La "Calidad" de un histórico arquero de Racing de Nueva Italia

Leonardo Rodríguez lo soñaba de pibe. Sí, cuando se revolcaba en los potreros de barrio General Paz, tirándose de palo a palo. Era el arquerito que todos querían en los picados. Se atajaba todo. Y se ilusionaba con algún día salvar a su Racing de Nueva Italia, con ayudarlo a conseguir títulos. Lo soñaba de pibe.
Era un niño y ya sorprendía con sus atajadas. Tan es así que antes de entrar en la adolescencia le hicieron cuatro propuestas para ir a probarse. Tenía que elegir entre General Paz Juniors, Talleres, Belgrano y Racing de Nueva Italia.
Y él no dudó: el hijo de Alejandro siguió lo que le dictaba el corazón; y fue a la “Academia”. Y desde entonces jamás quiso dejar ese club que tanto ama.
Por eso, no es casualidad que su nombre haya entrado en la historia del club, por sus atajadones en momentos claves. Como muestra basta ver lo que hizo en el ascenso del elenco de Nueva Italia en San Luis, tanto en los 90 minutos como en el penal que atajó cuando las papas quemaban.
O, estos datos que aporta del periodista Mauricio Coccolo: