del sistema de salud, a los comerciantes y a quienes apuestan por el país. Nosotros no creemos en el desguace del Estado, ni en un Estado superpoblado. Creemos en un Estado en su justa medida, equilibrado. No solo la Argentina está presa de ese dilema, sino la provincia de Córdoba también con el gobierno que encabeza Martín Llaryora.

"Nosotros no creemos en el desguace del Estado, ni en un Estado superpoblado". 

¿Cuál es la valoración suya respecto al momento que atraviesa el partido –tanto a nivel nacional como a nivel provincial-?  

-En Córdoba, concluimos un proceso interno que, con sus marchas y contramarchas, quedó cerrado. Acá no se trata de expulsar al que piensa distinto, sino a debatir qué partido somos y queremos ser. En Córdoba, encabezamos una oposición muy seria al Partido Cordobés, que es la expresión más clara del populismo, con un gobernador que intenta absorber como una aspiradora a cuanto radical pueda, restándole a la calidad institucional de la provincia. Y a  nivel nacional, lo mismo: no podemos ser obsecuentes con aquellas ideas de derecha que nada tienen que ver con nuestra historia y nuestro camino recorrido. El radicalismo ha sido elegido para ser oposición tanto a nivel provincial como nacional. Que nadie se confunda. La gente nos puso en el lugar y debemos tener responsabilidad en un momento muy complejo.

"No podemos ser obsecuentes con aquellas ideas de derecha que nada tienen que ver con nuestra historia y nuestro camino recorrido".

Administraciones gubernamentales en curso.

¿Cuál es el balance general que hace de la actual administración nacional más allá de lo coyuntural?

-Yo veo un gobierno nacional sin plan -como le pasó a Alberto Fernández-. Veo un presidente sumamente egocéntrico queriendo construir una marca personal mundial como líder autoritario de derecha, recorriendo el mundo y gastando recursos públicos. Un Presidente que no respeta la institucionalidad del Congreso, ni del que piensa distinto. No puede ser que justifique esta debacle a partir del orden fiscal. Argentina no va por buen camino con un liderazgo insensible, mesiánico y paranoico como el de Javier Milei. Hace falta racionalidad en las políticas públicas y equilibrios en el Estado.  

"Veo a un presidente sumamente egocéntrico queriendo construir una marca personal mundial como líder autoritario de derecha".

 
¿Y qué  señalaría de la gestión provincial a cargo de Martín Llaryora?

-Veo un gobernador más ocupado en crecer en la consideración pública a nivel nacional que preocupado en solucionar los graves problemas que atraviesa la provincia de Córdoba luego de 25 años de peronismo. Veo –al mismo tiempo- que no hay plan contra la inseguridad –un área en la cual su principal exponente no está a la altura del cargo-; veo una educación y una salud cada vez más deterioradas; faltan insumos y servicios. Vivimos en una Córdoba con impuestos altísimos que sólo vuelven a los municipios amigos o a aquellos que quieren cooptar. Una deuda dolarizada que hipoteca el futuro de nuestros hijos; un Estado cada vez más grande ocupado por la militancia. Antes de asumir, Llaryora le pidió al ex gobernador Juan Schiaretti que desguazara el Tribunal de Cuentas para manejar los recursos del Estado a su antojo. Si así comenzaron, nada bueno puede venir después y día a día lo están demostrando. Un gobierno que no se acostumbra a que los juegos de poder cambiaron en la Legislatura a partir de la paridad de fuerzas. A nivel nacional y provincial sufrimos las consecuencias del populismo. Llaryora es un lobo vestido de cordero. Milei es un lobo vestido de lobo. Acá aparece el desafío de un radicalismo serio, cercano a las ideas y con un camino más que evidente para tomar.

"Veo un gobernador más ocupado en crecer en la consideración pública a nivel nacional que preocupado en solucionar los graves problemas que atraviesa la provincia de Córdoba".

 

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