Talleres, entre el lamento por la Copa Libertadores y la otra realidad

La eliminación deja expuesta la falta de experiencia y jerarquía del plantel más allá del gran camino recorrido. Ahora debe enfrentarse a la pobre cosecha en el torneo local.

Ed Impresa 12/08/2022 Federico Jelic Federico Jelic
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3 Jugadores con dos goles cada uno fueron los goleadores de Talleres en la Libertadores: Michael Santos, Héctor Fértoli y Matías Esquivel. (Foto: NA)

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Una vez que pase la espuma y la efervescencia de la eliminación de Talleres, el análisis tendrá más nitidez y tendrá diferentes valoraciones, donde no todo es para lamentarse y reprocharse. Por el contrario, ni el más optimista de los hinchas hubiese imaginado en la previa de la Copa Libertadores de América llegar a cuartos de final, donde seguramente la mayoría hubiese suscrito su firma si pudiera haber elegido la historia. Pero por cómo se dio la derrota, por el final del partido en Liniers y por el rival (Vélez Sársfield) que no tiene la talla de los gigantes brasileños como Flamengo o Palmeiras, es que queda una sensación de disgusto y desilusión. Pero el camino recorrido es digno de reconocimiento incluso en la derrota, más allá de que hubo factores como la localía en la revancha y parte del relato en el juego donde pudo ser favorable para que el final sea otro.  

Ahora con el cuento finalizado y con el diario del lunes en el escritorio, a Talleres le queda afrontar la otra realidad: la pobre campaña en el torneo local donde figura penúltimo en la tabla anual con 23 unidades, a 15 del último clasificado a la Sudamericana (Huracán, con 38) y donde depende de un milagro y de una campaña maratónica a pura victoria para poder ser internacional el año próximo. 

Claro que este tipo de torneos tan exigente como la Libertadores exige tener mayor disponibilidad y jerarquía del plantel, algo de lo que Talleres tuvo que adolecer todo el año. Y el presidente Andrés Fassi es consciente de ello más allá de su política deportiva y económica, priorizando el futuro negocio por encima del presente inmediato. El propio DT Pedro Caixinha también se encontró con esa escasez de recursos más allá de que cumplió con creces en la Copa teniendo en cuenta el material disponible, solo que una vez que la luz de la copa se apaga y bajan las temperaturas pasionales, el albiazul se mirará al espejo y entenderá que no tiene muchos más motivos para ilusionarse en un año que parece acabado. 

La disyuntiva será la de siempre: ¿Se reforzó correctamente Talleres en enero pasado? ¿Tanto pudo molestar e influir el final del proceso del “Cacique” Alexander Medina, hoy verdugo copero? ¿Tanto repercutió la mala designación del DT Ángel Hoyos en el armado del plantel? ¿Llegaron a tiempo o tarde las incorporaciones en mitad de temporada, sabiendo los frentes que había en el horizonte? Todas parecen tener respuestas afirmativas aunque cada una tendrá su complejidad.   

De todas manearas también hay elementos de análisis con relación a las dos derrotas ante Vélez y el frustrado pase a semifinales de la Libertadores. Será cuestión de que cada óptica si puede ver el vaso medio lleno o medio vació a la hora del balance general, donde parece en este caso que ambas miradas tienen asidero dependiendo del lente con que se la mire. 

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6.050.000 Millones de dólares cosechó Talleres en su participación en la Copa Libertadores, desglosando con 600 mil dólares en seis partidos de la fase de grupos, 1.050.000 por llegar a octavos de final y 2 millones más por meterse en cuartos. Pesificados y con las normativas del Banco Nación, reunió casi 800 millones de pesos. 

