Cascada Bella Lucía, una maravilla poco conocida de Copina

El punto de partida es la intersección de las rutas 34 y 14, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Desde allí, una hora y media caminando para llegar a uno de los rincones más bellos del Río de la Suela.

Turismo 01/06/2024 Vanina Boco
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DIFICULTAD BAJA. En cada rincón de Córdoba hay cascadas que tienen diferentes grados de dificultad para llegar a ellas. Fotos: Vanina Boco

Córdoba tiene cascadas a montones. En cada rincón hay varias y aunque tienen diferentes grados de dificultad para llegar a ellas, todas regalan un entorno de singular belleza que invitan a quedarse un largo rato.

La zona de Copina no es la excepción y, aunque muchas de las cascadas no son muy conocidas, vale la pena tenerlas en cuenta para descubrirlas.

Tal es el caso de la cascada Bella Lucía, a la que encontré mirando el Google Maps, y que se encuentra entre los paisajes de Copina, sobre el Río de la Suela.

Cómo llegar

A poco más de 70 kilómetros de la ciudad de Córdoba, justo antes de llegar a la intersección de las rutas 34 y 14, yendo por esta última, hay un parador que cada fin de semana recibe a un puñado de turistas y que desde allí se puede acceder a diferentes rincones del Río de la Suela.

Apenas te bajás en el parador -que en temporada baja suele estar cerrado y, por lo tanto, no hay estacionamiento tarifado-, a ambos lados de la ruta se puede acceder al río. Yendo por la ruta 14, a mano izquierda hay una explanada de piedras por donde va circulando el agua y es el lugar con acceso más fácil. 

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Foto: Vanina Boco

Mientras que, de la mano derecha y siempre viniendo por la 14, hay un sendero que bordea el río y pasa por un vado en desuso hasta llegar a una primera curva del río -en un lugar que bauticé “La Joyita”- donde hay piletones, saltos de agua de menor tamaño y buenos sectores entre las piedras para quedarse a pasar el día. 

Esto fue lo que hice hace algún tiempo y se los conté en esta nota que les dejo en este enlace. 

Rumbo a la aventura

Esa vez, sabía que caminando un poco más había una cascada, pero al no tener mayor información que esa y con poco tiempo por delante, decidí quedarme en esta zona de piletones.

Por lo que, con esa deuda pendiente, hace unos días volví con los “deberes hechos”: ya sabía que me llevaría una hora y media llegar a la cascada y había chequeado el sendero, aunque siempre el camino te puede sorprender.

Luego de pasar “La Joyita”, que está a pocos minutos de la ruta, hay que seguir el senderito que bordea el río y que está marcado entre los pastizales. 

¡Tabaquillos!

Actualmente, las plantas cola de zorro están en todo su esplendor, desplegando sus plumeros al sol. Y, otra cosa que me llamó la atención, fue la cantidad de tabaquillos que hay en la zona, claramente, este árbol tan emblemático de nuestras sierras va ganando terreno y volviendo a ocupar el lugar del que nunca debió haberse ido.

Al llegar a una nueva curva del río hay que descalzarse y atravesarlo, para continuar el recorrido de la mano contraria. Y a pocos metros, en otra curva pronunciada, toca volver a cruzar el río y ahí sí ya se continúa de la misma mano siempre. 

En algunos tramos, el camino se aleja un poco de la costa del río, pero en esas contadas ocasiones, está señalizado con apachetas. Hay que ir prestando atención al camino, pero la referencia siempre es el curso del agua.

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Foto: Vanina Boco

La Bella Lucía

A casi una hora y media de haber empezado a caminar desde la ruta, llegué a la cascada Bella Lucía, aunque de frente no se ve por completo.

La primera imagen es un paredón de piedras donde se ve un chorro de agua en la parte superior, luego un conjunto de piedras que tapan el resto de la cascada y forman otros saltos más abajo. 

Acá decidí volver a cruzar el río para llegar hasta un mejor lugar para apreciarla. Para eso, hay que hacer una última caminata hacia arriba y desde allí sí se la puede ver en toda su dimensión: está compuesta por una serie de saltos en altura que terminan en un abanico formado por agua que se desliza sobre la piedra. ¡Una belleza!

También se puede bajar hasta la base de la cascada y estar entre las paredes encajonadas, e incluso se puede seguir subiendo para admirarla desde otras perspectivas.

La caminata que nos lleva hasta ahí es de dificultad baja, solo requiere ir atentos al camino, y vale cada paso para poder conocer esta verdadera joya de Copina.

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