Volver a las aventuras: juguetes fabricados con material reciclado e imaginación

El arquitecto mendocino Juan José Bari expone en el Palacio Ferreyra sus juegos de jubilado, que lo devuelven a la infancia y mandan un mensaje: reutilizar.

Ed Impresa 15/07/2022 Marcos J. Villalobo Marcos J. Villalobo
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Los juguetes de Bari se pueden ver en el Palacio Ferreyra, de martes a domingo, de 10 a 13 y 15 a 18; y finaliza el 31 de julio.

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Jugar es transformar. Esa sentencia flota en el aire mientras La Nueva Mañana dialoga con el arquitecto Juan José Bari. Él sonríe. Le brillan los ojos. A nuestro alrededor hay muchos juguetes, se escuchan risas de fondo, nenes diciendo “mirá, mirá”. Juegan ellos, juega él y juega el cronista. Jugar es experimentar, reconstruir, interactuar... es vivir.

“De niño, con la barra de mi cuadra, no teníamos plata para comprar juguetes y nos fabricábamos todo. Los autitos, las flechas, los barriletes, todos los juguetes. Después me quedó eso de la cosa manual. Soy arquitecto y de la mayor parte de las casas hice las maquetas. Antes tenía como tres o cuatro trabajos juntos y cuando me jubilé me quedé en el aire – se ríe-. Entonces empecé a hacer cosas pequeñas para divertirme, para hacer tiempo; y con el tiempo se fue incrementando la cosa”, comienza a narrar este mendocino, nacido en San Rafael, que está exponiendo por estos días en la Sala B del Palacio Ferreyra.

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“Empecé con cosas que sobraban”

Avioncitos, casas, barcos, edificios, autitos, camiones, tanques, trenes, avionetas, helicópteros, colectivos, dibujos, cuadritos, cuadros, juguetes con sorpresas visuales, imágenes multiplicadas, muchos colores, rojo, verde, azul, amarillo, violeta, celeste, naranja. Todo es lúdico y un mensaje en el aire.

Y él cuenta: “Primero hice dos juguetes, después hice 700 y regalé como 200. Y los demás están en mi casa y no sé dónde meterlos”, dice entre risas. Juan José Bari ríe mucho. Sonríe y describe: “Empecé a hacer estas casitas con cosas que sobraban, después estos cuadritos tipo mexicano, hice unos que son con espejos y que se duplican las imágenes al verlo, después los cuadritos”.

Los cuadritos tienen formas geométricas. Abundan las líneas en distintos sentidos. “No hay una línea precisa”, exclama ‘Yeyé’, que cuenta que a él le hubiese gustado ser pintor. Actualmente, ya peinando canas, se da algunos de esos gustos, aunque aclara -y ahora su sonrisa se hace más grande- que lo que más le gusta son los juguetes. Esos juguetes que lo hacen viajar en el tiempo, porque rememora a sus compinches de infancia. 
El “juego” empezó cuando estaba haciendo una maqueta de una casa para un trabajo. Dobló un papel y parecía un casco de un bote. Y comenzó el “juego” de los botes y los barcos, y después los autos y cada vez se iba complejizando más y el juego se volvía más divertido. Y comenzó a hacer casitas, peluquerías, tiendas, ferreterías, y se multiplicaban las imágenes.

Dentro del “Tiempo de aventuras” en el museo, la artista Cuqui realiza el “Taller EN SÍ”, una propuesta de escritura a partir de obras de arte de la colección del Museo. Se llevará a cabo el martes 19 y miércoles 20 de julio, de 16 a 18.

- ¿Todo realizado de manera reciclada?

- Todo está hecho con papel, retazos de cartón, envases de pizza, tapitas, arandelas, las ruedas son las cosas de las cloacas cortadas en rebanadas, las tapitas de los frascos de tinta. Lo hago con todas esas cosas chiquitas. Al principio copiaba algunos barcos, y después le agarré la mano de cómo se hacía la carcasa del bote, de ahí en adelante empecé a inventar. 

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Tiempo de aventuras

El recorrido por las salas del museo tiene juegos y propuestas para que las pequeñas y los pequeños (¿Y por qué no también los adultos?) descubran, participen e interactúen con las intervenciones artísticas. 

Es de martes a domingo de 10 a 13 y 15 a 18; y finaliza el 31 de julio. 

Desde el año 2016, el Museo Evita-Palacio Ferreyra lleva a cabo este ciclo que no solo propone una nueva manera de habitar el museo, sino que, también, supone una experiencia educativa para encontrar una nueva y renovada forma de visitarlo.

“¿De qué material están hecho los viajes?”, se preguntan en el recorrido. La muestra de Bari es un “Tiempo de aventuras”. El artista responde que esas aventuras lúdicas están hechas de material reutilizado y de mucha imaginación.

“Te digo algo, hacer estos juguetes para mí es como volver a tener 12 años”, confiesa mirando a los ojos; y agrega riendo: “Me divierto mucho y paso muchas horas; y me ahorro mucha guita en psiquiatra”.

Y no para de jugar, también con las palabras, aunque parezca algo timorato. En ese marco, expresa: “A los juguetes los empecé a hacer para que lo viera mi gente, mis amigos, regalar, pero nunca pensé en alguna cosa comercial y ni en una exhibición y menos en un lugar tan emblemático como éste. Eso salió a partir de mi hija. Me lo ofrecieron. Confieso, no soy una persona afecta a exponerme, pero lo hicimos. Trabajaron mucho para que pueda salir y estoy muy agradecido a la gente del museo, que está siendo extraordinaria la muestra, que está dedicado a los chicos y es muy lindo verlos jugar y pasear por acá. 

- El mensaje es que podemos jugar y hacer juguetes con cualquier material y de paso reciclar.

- Sí, así es. Mirá, yo me quedo conforme, más allá de que la gente los vea en la muestra, es que de todos los chicos que vengan, al menos diez, no sé, se les abriera la imaginación y dejen tanto de jugar con los juguetes electrónicos. Cualquier persona puede hacer estos juguetes. Lo que se imaginen lo pueden fabricar, con un papel, papel de diario, cartón, con lo que se les ocurra. 
Es imaginar. Es transformar. Es jugar. Es reutilizar. Es reciclar.

 

 

LNM - Edición Impresa 267

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