La inexperiencia, aspecto clave que remarcó Caixinha

El DT Pedro Caixinha mostró su opinión sin titubear respecto de la experiencia del grupo, de encontrarse en un contexto trascendental sin saber parase ante tamaño desafío. “Debemos estar orgullosos del trabajo y de la historia que hizo el equipo en la Copa, por cómo la gente llenó el estadio y la trascendencia que esto representaba. Creo que sufrimos la inexperiencia ante todo este nuevo y desconocido entorno y en esta competencia y a saber la forma de jugar este tipo de partidos. Vélez hizo un gran juego sobre todo defensivo, cerró espacios y nos generó una ansiedad a la que no estábamos acostumbrados”, relató el portugués en sus primeras declaraciones, dejando en claro que el dolor existe porque no supo Talleres administrar los momentos, ya que por primera vez definiría de local y el rival era de los más terrenales que quedaban en el torneo. 

“No tuvimos la calidad necesaria en la salida y fallamos en las conexiones a la hora de jugar. Soy un convencido de cuando no se hacen las construcciones desde atrás para alinear el juego, el balón no va a llegar nunca en las mejores condiciones a los delanteros, por eso fuimos rotando a otros jugadores con diferentes características para lograr otra dinámica”, agregó Caixinha, sin embargo, remarcó que la lesión de Federico Girotti (podría ser una severa lesión en una de las rodillas aunque sin compromiso ligamentario) fue el punto más influyente. “El equipo no estaba fino pero en el momento que cae Fede (sic) Talleres se estaba haciendo dueño de juego, ocupando espacios, llegando con más presencia al ataque, y luego de su salida perdimos voltaje en los metros finales. El equipo no encontró más esos caminos claros necesarios y todo se hizo cuesta arriba, no hubo ritmo y no volvimos a conectar. Hubo más dificultades que certezas y de contra quedamos mal parado, pagando caro la derrota”. 

¿Qué será del futuro de Caixinha? En cuanto a la cosecha de puntos, el gran sostén del portugués en barrio Jardín fue la producción en la Libertadores. Con el sueño terminado, la dura realidad en la Liga Profesional lo tiene entre los últimos escalones del torneo y sin muchas ambiciones reales. ¿Qué hará Fassi? ¿Completará el proceso o apuntará a otros apellidos, con nuevos objetivos? 

Díaz: “Vélez era pasable” 

El lateral izquierdo Enzo Díaz se consolida como una de las certezas absolutas del plantel, con salida casi confirmada en diciembre hacia otras latitudes, donde ya existe un pacto y promesa. Entendió en cada partido de la serie el modo que debe jugarse este tipo de partidos, y por eso también dejó su impresión de la serie, con sabor agridulce: “Tengo mucha broca la verdad más allá de que rescatamos la campaña. Había mucha ilusión en el camino recorrido, sigo creyendo que Vélez es un rival pasable, no lo supimos aprovechar ni nos impusimos, fallamos y la historia es esta. Tenemos que dar vuelta la página”. 

Ante la consulta si la serie se definió en Liniers con el gol agónico de Julián Fernández luego de superar dos goles de ventaja, ponderó: “No creo, es cierto que fue un golpazo, porque empezamos perdiendo, logramos empatarlo y nos fuimos a buscar la victoria, hasta que un descuido nuestro posibilitó la victoria de ellos. Tendríamos que haber traído el empate. Sin embargo fallamos acá en Córdoba, Vélez hizo un planteo inteligente. Ellos juegan así, no tienen la pelota, te juegan de contra, eso les favoreció por nuestra necesidad. Creo que no sufrimos la presión, somos jugadores de alto rendimiento”. 

Uno de los temas llamativos es la ínfima participación de uno de los referentes Julio Buffarini, llamado a ser representante de las inferiores en el grupo, pero apenas disputó tres minutos en cuatro partidos en la Libertadores. Sin embargo, fue optimista con el panorama: “Estoy seguro que lo mejor está por venir, fue una serie dura y pareja y este tipo de partidos se define en detalles. Ya vamos a tener otra chance y de mi parte, espero rendir lo esperado, todos sentimos ganas de revancha ya”. 

 

 

La Nueva Mañana - Edición Impresa 27

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